Este capítulo discute los desafíos ambientales causados por el crecimiento de las ciudades y cómo la arquitectura y planificación urbana pueden desarrollar ciudades más sostenibles. Para lograr una cultura urbana responsable, se debe promover la conciencia ecológica, las comunicaciones y la producción automatizada. Además, el crecimiento urbano ha llevado a un desarrollo suburbano excesivo y una pérdida del concepto de ciudadanía, por lo que se necesitan cambios en los comportamientos humanos
1. CIUDADES PARA UN PEQUEÑO PLANETA
RESUMEN CAPITULO I
LA CULTURA DE LAS CIUDADES
A medida que transcurre el tiempo el ser humano esta destruyendo sistemáticamente todos los
elementos que soportan nuestro sistema de vida.
La supervivencia de la sociedad ha dependido siempre de la salvaguarda del equilibrio entre las
variables de población, recursos y medio ambiente.
Estos elementos determinan el grado de mutación geológica, el calentamiento global y el desgaste
de la capa de ozono. Son en ese sentido, testimonios de la creación de una catástrofe
medioambiental de magnitudes jamás afrontadas por la humanidad. Los resultados a largo plazo
de los actuales niveles de desgaste no están todavía claros, pero dada la incertidumbre científica
relativa a sus efectos precisos, para lo cual se debe aplicar el principio preventivo y asegurar que
se tomen medidas para asegurar la supervivencia de las especies de nuestro planeta.
La arquitectura y la planificación urbana pueden evolucionar para aportar herramientas
imprescindibles encaminadas a salvaguardar nuestro futuro, creando ciudades que produzcan
entornos sostenibles y civilizadores.
Para el desarrollo de una cultura urbana postindustrial sensibilizada con el entorno y socialmente
responsable se debe tomar tres factores: la difusión de conciencias ecológica, la tecnología de las
comunicaciones y la producción automatizada.
Este concepto de sostenibilidad debe tomar en cuenta el aire, agua limpia, capa de ozono en
condiciones, mar incontaminado, tierra fértil y una abundante diversidad de especies, la
sostenibilidad medioambiental debería convertirse en el principio rector de la moderna
proyectación urbana.
El grado de crecimiento de las ciudades provocan que los parámetros convencionales de juste del
crecimiento urbano hayan quedado obsoletos. En el mundo desarrollado, la migración de
personas y actividades económicas desde el centro urbano al mundo ideal de los barrios
periféricos ha conducido a un ingente desarrollo suburbano, mayor ocupación en sistema viario,
incremento en el uso del automóvil, mayor congestión y contaminación.
Por lo cual el concepto de ciudadanía va desapareciendo, y la vida de la ciudad acaba siendo una
estructura limitada por los enclaves suburbanos protegidos de los ricos y guetos internos o como
en el mundo en vías de desarrollo, tristes poblados barraquistas. Creamos las ciudades para gozar
de los espacios comunes y éstos, paulatinamente, van configurando para mantenernos aparatos
los unos de los otros.
El desafío al que nos enfrentamos consiste en renunciar a un sistema que explota la tecnología por
un estricto afán de lucro para orientarla hacia metas de sostenibilidad. Ello comporta cambios
sustanciales en el comportamiento humano, en las prácticas de gobierno, comerciales,
arquitectónicas y urbanísticos.
JOSE LUIS CRUZ VIVAS