La unidad analiza cómo la Revolución Industrial se extendió a otros países durante el siglo XIX, incluyendo cómo afectó a Francia, Bélgica, Alemania, EE.UU. y Japón. La revolución industrial permitió el desarrollo industrial en Alemania a pesar de estar compuesta por 39 estados y llevó a Japón a convertirse en una potencia industrial a través de la producción siderúrgica y el crecimiento económico.