La eficiencia energética es una práctica que tiene como objetivo reducir el consumo de energía optimizando los procesos productivos y el uso de la energía. Los individuos y organizaciones pueden aumentar la eficiencia energética al comprar artefactos adecuados a sus necesidades, apagar y desenchufar aparatos cuando no se usan, y realizar mantenimiento periódico para aumentar la vida útil de los equipos. Estas acciones permiten ahorrar dinero y recursos al mismo tiempo que se preserva el medio ambiente.