El impuesto a la renta de tercera categoría grava los ingresos provenientes de actividades empresariales realizadas por personas naturales y jurídicas. Estas rentas se producen generalmente por la participación conjunta de capital y trabajo y se consideran en el ejercicio en que se generan. Algunas actividades consideradas rentas de tercera categoría incluyen comercio, industria, minería, explotación agropecuaria y ganancias de capital de empresas.