El documento describe la situación de violencia y criminalidad en América Latina, particularmente en Centroamérica, como resultado de la demanda de drogas en Estados Unidos y la pobreza y falta de oportunidades que empujan a los jóvenes al crimen y la emigración. Señala que ciudades como Ciudad Juárez en México y San Pedro Sula en Honduras tienen las tasas más altas de homicidios en el mundo. Critica la política estadounidense que ha causado inestabilidad y sufrimiento en la región por décadas.
Hago referencia a información sobre el Narcotráfico en nuestro país lo cual ya no es algo nuevo para nosotros, más bien es algo que afecta a nuestra sociedad.
Hago referencia a información sobre el Narcotráfico en nuestro país lo cual ya no es algo nuevo para nosotros, más bien es algo que afecta a nuestra sociedad.
Contralínea, Periodismo de investigación, la corrupción, la rendición de cuentas. seguridad nacional, sociedad de capitales, línea global, la cultura, el contragolpe, contraluz, ocho columnas, análisis, investigación, opinión, lectores, petrolero, energético, económico, cultural, ambiental, educativo, internacional, social, arqueológico
Mensaje de la Zona Camex con ocasión de la Jornada Mundial del Emigrante y de...Caritas Mexicana IAP
Con ocasión de la Jornada Mundial del Emigrante y del Refugiado, las organizaciones que formamos parte de la Confederación Caritas Internationalis en la zona de Centro América y México, alzamos nuestra voz ante los grandes flujos migratorios generados en nuestra región por una inestable situación socioeconómica, política y de violencia.
ANTE LA CRISIS MIGRATORIA DE LOS PAÍSES MÉXICO Y CENTROAMERICA UNA IGLESIA SI...Caritas Mexicana IAP
ANTE LA CRISIS MIGRATORIA DE LOS PAÍSES MÉXICO Y CENTROAMERICA UNA IGLESIA SIN FRONTERAS
“No se dejen robar la esperanza y la alegría de vivir que brotan de la experiencia de la misericordia de Dios, que se manifiesta en las personas que encuentran a lo largo de su camino”
Papa Francisco, 17 de Enero de 2016
Con ocasión de la Jornada Mundial del Emigrante y del Refugiado, las organizaciones que formamos parte de la Confederación Caritas Internationalis en la zona de Centro América y México, alzamos nuestra voz ante los grandes flujos migratorios generados en nuestra región por una inestable situación socioeconómica, política y de violencia.
Similar a Reflexiones del compañero fidel entre la migracion y el crimen (20)
Índigo Energía e Industria No. 16 |Tradicionalmente, las estaciones de servicio han sido vistas sólo como puntos de suministro de combustible para vehículos. Sin embargo, en la actualidad, estos espacios experimentan una transformación significativa hacia la sostenibilidad y la incorporación de tecnologías verdes.
En este ejemplar también encontrarás:
#Entrevistas
Ignacio Contreras Andrade, director del área oil and gas de Vicer
Carlos León Martín, presidente de Onexpo Puebla
Oscar Del Cueto, presidente de CPKC México.
José Luis del Corral, vp ejecutivo de STRACON y director de operaciones en Dumas.
#Opinión
Dra. Alicia Zazueta Payán, presidenta de la AMPES
Dr. Leonardo Ramos, subgerente operativo de anteproyectos hidroeléctricos de la CFE
Por Julio Zugasti, asociado senior de Hogan Lovells
Coberturas
BYD SHARK: potente, eficiente y amigable con el medio ambiente
IV Foro de Biogás fomentan el uso de Biometano
Takeda celebra 60 años de presencia en México con inauguración del ICC
AMID presenta decálogo para mejorar la salud y la economía de México
#Noticias
CFE adquiere crédito para desarrollar la primera central solar flotante de Latam
Sempra Infraestructura dona 7 mdp a la Cruz Roja Mexicana
Histórica multa de COFECE a gasolineras
Mantenimiento garantiza el óptimo funcionamiento de estaciones de servicio: Petrogas
Destacada participación de AMPES en UNITI Expo 2024
Gilbarco mostrará equipos y soluciones en los GVR Tech Days
Informe de Riesgo País sobre Emiratos Árabes Unidos, de Cesce
Reflexiones del compañero fidel entre la migracion y el crimen
1. Reflexiones del compañero Fidel
ENTRE LA EMIGRACIÓN Y EL CRIMEN
Los latinoamericanos no son criminales natos ni inventaron las drogas.
Los aztecas, los mayas, y otros grupos humanos precolombinos de México y
Centroamérica, por ejemplo, eran excelentes agricultores y ni siquiera conocían el
cultivo de la coca.
Los quechuas y aymaras fueron capaces de producir nutritivos alimentos en
perfectas terrazas que seguían las curvas de nivel de las montañas. En altiplanos que
sobrepasaban a veces los tres y cuatro mil metros de altura, cultivaban la quinua, un
cereal rico en proteínas, y la papa.
Conocían y cultivaban también la planta de coca, cuyas hojas masticaban desde
tiempos inmemorables para mitigar el rigor de las alturas. Se trataba de una costumbre
milenaria que los pueblos practican con productos como el café, el tabaco, el licor u
otros.
La coca era originaria de las abruptas laderas de los Andes amazónicos. Sus
pobladores la conocían desde mucho antes del Imperio Inca, cuyo territorio, en su
máximo esplendor, se extendía en el espacio actual del Sur de Colombia, todo Ecuador,
Perú, Bolivia, el Este de Chile, y el Noroeste de Argentina; que sumaba cerca de dos
millones de kilómetros cuadrados.
El consumo de la hoja de coca se convirtió en privilegio de los emperadores
Incas y de la nobleza en las ceremonias religiosas.
Al desaparecer el Imperio tras la invasión española, los nuevos amos
estimularon el hábito tradicional de masticar la hoja para extender las horas de trabajo
de la mano de obra indígena, un derecho que perduró hasta que la Convención Única
sobre Estupefacientes de Naciones Unidas prohibió el uso de la hoja de coca, excepto
con fines médicos o científicos.
Casi todos los países la firmaron. Apenas se discutía cualquier tema relacionado
con la salud. El tráfico de cocaína no alcanzaba entonces su enorme magnitud actual. En
los años transcurridos se han creado gravísimos problemas que exigen análisis
profundos.
Sobre el espinoso tema de la relación entre la droga y el crimen organizado la
propia ONU afirma delicadamente que “Latinoamérica es ineficiente en el combate al
crimen.”
2. La información que publican distintas instituciones varía debido a que el asunto
es sensible. Los datos a veces son tan complejos y variados que pueden inducir a
confusión. De lo que no cabe la menor duda es que el problema se agrava
aceleradamente.
Hace casi un mes y medio, el 11 de febrero de 2011 un informe publicado en la
Ciudad de México por el Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia de
ese país, ofrece interesantes datos sobre las 50 ciudades más violentas del mundo, por el
número de homicidios ocurridos en el año 2010. En él se afirma que México reúne el
25% de ellas. Por tercer año consecutivo la número uno corresponde a Ciudad Juárez,
en la frontera con Estados Unidos.
A continuación expone que “…ese año la tasa de homicidios dolosos de Juárez
fue 35% superior a la de Kandahar, Afganistán ―la número dos en el ranking― y
941% superior a la de Bagdad…”, es decir, casi diez veces superior a la capital de Irak,
ciudad que ocupa el número 50 de la lista.
Casi de inmediato añade que la ciudad de San Pedro Sula, en Honduras, ocupa el
tercer lugar con 125 homicidios por cada 100 000 habitantes; siendo solo superada por
Ciudad Juárez, en México, con 229; y Kandahar, Afganistán, con 169.
Tegucigalpa, Honduras, ocupa el sexto con 109 homicidios, por cada 100 000
habitantes.
De este modo se puede apreciar que Honduras, la de la base aérea yanki de
Palmerola, donde se produjo un Golpe de Estado ya bajo la presidencia de Obama, tiene
dos ciudades entre las seis en que se producen más homicidios en el mundo. Ciudad de
Guatemala alcanza 106.
De acuerdo a dicho informe, la ciudad colombiana de Medellín, con 87.42 figura
también entre las más violentas de América y el mundo.
El discurso del Presidente norteamericano Barack Obama en El Salvador, y su
posterior conferencia de prensa, me condujeron al deber de publicar estas líneas sobre el
tema.
En la Reflexión de marzo 21 le critiqué su falta de ética al no mencionar en
Chile siquiera el nombre de Salvador Allende, un símbolo de dignidad y valentía para el
mundo, quien murió como consecuencia del golpe de Estado promovido por un
Presidente de Estados Unidos.
Como conocía que al día siguiente visitaría El Salvador, un país
centroamericano símbolo de las luchas de los pueblos de nuestra América que más ha
sufrido como consecuencia de la política de Estados Unidos en nuestro hemisferio, dije:
“Allí tendrá que inventar bastante, porque en esa hermana nación centroamericana, las
armas y los entrenadores que recibió de los gobiernos de su país, derramaron mucha
sangre.”
Le deseaba buen viaje y “un poco más de sensatez.” Debo admitir que en su
largo periplo, fue un poco más cuidadoso en el último tramo.
3. Monseñor Oscar Arnulfo Romero era un hombre admirado por todos los
latinoamericanos, creyentes o no creyentes, así como los sacerdotes jesuitas
cobardemente asesinados por los esbirros que Estados Unidos entrenó, apoyó y armó
hasta los dientes. En El Salvador, el FMLN, organización militante de izquierda, libró
una de las luchas más heroicas de nuestro continente.
El pueblo salvadoreño le concedió la victoria al Partido que emergió del seno de
esos gloriosos combatientes, cuya historia profunda no es hora de construir todavía.
Lo que urge es enfrentar el dramático dilema que vive El Salvador, del mismo
modo que México, el resto de Centroamérica y Suramérica.
El propio Obama expresó que alrededor de 2 millones de salvadoreños viven en
Estados Unidos, lo cual equivale al 30% de la población de ese país. La brutal represión
desatada contra los patriotas, y el saqueo sistemático de El Salvador impuesto por
Estados Unidos, obligó a cientos de miles de salvadoreños a emigrar a aquel territorio.
Lo nuevo es que, a la desesperada situación de los centroamericanos, se une el
fabuloso poder de las bandas terroristas, las sofisticadas armas y la demanda de drogas,
originadas por el mercado de Estados Unidos.
El Presidente de El Salvador en el breve discurso que precedió al del visitante,
expresó textualmente: “Le insistí que el tema del crimen organizado, la narcoactividad,
la inseguridad ciudadana no es un tema que ocupe sólo a El Salvador, Guatemala,
Honduras o Nicaragua y ni siquiera México o a Colombia; es un tema que nos ocupa
como región, y en ese sentido estamos trabajando en la construcción de una estrategia
regional, a través de la Iniciativa CARFI.”
“…le insistí, en que este es un tema que no sólo debe ser abordado desde la
perspectiva de la persecución del delito, a través del fortalecimiento de nuestras policías
y nuestros ejércitos, sino que también enfatizando en las políticas de prevención del
delito y por lo tanto, la mejor arma para combatir en sí la delincuencia, en la región, es
invirtiendo en políticas sociales.”
En su respuesta el mandatario norteamericano dijo: “El Presidente Funes se ha
comprometido a crear más oportunidades económicas aquí en El Salvador para que la
gente no sienta que debe enrumbarse al norte para mantener a su familia.”
“Sé que esto es especialmente importante para los aproximadamente 2 millones
de salvadoreños que están viviendo y trabajando en Estados Unidos.”
“…puse al día al Presidente sobre las nuevas medidas de protección al
consumidor que promulgué, que les dan a las personas más información y aseguran que
sus remesas en efecto les lleguen a sus seres queridos en casa.
“Hoy, también estamos lanzando un nuevo esfuerzo para hacerles frente a los
narcotraficantes y pandillas que han causado tanta violencia en todos los países,
especialmente aquí en Centroamérica.”
4. “…dedicaremos $200 millones a apoyar los esfuerzos aquí en la región, lo que
incluye hacerles frente […] a las fuerzas sociales y económicas que impulsan a los
jóvenes hacia la criminalidad. Ayudaremos a reforzar los tribunales, los grupos de la
sociedad civil y las instituciones que defienden el estado de derecho.”
No necesito una palabra más para expresar la esencia de una situación
dolorosamente triste.
La realidad es que muchos jóvenes centroamericanos han sido conducidos por el
imperialismo a cruzar una rígida y cada vez más infranqueable frontera, o prestar
servicios en las bandas millonarias de los narcotraficantes.
¿No sería más justo ―me pregunto― una Ley de Ajuste para todos los
latinoamericanos, como la que se inventó para castigar a Cuba hace ya casi medio siglo?
¿Seguirá creciendo hasta el infinito el número de personas que mueren cruzando la
frontera de Estados Unidos y las decenas de miles que ya están muriendo cada año en
los pueblos a los que usted ofrece una “Alianza Igualitaria”?
Fidel Castro Ruz
Marzo 25 de 2011
8 y 46 p.m.