La corona española estableció una estructura política jerárquica en el Perú luego de la conquista, con el Rey de España en la cima como máxima autoridad. Bajo el Rey estaba el Consejo de Indias en España, y en el Perú el virreinato gobernado por el virrey, quien estaba a cargo de las autoridades locales como la Real Audiencia en Lima y los corregidores en las provincias.