Las aplicaciones móviles han evolucionado rápidamente desde las primeras aplicaciones simples de finales de los 90 hasta convertirse en una parte integral de nuestra vida diaria. Los teléfonos inteligentes modernos con cámaras, música, juegos y acceso a Internet a través de aplicaciones han reemplazado muchas funciones de dispositivos separados. Existen tres tipos principales de aplicaciones: nativas, web e híbridas, siendo estas últimas una combinación de las primeras dos.