Los estudiantes salen corriendo de clases para aprovechar el recreo y jugar. Comen una merienda ligera y luego juegan a la pelota, escondidas u otras actividades en los patios o galerías de la escuela. Los de cursos más avanzados usan sus celulares para redes sociales o juegos. Cuando suena la campana para volver a clases, los estudiantes sienten tristeza por tener que dejar de jugar.