El cuento narra la historia de un niño cuya fiesta de cumpleaños se convierte en un caos. Los invitados empiezan a pelear y discutir, arruinando la celebración. La tía del niño bromea diciendo que parece un velorio en lugar de una fiesta. Sin embargo, la abuela del niño logra prender las velas del pastel y cantar el feliz cumpleaños, salvando el día.