SlideShare una empresa de Scribd logo
1:1-17 / INTRODUCCIÓN 3
I. INTRODUCCIÓN, 1:1-17
A. EL DESTINATARIO: LA IGLESIA DE JESUCRISTO EN ROMA
1. Roma
La historia de Roma tiene sus orígenes en las tribus que llegaron a Italia desde distintas partes de
Europa y Asia, unos tres mil años antes de Cristo. El primer rey de Roma fue Rómulo, quien en 753 a.C.
dio comienzo a la Monarquía que duró hasta 509 a.C. Esta fue reemplazada por la República. Durante
esta época la nación creció rápidamente, extendiéndose en todas las fronteras. En 27 a.C. Octavo se
proclamó “príncipe”, tomando control de las fuerzas militares y también de la religión del estado,
estableciéndose como un dios digno de ser adorado. De esta manera dio luz a la tercera época de la
historia romana: el Imperio, que continuó hasta 476 d.C.
Aunque los romanos conquistaron violentamente a sus enemigos, mantenían la ley y el orden a todo
costo y respondieron a toda rebeldía con severa crueldad, el trato que generalmente dieron a los pueblos
conquistados fue equilibrado y justo. Generalmente permitían la práctica de la religión nativa con tal que
ésta no interfiriera con el gobierno. Los judíos gozaban de una libertad religiosa, y luego, los cristianos
también por parecer como una secta del judaísmo. Cuando Pablo escribió esta carta en 57 - 58 d.C. los
creyentes todavía gozaban esta libertad, aunque poco tiempo después en los años finales de Nerón, quien
reinó entre 54 - 68 d.C., sufrieron una cruel persecución.
Las descripciones de la ciudad nos hacen pensar en muchas otras
ciudades, aun de nuestra época, con su magnífica arquitectura —el
Panteón, la basílica Julia, el templo de Apolo, el Foro y muchos otros
edificios grandiosos, sin mencionar las lujosas casas de los ricos
edificadas en las colinas y áreas suburbanas— todo lo cual hace un
contraste agudo con las viviendas de la mayoría de los habitantes que
existían en una pobreza miserable en casas multifamiliares, calles
estrechas, sucias y ruidosas, donde abundaba el crimen de toda clase.
Cuando Pablo escribió esta carta la ciudad tenía casi un millón de
habitantes procedentes de todas partes del imperio. Había una colonia
judía de unas 30.000 personas y trece sinagogas.
2. La iglesia en Roma
Pablo todavía no había visitado a Roma, aunque conocía a varios de los miembros (Ro. 16:3-16),
pero tenía bastantes ganas de conocer a la iglesia personalmente (Ro. 1:13):
“…con frecuencia he hecho planes para ir a visitarlos, pero hasta ahora me he visto
impedido…”
Posiblemente la iglesia fue fundada por “viajeros de Roma, tanto judíos como prosélitos” que
escucharon el mensaje de Pedro en el Pentecostés (Hch. 2:10), o por personas como Aquila y Priscila que
escucharon el Evangelio en otras partes y después pasaron a vivir en la capital del imperio (Ro. 16:3-5).
Los miembros eran principalmente gentiles, aunque también había un buen grupo de judíos convertidos.
Parece que la iglesia consistía en varios grupos que se reunían en casas distintas (Ro. 16:3, 5, 14, 15):
“Saluden a Priscila y a Aquila… Saluden también a la iglesia que está en su casa… Saluden a
Asíncrito, a Flegonte, a Hermes, a Patrobas, a Hermas, y a los hermanos con ellos…Saluden
a Filólogo y a Julia, a Nereo y a su hermana, y a Olimpas, y a todos los santos que están con
ellos.”
4 LA CARTA DE PABLO A LOS CREYENTES EN ROMA
B. EL ESCRITOR: PABLO, v. 1
v. 1 Pablo nació en un hogar judío de no bajos recursos, en la ciudad de Tarso, capital de la
provincia romana de Cilicia (Hch. 21:39; 22:3). Tarso fue fundada por fenicios a orillas del río Cidno, no
lejos del mar. Durante la época de los Seléucidas fue sometida a una profunda aculturación griega. Se
distinguió por su prestigio científico y tenía un agradable ambiente intelectual y sus ciudadanos eran muy
dados a la filosofía. Fue uno de tres centros universitarios, famosa por su cultura y enseñanza, pero a la
vez muy corrupta. Cuando Pablo nació era una mezcla de influencias orientales, griegas y romanas.
No sabemos la fecha de su nacimiento, pero generalmente se considera cerca a la fecha del
nacimiento de Jesús. Pablo tenía el privilegio codiciable de ser ciudadano romano por nacimiento (Hch.
16:37-38; 22:27-28):
“Vino el comandante a Pablo y le dijo: ‘Dime, ¿eres romano?’ ‘Sí’, contestó él. Y el
comandante respondió: ‘Yo adquirí esta ciudadanía por una gran cantidad de dinero’. ‘Pero
yo soy ciudadano de nacimiento,’ le dijo Pablo.”
Su padre pertenecía a la estricta secta judía de los fariseos, y cuando Pablo creció llegó a ser
miembro de la misma secta (Hch. 23:6):
“Hermanos, yo soy Fariseo, hijo de Fariseos”
Fue criado y educado en Jerusalén “a los pies de Gamaliel”, el más famoso doctor de la ley judía
(Hch. 22:3):
“Yo soy Judío, nacido en Tarso de Cilicia, pero criado en esta ciudad, educado bajo Gamaliel
en estricta conformidad a la ley de nuestros padres, siendo tan celoso de Dios como todos
ustedes lo son hoy.”
Probablemente Pablo o Saulo, como era conocido antes de ser salvo, era un miembro del concilio,
cuyos miembros no tenían menos de 30 años (Hch. 6:12b
; 7:58; 8:1ª; 26:10b
):
“…y cayendo sobre él [Esteban], lo arrestaron y lo trajeron al
concilio (Sanedrín)… Echándolo fuera de la ciudad,
comenzaron a apedrearlo; y los testigos pusieron sus mantos a
los pies de un joven llamado Saulo… Y Saulo estaba de
completo acuerdo con ellos en su muerte… ‘cuando eran
condenados a muerte, yo añadía mi voto.’ ”
Pablo era muy celoso por su fe judía, y creía que estaba
haciendo la voluntad de Dios al perseguir a los cristianos (Hch. 26:9-
11):
“Yo ciertamente había creído que debía hacer muchos males en contra
del nombre de Jesús de Nazaret. Esto es precisamente lo que hice en
Jerusalén. No sólo encerré en cárceles a muchos de los santos con la
autoridad recibida de los principales sacerdotes, sino que también,
cuando eran condenados a muerte, yo añadía mi voto. Castigándolos
con frecuencia en todas las sinagogas, procuraba obligarlos a
blasfemar, y enfurecido contra ellos, seguía persiguiéndolos aun hasta
en las ciudades extranjeras.”
Saulo pidió cartas del sumo sacerdote judío en Jerusalén para las sinagogas en Damasco para que los
judíos le ayudaran a buscar a los cristianos para poderlos llevar cautivos a Jerusalén para ser enjuiciados
Saulo nació en Tarso. Fue
criado en Jerusalén y
educado bajo el eminente
Gamaliel. Llegó a ser
fariseo y perseguía a los
cristianos.
1:1-17 / INTRODUCCIÓN 5
delante del concilio. Con las cartas en la mano salió para Damasco, cada respiro suyo estaba lleno de
amenazas y muerte para los cristianos (Hch. 9:1-2):
“Saulo, respirando todavía amenazas y muerte contra los discípulos del Señor, fue al sumo
sacerdote, y le pidió cartas para las sinagogas de Damasco, para que si encontraba algunos
que pertenecieran al Camino (de Jesús), tanto hombres como mujeres, los pudiera llevar
atados a Jerusalén.”
Cuando se acercaba a Damasco se le apareció el Señor
Jesucristo en una brillante luz del cielo, y le preguntó (Hch. 9:4b
):
“Saulo, Saulo, ¿por qué Me persigues?”
Saulo, muy asustado le preguntó quién era, y el Señor le
contestó (Hch. 9:5b
):
“Yo soy Jesús, a quien tú persigues”.
Después de la visión Saulo quedó ciego, y fue llevado a
Damasco, donde pasó tres días en ayuno (Hch. 9:8-9):
“Saulo se levantó del suelo, y aunque sus ojos estaban abiertos, no veía nada; y llevándolo
por la mano, lo trajeron a Damasco. Estuvo tres días sin ver, y no comió ni bebió.”
Esos tres días de ceguera fueron tiempo suficiente para que contemplara lo que realmente
significaba para él la visión que había tenido en el camino a Damasco. No era ignorante de las creencias
de los cristianos, porque seguramente los que había perseguido le testificaron de su fe en el Mesías Jesús.
Aunque el relato bíblico carece de detalles, Saulo comprendió que Jesús sí era el Mesías y creyó en Él. El
Señor le envió un cristiano llamado Ananías, quien oró por él, y le fue restaurada la vista. Le fue quitada
no solamente la ceguera física sino también la espiritual (Hch. 9:10-19ª):
“Había en Damasco cierto discípulo llamado Ananías; y el Señor le dijo en una visión:
‘Ananías.’ ‘Aquí estoy, Señor,’ contestó él.
“El Señor le dijo: ‘Levántate y ve a la calle que se llama Derecha, y pregunta en la casa de
Judas por un hombre de Tarso llamado Saulo, porque él está orando, y ha visto en una visión
a un hombre llamado Ananías, que entra y pone las manos sobre él para que recobre la vista.’
“Pero Ananías respondió: ‘Señor, he oído de muchos acerca de este hombre, cuánto mal ha
hecho a Tus santos en Jerusalén, y aquí tiene autoridad de los principales sacerdotes para
prender a todos los que invocan Tu nombre.’
“Pero el Señor le dijo: ‘Ve, porque él es Mi instrumento escogido, para llevar Mi nombre en
presencia de los Gentiles, de los reyes y de los Israelitas; porque Yo le mostraré cuánto debe
padecer por Mi nombre.’
“Ananías fue y entró en la casa, y después de poner las manos
sobre él, dijo: ‘Hermano Saulo, el Señor Jesús, que se te
apareció en el camino por donde venías, me ha enviado para que
recobres la vista y seas lleno del Espíritu Santo.’ Al instante
cayeron de sus ojos como unas escamas, y recobró la vista; y se
levantó y fue bautizado. Tomó alimentos y cobró fuerzas.”
Pablo quería ser bautizado para mostrar que se estaba identificando por la fe con la persona y las
enseñanzas del Señor Jesús. Tan convencido estaba del mensaje de salvación que en seguida estaba
predicando que Jesús es el Hijo de Dios en las mismas sinagogas en las cuales iba a solicitar ayuda para
Al ver una visión del Señor Jesús,
Saulo quedó ciego por tres días,
oraba y meditaba y llegó a creer el
mensaje de Dios acerca de Su Hijo.
6 LA CARTA DE PABLO A LOS CREYENTES EN ROMA
perseguir a los cristianos damascenos. Nadie podía creer el cambio tan drástico que había tenido, ni la
fuerza con que predicaba (Hch. 9:19b
-21):
“Y por varios días estuvo con los discípulos que estaban en
Damasco. Enseguida se puso a predicar a Jesús en las
sinagogas, diciendo: ‘Él es el Hijo de Dios.’ Y todos los que
lo escuchaban estaban asombrados y decían: ‘¿No es éste el
que en Jerusalén destruía a los que invocaban este nombre, y
el que había venido aquí con este propósito: para llevarlos
atados ante los principales sacerdotes?’ ”
Después de estos días con los hermanos en Damasco, Pablo
decidió no volver a Jerusalén sino ir al desierto arábico cerca a
Damasco (Gá. 1:17):
“…ni subí a Jerusalén a los que eran apóstoles antes que yo, sino que fui a Arabia, y regresé
otra vez a Damasco.”
La Biblia no nos dice qué hacía Pablo en el desierto, pero creo que él necesitaba tiempo a solas con
Dios. Una persona que llega a Cristo por fe no puede deshacerse de inmediato de toda la instrucción que
ha recibido y creído en toda una vida, porque esto requiere tiempo para estudiar la Palabra de Dios y
meditar en ella. Seguramente allí en el desierto Pablo fue instruido por Dios a través del estudio de la
Palabra y por revelación en cuanto a estos aspectos de la doctrina cristiana que no están en las Escrituras
judías (Gá. 1:11-12):
“Pues quiero que sepan, hermanos, que el evangelio que fue anunciado por mí no es según el
hombre. Pues ni lo recibí de hombre, ni me fue enseñado, sino que lo recibí por medio de una
revelación de Jesucristo.”
No sabemos exactamente cuánto tiempo estuvo en el desierto, pero probablemente fue la mayor
parte de los tres años que estaba entre Damasco y Arabia (Gá. 1:17b
-18):
“…fui a Arabia, y regresé otra vez a Damasco. Entonces, tres años después, subí a Jerusalén
para conocer a Pedro, y estuve con él quince días.”
El gran enemigo del Evangelio se había convertido en su
mejor propagador (1 Co. 15:10):
“Pero por la gracia de Dios soy lo que soy, y Su gracia para
conmigo no resultó vana. Antes bien he trabajado mucho más
que todos ellos, aunque no yo, sino la gracia de Dios en mí.”
Pablo viajó a muchos países con el Evangelio, y pudo decir a
los hermanos romanos que había “llenado del Evangelio de Cristo”
todo el territorio entre Jerusalén e Ilírico —al norte de Grecia, en
frente de Italia, lo que hoy se encuentra en Albania (Ro. 15:17-21):
“Por tanto, en Cristo Jesús he hallado razón para gloriarme en las cosas que se refieren a
Dios. Porque no me atreveré a hablar de nada sino de lo que Cristo ha hecho por medio de
mí para la obediencia de los gentiles, en palabra y en obra, con el poder de señales
(milagros) y prodigios, en el poder del Espíritu de Dios, de manera que desde Jerusalén y por
los alrededores hasta el Ilírico he predicado en toda su plenitud el evangelio de Cristo. De
esta manera me esforcé en anunciar el evangelio, no donde Cristo ya era conocido, para no
edificar sobre el fundamento de otro; sino como está escrito:
1:1-17 / INTRODUCCIÓN 7
‘AQUELLOS A QUIENES NUNCA LES FUE ANUNCIADO ACERCA DE ÉL, VERÁN,
Y LOS QUE NO HAN OÍDO, ENTENDERÁN.’ ” Is. 52:15b
Cuando Pablo escribió estas palabras se estaba quedando en la ciudad griega de Corinto, en su tercer
viaje misionero. Ya habiendo evangelizado todo ese territorio, y habiendo establecido iglesias locales en
muchas ciudades, quería llevar el Evangelio más allá, a los que todavía no habían oído. Iba a volver a
Jerusalén con una ofrenda para los cristianos hebreos, y después quería visitar España, viajando a través
de Roma, donde esperaba ver a los hermanos romanos a los cuales estaba escribiendo (Ro. 15:22-29):
“Por esta razón muchas veces me he visto impedido de ir a ustedes. Pero ahora, no quedando
ya más lugares para mí en estas regiones, y puesto que por muchos años he tenido un gran
deseo de ir a ustedes, cuando vaya a España los visitaré. Porque espero verlos al pasar y que
me ayuden a continuar hacia allá, después de que haya disfrutado un poco de su compañía.
Pero ahora voy a Jerusalén para el servicio de los santos, pues Macedonia y Acaya han
tenido a bien hacer una colecta para los pobres de entre los santos que están en Jerusalén.
Sí, tuvieron a bien hacerlo, y a la verdad que están en deuda con ellos. Porque si los gentiles
han participado de sus bienes espirituales, también están obligados a servir a los santos en
los bienes materiales. Así que cuando haya cumplido esto y les haya entregado esta ofrenda,
iré a España llegando de paso a verlos. Y sé que cuando vaya a ustedes, iré en la plenitud de
la bendición de Cristo.”
En esta carta comparte con ellos el mensaje del
Evangelio que había predicado en todo lugar, y que anhelaba
ministrar personalmente a ellos en su visita. Pablo escribió
bajo la dirección del Espíritu Santo, y por eso su carta es más
Pablo llegó a ser el mejor promotor del
Evangelio, viajando a muchas partes con las
Buenas Nuevas de salvación en Cristo Jesús.
8 LA CARTA DE PABLO A LOS CREYENTES EN ROMA
que la palabra de un hombre, es en realidad la Palabra de Dios.
1. “Siervo de Cristo Jesús”
La palabra “siervo” en nuestras Biblias es “doulos” en el griego, de la cual comenta Vine,
“…originalmente el término más inferior en la escala de la servidumbre, vino también a significar uno que
se entrega a la voluntad de otro, por ejemplo, 1 Co. 7:23:
‘Ustedes fueron comprados por precio. No se hagan esclavos de los hombres.’
(Ro. 6:19): “Hablo en términos humanos, por causa de la debilidad de su carne. Porque de la
manera que ustedes presentaron sus miembros como esclavos a la impureza y a la iniquidad,
para iniquidad, así ahora presenten sus miembros como esclavos a la justicia, para
santificación. ”
Pablo fue anteriormente un esclavo de Satanás y el pecado, pero fue comprado —redimido— por el
Señor Jesucristo, hecho que compartió con Tito en una carta (Tit. 2:13b
-14):
“…nuestro… Salvador Cristo Jesús. Él se dio por nosotros, para REDIMIRNOS DE TODA
INIQUIDAD y PURIFICAR PARA SÍ UN PUEBLO PARA POSESIÓN SUYA, celoso de buenas obras.”
Cuando trajeron esclavos a las Américas de África éstos no servían a sus dueños voluntariamente.
Tenían que servir a la fuerza. Pero éste no era el caso de Pablo en su relación con el Señor Jesús. Pablo
servía al Señor Jesús gustosamente. Estaba tan agradecido y lleno de amor por el Señor Jesús por haberle
rescatado del pecado, del poder de Satanás y del castigo eterno, que ahora se había entregado
voluntariamente al Señor como Su esclavo. Para Pablo esta “esclavitud” no era una carga, sino un gran
privilegio, porque para él no había gozo más grande que el de servir al Señor (1 Ti. 1:12-17):
“Doy gracias a Cristo Jesús nuestro Señor, que me ha fortalecido, porque me
tuvo por fiel, poniéndome en el ministerio; aun habiendo sido yo antes
blasfemo, perseguidor y agresor. Sin embargo, se me mostró misericordia
porque lo hice por ignorancia en mi incredulidad. Pero la gracia de nuestro
Señor fue más que abundante, con la fe y el amor que se hallan en Cristo Jesús.
Palabra fiel y digna de ser aceptada por todos: Cristo Jesús vino al mundo
para salvar a los pecadores, entre los cuales yo soy el primero. Sin embargo,
por esto hallé misericordia, para que en mí, como el primero, Jesucristo
demostrara toda Su paciencia como un ejemplo para los que habrían de creer
en Él para vida eterna. Por tanto, al Rey eterno, inmortal, invisible, único
Dios, a Él sea honor y gloria por los siglos de los siglos. Amén.”
2. “Llamado a ser apóstol”
La palabra “apóstol” quiere decir “uno enviado”. Se usa como verbo del Señor Jesús como “uno
enviado” por Dios en Jn. 17:3b
:
“…Jesucristo, a quien has enviado [griego: apostello].”
En He. 3:1b
está en su forma como sustantivo “apostolos”:
“…Jesús, el Apóstol y Sumo Sacerdote de nuestra fe.”
En su aspecto general es utilizada de varios mensajeros del Evangelio —Hch. 14:4, 14: “los
apóstoles Bernabé y Pablo”; Ro. 16:7: “Andrónico y Junias…se destacan entre los apóstoles”; 1 Ts. 2:6:
“…aunque como apóstoles de Cristo [Pablo, Silas y Timoteo] hubiéramos podido imponer nuestra
autoridad.” La palabra “apostolos” es traducida “mensajero” en 2 Co. 8:23: “…en cuanto a nuestros
Habiendo sido
redimido por el
Señor Jesús de
su esclavitud a
Satanás y el
pecado, Pablo
se entregó como
esclavo voluntario
al Señor.
1:1-17 / INTRODUCCIÓN 9
hermanos [Tito y un hermano no nombrado (v. 18)], son mensajeros de las iglesias…”; y en Fil. 2:25:
“Epafrodito… es su mensajero…”.
El título “apóstol” se usa de manera especial para una persona escogida personalmente por el Señor
Jesús, la cual había acompañado a Cristo en Su ministerio terrenal y quien le había visto después de Su
resurrección (Hch. 1:15, 21-26):
“Pedro… dijo…: ‘Por tanto, es necesario que de los hombres que nos han acompañado todo
el tiempo que el Señor Jesús vivió entre nosotros, comenzando desde el bautismo de Juan,
hasta el día en que de entre nosotros fue recibido arriba al cielo, uno sea constituido testigo
con nosotros de Su resurrección.’ Presentaron a dos: a José, llamado Barrabás, al que
también llamaban Justo, y a Matías. Después de orar, dijeron: ‘Tú, Señor, que conoces el
corazón de todos, muéstranos a cuál de estos dos has escogido para ocupar este ministerio y
apostolado, del cual Judas se desvió para irse al lugar que le correspondía.’ Echaron suertes
y la suerte cayó sobre Matías, y fue contado con los once apóstoles.”
Aunque el apóstol Pablo no estuvo con Jesús durante Su ministerio, y no vio a Cristo entre Su
resurrección y ascensión, sí lo había visto de manera especial en el camino a Damasco (1 Co. 15:8; 9:1):
“Y al último de todos, como a uno nacido fuera de tiempo, se me apareció también a mí…
¿No soy libre? ¿No soy apóstol? ¿No he visto a Jesús nuestro Señor? ¿No son ustedes mi
obra en el Señor?”
Pablo fue comisionado personalmente por el Señor como Su mensajero especial a los gentiles (Hch.
9:15-16; Gá. 2:7-8; Col. 1:1; 1 Ti. 1:1; Gá. 1:1, 15-16a
):
“Pablo, apóstol, no de parte de hombres ni mediante hombre alguno,
sino por medio de Jesucristo y de Dios el Padre que Lo resucitó de
entre los muertos… Pero cuando Dios, que me apartó desde el vientre
de mi madre y me llamó por Su gracia, tuvo a bien revelar a Su Hijo
en mí para que yo Lo anunciara entre los Gentiles…”
En este aspecto especial, nadie más fuera de los doce apóstoles y
Pablo, ha sido llamado “apóstol”.
3. “Apartado para el Evangelio de Dios”
Como apóstol, enviado de Dios, Pablo tenía que desempeñar el ministerio para el cual el Señor le
había comisionado, esto era el de anunciar las Buenas Nuevas de salvación por medio de la fe en Su obra
redentora. Pablo fue “apartado” para este ministerio. La palabra griega traducida “apartado” es
“aphorizo” que en otras partes está usada para la separación de creyentes de los incrédulos (Hch. 19:9):
“Pero cuando algunos [judíos de la sinagoga] se endurecieron y se volvieron desobedientes,
hablando mal del Camino ante la multitud, Pablo se apartó de ellos llevándose a los
discípulos, y discutía diariamente en la escuela de Tirano.”
(2 Co. 6:17):
“Por tanto, ‘SALGAN DE EN MEDIO DE ELLOS Y APÁRTENSE,’ dice el Señor;
‘Y NO TOQUEN LO INMUNDO Is. 52:11
,
y Yo los recibiré.’ ”
Pablo tuvo que apartarse de la sinagoga porque los judíos rechazaron el
Evangelio, y los creyentes Corintios tenían que apartarse de los incrédulos, sin
embargo seguían hablándoles acerca de Cristo. El apartarse en este sentido es no
Pablo vio al Señor Jesús en
el camino a Damasco y fue
comisionado como “apóstol”
—uno enviado— en el
mismo sentido especial que
los 12 apóstoles.
Pablo fue apartado
de este mundo
por el Señor con
el propósito de
llevar el Evangelio a
los que no lo
habían oído.
10 LA CARTA DE PABLO A LOS CREYENTES EN ROMA
participar en su manera de vivir, pero, a la vez, mantener el contacto con fines de poder testificarles.
Pablo era el representante de Jesucristo, Su embajador, y como tal no debía vivir por las cosas de este
mundo, o gastar su tiempo haciendo su propia voluntad, ni tampoco debía predicar su propio mensaje.
Fue escogido para hacer la obra de Cristo, la cual era llevar el Evangelio a los que nunca lo habían oído.
Aunque nosotros no somos apóstoles como Pablo, también
fuimos comprados de nuestra esclavitud a Satanás y al pecado;
fuimos comisionados por el Señor y apartados del mundo para
llevar las Buenas Nuevas a toda criatura.
C. EL MENSAJE DE DIOS: EL EVANGELIO, vv. 1b
-4
1. “El Evangelio que de antemano él prometió ” (NVI), v. 2
v. 2 Nuestro propósito al estudiar la Biblia desde el primer capítulo de Génesis fue
el de conocer la totalidad de la revelación divina como Dios nos la ha dado. Las Buenas
Noticias de Dios anunciadas en esta carta tienen su base en el Antiguo Testamento. El
Evangelio que Pablo estaba predicando no era una novedad, porque “por medio de Sus
profetas, Dios ya había comunicado este mensaje en las santas Escrituras”
(DHH). Pablo confirma este hecho en su carta con no menos de 61 referencias al
Antiguo Testamento. Aunque la iglesia en Roma era principalmente gentil,
probablemente había un buen porcentaje de miembros judíos. A través de toda su carta
Pablo tiene a ambos grupos en su perspectiva, teniendo cuidado de dar respuesta a sus
objeciones e interrogativas que él presiente.
2. “Acerca de Su Hijo”, vv. 3-4
v. 3 El Evangelio es las Buenas Nuevas acerca del Hijo de Dios. Al principio de la carta Pablo
establece la divinidad de “nuestro Señor Jesucristo”. Cuando el ángel Gabriel se le apareció a la virgen
María, le dijo (Lc. 1:32a
):
“Este será grande, y será llamado Hijo del Altísimo.”
A José, quien estaba comprometido con María, se le apareció un ángel en un sueño y le dijo, citando
a Isaías (Mt. 1:23b
):
“ ‘Y LE PONDRÁN POR NOMBRE EMANUEL,’ que traducido significa: ‘DIOS CON NOSOTROS.’ Is. 7:14
”
Cuando Jesús fue bautizado por Juan el Bautista, el Espíritu Santo bajó sobre Él y se oyó una voz
del cielo que decía (Mt. 3:17b
):
“Este es Mi Hijo amado, en quien Me he complacido.”
El Señor Jesús como Hijo de Dios era Dios, pero por su descendencia humana era Hijo de David.
Como Hijo de David es el Mesías — “el Ungido”, como el título “Cristo” también indica (“Cristo” es la
palabra griega para Mesías). Es el Mesías judío prometido por los profetas (Is. 11:1):
“Entonces un retoño brotará del tronco de Isaí,
y un vástago dará fruto de sus raíces.”
(Jer. 23:5-6): “ ‘Vienen días’ —declara el SEÑOR—
‘en que levantaré a David un Renuevo justo;
y Él reinará como rey, actuará sabiamente,
y practicará el derecho y la justicia en la tierra.
El Señor Jesús nos ha librado de
nuestra esclavitud y nos ha comisionado
para compartir el Evangelio.
El Evangelio no
tuvo su origen
en Pablo, sino
que fue
anunciado por
Dios en el
Antiguo
Testamento.
1:1-17 / INTRODUCCIÓN 11
En sus días Judá será salvada,
e Israel morará seguro;
y este es su nombre por el cual será llamado:
“El SEÑOR, justicia nuestra.” ’ ”
(Lc. 1:32-33): “Este será grande y será llamado Hijo
del Altísimo, y el Señor Dios Le dará el trono de Su
padre David; y reinará sobre la casa de Jacob para
siempre, y Su reino no tendrá fin.”
v. 4 Los judíos siempre demandaban señales milagrosas para probar la autenticidad del profeta.
Cuando vinieron a Jesús demandándole una señal les dijo que la única señal que tendrían sería la señal del
profeta Jonás (Mt. 12:38-40, DHH):
“Algunos de los fariseos y maestros de la ley dijeron entonces a Jesús: ‘Maestro, queremos
verte hacer alguna señal milagrosa’.
Jesús les contestó: ‘Esta gente malvada e infiel pide una señal milagrosa; pero no va a
dársele más señal que la del profeta Jonás. Pues así como Jonás estuvo tres días y tres noches
dentro del gran pez, así también el Hijo del hombre estará tres días y tres noches dentro de la
tierra.’ ”
Por medio del milagro de Su resurrección, Jesús “fue declarado Hijo de Dios”. No fue hecho
“Hijo”, sino declarado ser lo que ya era, el eterno Hijo de Dios, como Él mismo dijo (Jn. 17:5):
“Y ahora, glorifícame Tú, Padre, junto a Ti, con la gloria que tenía contigo antes que el
mundo existiera.”
Esta declaración, o gran anuncio, de la Deidad de Jesús fue demostrado plenamente en Su
resurrección. Los mismos judíos entregaron al “Autor de la vida” a los romanos para ser crucificado,
pero Dios le levantó siendo imposible que la muerte le retuviera (Hch. 2:22-24; 3:15):
“Hombres de Israel, escuchen estas palabras: Jesús el Nazareno, varón confirmado por Dios
entre ustedes con milagros, prodigios y señales que Dios hizo en medio de ustedes a través de
Él, tal como ustedes mismos saben. Éste fue entregado por el plan predeterminado y el previo
conocimiento de Dios, y ustedes Lo clavaron en una cruz por manos de impíos y Lo mataron.
Pero Dios Lo resucitó, poniendo fin a la agonía de la muerte, puesto que no era posible que
Él quedara bajo el dominio de ella… y dieron muerte al Autor de la vida, al que Dios resucitó
de entre los muertos, de lo cual nosotros somos testigos.”
El Señor Jesús no pudo ser retenido por la muerte por varias razones:
a. En cuanto a Su humanidad era perfecto y “sin pecado” (He. 4:15).
b. En cuanto a Su divinidad era el “Autor de la vida”, el Creador, Él que pudo dar Su vida en sacrificio
y luego, volverla a tomar (Jn. 10:17b
-18):
“…yo doy Mi vida para tomarla de nuevo. Nadie Me la quita, sino que Yo la doy de Mi
propia voluntad. Tengo autoridad para darla, y tengo autoridad para tomarla de nuevo. Este
mandamiento recibí de Mi Padre.”
c. En cuanto a Su sacrificio por el pecado, “¡Consumado es! (¡Cumplido está!)” (Jn. 19:30). La
muerte es “la paga del pecado” (Ro. 6:23a
), pero el Señor Jesús canceló esa deuda por completo en
la cruz, de modo que ésta no tiene poder sobre Él.
El Señor Jesús es Dios por ser Hijo de Dios,
pero también es humano por ser Hijo de David.
12 LA CARTA DE PABLO A LOS CREYENTES EN ROMA
El Espíritu Santo le resucitó con el poder de Dios, cumpliendo lo que Jesús mismo había profetizado
durante Su ministerio, la señal del profeta Jonás, que no pasaría más de tres días y tres noches en la tumba
(Ef. 1:19-22):
“…y cuál es la extraordinaria grandeza de Su poder [del Padre] para con nosotros los que
creemos, conforme a la eficacia (la energía) de la fuerza de Su poder. Ese poder obró en
Cristo cuando Lo resucitó de entre los muertos y Lo sentó a Su diestra en los lugares
celestiales, muy por encima de todo principado, autoridad, poder, dominio y de todo nombre
que se nombra, no sólo en este siglo sino también en el venidero. Y todo sometió bajo Sus
pies, y a Él lo dio por cabeza sobre todas las cosas a la iglesia…”
La resurrección del Señor Jesús fue el sello divino no solamente a
Su obra de redención, sino también y mayormente de que es el eterno Hijo
de Dios, Vencedor del pecado, la muerte y Satanás.
D. SALUDOS DE PABLO, EL COMISIONADO POR JESUCRISTO PARA LLEVAR
EL EVANGELIO A LOS GENTILES, vv. 5-7.
v. 5 Por medio del Hijo de Dios resucitado, a Pablo le fue concedido el privilegio de predicar “las
inescrutables riquezas de Cristo” a los gentiles. Pablo no merecía este privilegio, sino que le fue dado por
la gracia de Dios, esto es, Su favor inmerecido (Ef. 3:7-8, DHH):
“Y yo he sido puesto al servicio de este mensaje por la bondad y la misericordia que Dios ha
tenido conmigo, quien ha mostrado así su gran poder. Yo soy menos que el más pequeño de
todos los que pertenecen al pueblo santo; pero él me ha concedido este privilegio de anunciar
a los no judíos la buena noticia de las incontables riquezas de Cristo.”
Motivado por su amor al Señor, Pablo promovía una obediencia a la fe cristiana (Ro. 16:26b
, DHH):
“…el plan de Dios se ha dado a conocer a todas las naciones, para que crean y obedezcan.”
En este caso “la obediencia” es sinónimo de creer; obedecer el mandato de creer en Jesús (Jn. 6:28-
29, DHH):
“Le preguntaron [a Jesús]: ‘¿Qué debemos hacer para realizar
las obras que Dios quiere que hagamos?’ Jesús les contestó:
‘La única obra que Dios quiere es que crean en aquel que él ha
enviado.’ ”
vv. 6-7 En estos versículos Pablo dijo a los creyentes en Roma algo acerca de ellos mismos. Les
dijo que son “amados de Dios”. Fue por Su amor al mundo que Dios dio a Su Hijo para salvarlo (Jn.
3:16):
“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo aquel
que cree en Él, no se pierda, sino que tenga vida eterna.”
Pero el amor por los creyentes va mucho más allá que el amor de Dios por Sus criaturas. Es un
amor especial por los que han llegado a ser hijos Suyos. Sabemos que el Padre ama muchísimo a Su Hijo
Jesucristo. Si amamos a nuestros hijos, amaremos también a sus hijos. Nunca debemos dudar del amor
que Dios tiene por nosotros, porque nos ama con el mismo amor infinito con que ama a Su Hijo único (1
Jn. 3:1):
“Miren cuán gran amor nos ha otorgado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios; y
eso somos. Por esto el mundo no nos conoce, porque no Lo conoció a Él.”
Por medio de la resurrección
les fue anunciado a los hombres
que el Señor Jesús es Dios.
A Pablo le fue dado el privilegio de
anunciar el Evangelio a los gentiles.
1:1-17 / INTRODUCCIÓN 13
Pablo también les dijo que fueron “llamados de Jesucristo” o “llamados a ser de Jesucristo”
(RV60) y “llamados a ser santos”. Cuando los creyentes en Roma oyeron y respondieron al Evangelio, a
través del cual el Señor Jesucristo les estaba llamando, llegaron a ser la posesión de Jesucristo. La palabra
“santos” quiere decir “apartados”. Dios ha apartado a todo aquel que cree como Su propiedad. Nadie
puede quitarnos de Él. Jesús dijo (Jn. 10:28-30):
“Yo les doy vida eterna y jamás perecerán, y nadie las arrebatará de Mi mano. Mi Padre que
me las dio es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano del Padre. Yo y el
Padre somos uno.”
Hemos sido apartados de una vida de esclavitud al pecado a una vida de servicio voluntario a Dios.
Ya no somos hijos del diablo sino hijos de Dios, y por eso debemos servirle a Él únicamente (Ro. 6:19b
,
DHH):
“De modo que, así como antes entregaron su cuerpo al servicio de la impureza y la maldad
para hacer lo malo, entreguen también ahora su cuerpo al servicio de la justicia, con el fin de
llevar una vida santa.”
“Gracia y paz a ustedes” Los creyentes en Roma fueron salvos por la gracia de Dios cuando
pusieron su fe en el Señor Jesucristo, y por eso tenían paz con Dios. Aunque esta carta habla mucho
acerca de este tema, en este caso lo que tenemos es un saludo. El saludo griego usual fue simplemente
“saludos” —chairo (Stg. 1:1), que quiere decir: regocíjate, qué estés bien, salud, saludos. Pero Pablo lo
cambió en “gracia” —charis, que tiene el significado de: un favor que da gusto y trae alegría al
recipiente, generando en él gratitud. El saludo acostumbrado de los judíos es “paz” o “shalóm” en
hebreo, y eirene en griego, vocablo que comunica el deseo del que lo expresa que la persona que saluda
tenga tranquilidad personal, armonía con otros, seguridad, prosperidad, descanso y contentamiento.
Lo que Pablo deseaba para los creyentes romanos es que ellos
pudieran gozar del ministerio de capacitación del Espíritu Santo en su
diario vivir; que pudieran descansar en el Señor, dejando todas sus
preocupaciones con Él; que los creyentes romanos no se preocupen,
sino que tengan la paz y confianza en sus corazones de que Dios era
su Padre, y que Él les estaba cuidando bien; y que fueran agradecidos.
E. EL AGRADECIMIENTO DE PABLO A DIOS POR LOS CREYENTES ROMANOS,
Y SU DESEO DE VISITARLES, vv. 8-13
v. 8 Pablo dio gracias al Señor porque la fe de los creyentes romanos era notoria en muchos lugares.
La gente hablaba de su fe en Dios. Esta fe era evidente por la manera en que vivían y por lo que decían.
¿Qué tal nosotros? ¿Qué es lo que dicen nuestros vecinos, y los que viven aun en otros lugares, acerca de
nuestra fe en el Señor Jesús? ¿Se maravillan de la manera en que confiamos en Dios en cada situación, no
importa cuán difícil sea?
v. 9 Aunque Pablo nunca había visitado la iglesia en Roma,
oraba sin cesar por sus miembros. El podía alcanzar a muchas
personas más por medio de la oración que por medio de su
predicación. Nosotros también, debemos orar, los unos por los
otros, por los que estamos evangelizando y por los que no han
oído la Palabra de Dios todavía.
vv. 10-11 Pablo oraba para que el Señor le permitiera ir a visitar a los creyentes en Roma, y que
fuera usado por el Señor para contribuir a su firmeza en la fe y su andar con el Señor. Quería recordarles
esas cosas que ya sabían de la Palabra de Dios, y quería, también, enseñarles cosas nuevas que el Señor le
Todos los creyentes son muy amados
por Dios, llamados por el Evangelio y
apartados como posesión especial
de Él. Deben gozar de Su gracia, y
descansar en Él.
Pablo había escuchado del testimonio de
los creyentes romanos y oraba fielmente
por ellos. Debemos seguir el ejemplo
tanto de los romanos como de Pablo.
14 LA CARTA DE PABLO A LOS CREYENTES EN ROMA
había enseñado. Toda la vida de Pablo fue dedicada a la predicación de la Palabra de Dios. Para él esto
era lo más importante del mundo.
¿Hay personas que nosotros debemos visitar para fortalecerles en la fe? Quizá hayan sido fieles en
un tiempo, pero ya se han extraviado. ¿Qué podemos hacer para ayudarles? La manera de ayudarnos
mutuamente y ayudar también a otras personas es por medio de la oración y la enseñanza del Mensaje
divino. Únicamente las Palabras de Dios pueden traer paz y hacernos fuertes para andar en obediencia al
Señor.
v. 12 Pablo sabía que a través de su visita a Roma y de su enseñanza a los creyentes, él mismo sería
fortalecido y ayudado al oír el testimonio de la gracia y poder de Dios en sus vidas. De la misma manera
que nos necesitan otros creyentes, así nosotros necesitamos la comunión con ellos. Esto lo podemos
ilustrar con una fogata. Cuando queremos una fogata ardiente, colocamos mucha leña en el fuego, pero
cuando ya es demasiado fuerte quitamos algunos tizones. ¿Qué les pasa a los palos que sacamos del
fuego? Ya no se queman con igual fuerza. Lo mismo pasa con
nosotros. Mientras estemos en comunión con otros hermanos
nuestra fe y testimonio brillará como una fogata fuerte. ¿Recuerdan
cómo la primera iglesia en Jerusalén se reunía todos los días, y
cómo, a través de su brillante testimonio, muchos otros fueron
salvos? Es imperativo que estemos reuniéndonos con frecuencia
para que nuestras vidas sean un testimonio luminoso para el Señor a
todos en nuestro alrededor.
v. 13 Pablo tenía un deseo insaciable de compartir la Palabra de Dios con todos. Muchas veces se
había propuesto ir a Roma, pero siempre había sido impedido por la inmensidad de la obra que tenía de
“…anunciar el evangelio donde nunca antes se había oído hablar de Cristo” (Ro. 15:20, DHH). Ahora
que no le quedaba “más lugares para mí en estas regiones” (Ro. 15:23), quería realizar su anhelo de
visitar a los creyentes que vivían en Roma.
¡Cuántas veces nosotros aceptamos a cualquier impedimento como una razón para no ir a alguna
parte con el Evangelio! Decimos: “Seguramente el Señor está cerrando esta puerta”, y no insistimos como
Pablo en lograr una entrada a pesar de la oposición (1 Co. 16:8-9):
“Pero me quedaré en Éfeso hasta Pentecostés; porque se me ha abierto una puerta grande
para el servicio eficaz, aunque también hay muchos adversarios.”
Cuando quiera que leo este versículo me hace pensar en el metro de Londres en
horas pico. Al entrar el tren en la estación hay centenares de personas esperando
abordarlo, y por el otro lado hay centenares de personas adentro del vagón que quieren
desembarcar. Las puertas son anchas y se abren para el libre paso de la gente, pero
con tantas personas tratando de desembarcar la única manera de lograr subir al vagón
antes de que las puertas se vuelvan a cerrar es, olvidar sus buenos modales y empujar
con toda su fuerza en contra de la ola de personas bajando. En la obra cristiana el
hecho de haber una puerta abierta no significa una entrada fácil, sino una oportunidad
para servicio con tal que hagamos el esfuerzo para aprovecharla.
F. LA ENTREGA TOTAL DE PABLO A LA LABOR DE COMPARTIR EL
EVANGELIO, vv. 14-15
v. 14 Pablo se sentía responsable de llevar el Evangelio a todas las personas porque el Señor Jesús
le había encomendado el Evangelio con ese propósito. Él sabía que las Buenas Nuevas de que Jesús
murió por los pecadores pertenecen a todos los pecadores en cada rincón de la tierra, sean:
Un motivo de oración de Pablo en
cuanto a los romanos fue que el Señor
le permitiera visitarles para gozar de
su comunión y compartir con ellos lo
que el Señor le había enseñado.
No debemos ver
las dificultades
tales como si
fueran una puerta
cerrada, sino
insistir hasta que
logremos entrar.
1:1-17 / INTRODUCCIÓN 15
1. “Griegos” —todos los que tenían la cultura greco-romana.
2. “bárbaros” —todas las otras personas en el mundo, las que hablan un idioma distinto al griego.
3. “sabios” —todos los sabios, educados e inteligentes.
4. “ignorantes” —todos que estaban sin entendimiento y carentes de instrucción.
En otras palabras, todos los “cultos o incultos, instruidos o ignorantes” (NVI).
No queda persona alguna en el mundo entero que quede excluido de la oferta de salvación en Cristo
Jesús.
Por ejemplo, supongamos que estabas visitando a un amigo de todos nosotros en otra ciudad.
Cuando saliste él te dio una buena suma de plata para compartir entre todos sus amigos al llegar otra vez a
casa. ¿Sería justo guardar la plata para ti solo y no compartirla? ¡No! Eso estaría muy mal, ¿verdad?
Mientras guarde la plata y no la compartas estarías endeudado con nosotros.
O, supongamos que hay una hambruna donde vives, y muchos están muriendo de hambre. Pero el
gobernador o presidente te llama y te hace su representante para avisar a toda la gente que él tiene comida
gratis para todos aquellos que quieran venir a él para recibirla. ¿Sería justo si tú comieras de la comida
gratis y les ocultaras la oferta a todos los demás? ¡No! Como el representante escogido del gobernador
sería tu responsabilidad avisarles a todos de la provisión de comida gratis para todos.
El Señor Jesús vino al mundo y murió por todos los pecadores. Antes de volver al Cielo,
encomendó las buenas nuevas del Evangelio a todos Sus discípulos para que las dieran a cada persona
aquí en la tierra (Mt. 28:18-20):
“Acercándose Jesús, les dijo: ‘Toda autoridad Me ha sido dada en el cielo y en la tierra.
Vayan, pues, y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre
y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a guardar todo lo que os he mandado; y
¡recuerden! Yo estoy con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo.’ ”
El Evangelio fue encomendado a Pablo de la misma manera que Dios lo
ha encomendado a todos Sus hijos. Por eso, nosotros también somos
responsables de llevar las Buenas Nuevas a todas las personas, porque Dios las
envió justamente para cada individuo sobre el planeta. Qué seamos
igualmente ansiosos como lo fue Pablo para cumplir nuestra responsabilidad.
v. 15 Aunque los creyentes en Roma ya eran salvos Pablo tenía un “gran
anhelo” (NVI) de compartir el Evangelio con ellos. El Señor le había revelado muchas
cosas maravillosas acerca de la salvación y quería asegurarse de que ellos las
entendían. Por cuanto no podía estar con ellos, les escribió esta carta para explicarles
lo que quería enseñarles personalmente. Si el apóstol Pablo pudiera escribir una carta
sobre el Evangelio a los creyentes del siglo veintiuno creo que tendría el mismo
contenido que esta que escribió hace casi dos mil años. El Espíritu Santo le guió al
escribirla para que la Iglesia de Jesucristo pueda comprender plenamente cuán
asombroso es el Evangelio. ¡Qué privilegio tan grande es para nosotros estudiarla!
G. EL PODER DE DIOS Y SU JUSTICIA REVELADOS EN EL EVANGELIO, vv. 16-17
v. 16 ¿Por qué no se sentía avergonzado Pablo de predicar el Evangelio? Porque las Buenas
Nuevas de que Cristo murió por los pecadores, y de que fue sepultado y resucitó al tercer día, es el
mensaje poderoso de Dios que Él usa para librar del pecado, de Satanás y del castigo eterno a todos los
que creen.
Como discípulos de
Cristo, todos tenemos una
obligación de compartir el
Evangelio con todos.
¡Cuán grande es
nuestro honor, al
poder estudiar
las maravillosas
cosas que Dios
le comunicó a
Pablo acerca del
Evangelio!
16 LA CARTA DE PABLO A LOS CREYENTES EN ROMA
Pablo había experimentado el poder del Evangelio en Su propia vida, y había visto el poder de las
Buenas Nuevas de Dios en las vidas de miles de personas en muchos y diferentes países. ¿Recuerdas
cómo tú escuchaste, creíste y fuiste salvo por el Evangelio?
La palabra griega traducida “poder” es “dunamis”.
De este mismo origen vienen nuestras palabras
“dinamita” y “dínamo”. La “dinamita” del Evangelio
destruye la vida vieja, y al mismo tiempo el “dínamo”
del Evangelio genera vida nueva.
¿Recuerdas la historia del libro de los Hechos acerca del tiempo cuando Pablo y Silas estaban
encarcelados en Filipos? ¿Qué pasó cuando estaban cantando alabanzas al Señor a medianoche? El Señor
mandó un terremoto y las puertas de la cárcel fueron abiertas. ¿Quién fue el que vino corriendo y
preguntó a Pablo y a Silas (Hch. 16:30b
):
“Señores, ¿qué debo hacer para ser salvo?”
Fue el carcelero, ¿verdad? Pablo y Silas le contestaron (Hch. 16:31b
):
“Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y toda tu casa”.
¿Creyeron? Claro que sí. ¿Qué fue lo que creyeron? Creyeron el Evangelio. ¿Fueron cambiadas
sus vidas? Por supuesto, y llegaron a ser hijos de Dios. El Evangelio es el mensaje poderoso de Dios que
Él usa para salvar a todo aquel que cree (Ro. 10:17):
“Así que la fe viene del oír, y el oír, por la palabra de Cristo.”
(Stg. 1:18b
): “…Él nos hizo nacer por la palabra de verdad…”
(1 P. 1:23): “Pues han nacido de nuevo, no de una simiente corruptible, sino de
una que es incorruptible, es decir, mediante la palabra de Dios que vive y
permanece.”
Pablo dijo algo más acerca del Evangelio:
“…es el poder de Dios para la salvación de todo el que cree; del Judío primeramente y
también del Griego.”
Este mensaje de que Jesús murió y resucitó por los pecadores, fue entregado primero a Israel. Las
Buenas Nuevas del Salvador que vendría fueron dichas por Dios a Abraham, el padre de los judíos cuando
el Señor le llamó y le prometió que, a través de un descendiente suyo, el resto del mundo sería bendecido
(Gn. 12:1-3):
“Y el SEÑOR dijo a Abram:
‘Vete de tu tierra,
de entre tus parientes
y de la casa de tu padre,
a la tierra que Yo te mostraré.
Haré de ti una nación grande,
y te bendeciré,
engrandeceré tu nombre,
y serás bendición.
Bendeciré a los que te bendigan,
y al que te maldiga, maldeciré.
En ti serán benditas todas las familias de la tierra.”
El Evangelio es el
poder dinámico
que salva de sus
pecados a
todos los que
creen.
1:1-17 / INTRODUCCIÓN 17
(Gá. 3:8): “Y la Escritura, previendo que Dios justificaría a los gentiles por la fe, anunció de
antemano las buenas nuevas a Abraham, diciendo: ‘EN TI SERÁN BENDITAS TODAS LAS
NACIONES’.”
Dios también envió Sus profetas a Israel con Sus promesas acerca del Salvador que habría de venir
(Is. 19:20b
):
“…clamarán al SEÑOR a causa de sus opresores, y Él les enviará un Salvador y un Poderoso,
el cual los librará.”
(Is. 53:5-6): “Pero Él fue herido (traspasado) por nuestras transgresiones,
molido por nuestras iniquidades.
El castigo, por nuestra paz, cayó sobre Él,
y por Sus heridas (llagas) hemos sido sanados.
Todos nosotros nos descarriamos como ovejas,
nos apartamos cada cual por su camino;
pero el SEÑOR hizo que cayera sobre Él
la iniquidad de todos nosotros.”
(Jer. 33:15-16): “En aquellos días y en aquel tiempo haré brotar de David un Renuevo justo, y
Él hará juicio y justicia en la tierra. En aquellos días Judá estará a salvo, y Jerusalén morará
segura, y este es el nombre con el cual será llamada: el SEÑOR, es nuestra justicia.”
(Zac. 9:9; etc.): “¡Regocíjate sobremanera, hija de Sion!
¡Da voces de júbilo, hija de Jerusalén!
Tu Rey viene a ti,
justo y dotado de salvación,
humilde, montado en un asno,
en un pollino, hijo de asna.”
Cuando Jesús nació en este mundo, nació por medio de María, descendiente de Abraham. Los
apóstoles también eran judíos, y fue primero a judíos que les predicaron el mensaje del Evangelio en el
Día de Pentecostés (Hch. 2:14, 22, 36):
“Entonces Pedro, poniéndose en pie con los once apóstoles, alzó la voz y les declaró:
‘Hombres de Judea y todos los que viven en Jerusalén, sea esto de su conocimiento y presten
atención a mis palabras… Hombres de Israel, escuchen estas palabras: “Jesús el Nazareno,
varón confirmado por Dios entre ustedes con milagros, prodigios y señales que Dios hizo en
medio ustedes a través de Él, tal como ustedes mismos saben… Sepa, pues, con certeza toda la
casa de Israel, que a este Jesús a quien ustedes crucificaron, Dios Lo ha hecho Señor y
Cristo.” ’ ”
Las Buenas Nuevas del Salvador que venía fueron enviadas primero a los judíos, y por eso cuando
Pablo llegaba a una ciudad por primera vez, siempre visitaba primero la sinagoga para decirles las Buenas
Nuevas de que el Señor Jesús, el Salvador prometido, había llegado (Hch. 13:14; 14:1; 17:10; 18:5; 19:8;
28:17, 23; 17:1b
-3):
“…llegaron a Tesalónica, donde había una sinagoga de los Judíos. Y Pablo, entró según su
costumbre, y por tres días de reposo discutió con ellos basándose en las Escrituras,
explicando y presentando evidencia de que era necesario que el Cristo padeciera y resucitara
de entre los muertos, y diciendo: ‘Este Jesús, a quien yo les anuncio, es el Cristo’.”
Cuando los judíos rehusaban escuchar, Pablo los dejaba y les predicaba a los gentiles (Hch. 13:45-
47; 14:5-7; 18:6; 19:9-10; 28:24-28):
18 LA CARTA DE PABLO A LOS CREYENTES EN ROMA
“Algunos [judíos] eran persuadidos con lo que se decía, pero otros no creían. Al no estar de
acuerdo entre sí, comenzaron a marcharse después de que Pablo dijo una última palabra:
‘Bien habló el Espíritu Santo a vuestros padres por medio de Isaías el profeta, diciendo:
“VE A ESTE PUEBLO Y DÍ:
‘AL OÍR OIRÁN, Y NO ENTENDERÁN;
Y VIENDO VERÁN, Y NO PERCIBIRÁN;
PORQUE EL CORAZÓN DE ESTE PUEBLO SE HA VUELTO INSENSIBLE,
Y CON DIFICULTAD OYEN CON SUS OÍDOS;
Y SUS OJOS HAN CERRADO;
DE OTRO MODO VERÍAN CON LOS OJOS,
Y OIRÍAN CON LOS OÍDOS,
Y ENTENDERÍAN CON EL CORAZÓN,
Y SE CONVERTIRÍAN,
Y YO LOS SANARÍA.’ ” Is. 6:9-10
Saben, por tanto, que esta salvación de Dios ha sido enviada a los Gentiles.
Ellos sí oirán.’ ”
v. 17 Pablo añadió una última y muy importante cosa acerca del Evangelio: que en el Evangelio
Dios está mostrando a todos cómo Él puede mantener Su propia justicia y, a la vez, perdonar todos los
pecados de los creyentes y aceptarles como perfectamente justos. Aunque Dios quería salvar a los
pecadores del castigo eterno, no lo podía hacer a menos que el castigo justo de su pecado fuera
completamente pagado; haciendo posible así, la única manera de poder aceptarlos como perfectamente
justos.
Cuando Dios dio la Ley a Israel, Él demandó una obediencia absoluta. Él dijo que todos aquellos
que la desobedecieran serían castigados. Pero Dios sabía que, siendo pecadores de nacimiento, ni los
israelitas, ni ningún otro ser humano, podrían obedecer Su santa Ley. Aun así, Dios amaba el mundo y
quería salvar a los pecadores del castigo que la Ley decía que todos merecían. (Al expresarnos así, no
queremos decir que Dios no sabía qué hacer. Dios sí sabía lo que iba a hacer en cuanto a la salvación de
los hombres, aun antes de crear el mundo.) ¿Cómo podía Dios, entonces, salvar a los pecadores? Nunca
podría hacer caso omiso a Su propia Ley, porque eso sería injusto. ¿Cómo podía Dios salvar a los
pecadores y seguir siendo justo?
La respuesta nos es dada en el Evangelio. Siendo que
Cristo pagó el precio completo del castigo del pecado, Dios
puede aceptar como perfectamente justos a los que creen en el
Señor Jesús porque están vestidos con Su justicia. Es esta
justicia divina la que nos es revelada en el Evangelio, y es el
tema de esta carta:
“LA JUSTICIA DE DIOS REVELADA”
davidchrisbrown@gmail.com
El Evangelio debía
ser predicado
primero a los
judíos, pero
cuando ellos lo
rechazaron, lo
llevaron a los
gentiles, quienes
lo recibieron
gozosamente.
En el Evangelio Dios muestra cómo puede
ser justo y, a la vez, perdonar todos los
pecados de los que creen, porque Cristo
pagó el precio completo del pecado.

Más contenido relacionado

La actualidad más candente

Conversión san pablo
Conversión san pabloConversión san pablo
Conversión san pablo
monica eljuri
 
TERCER VIAJE DE SAN PABLO
TERCER VIAJE DE SAN PABLOTERCER VIAJE DE SAN PABLO
TERCER VIAJE DE SAN PABLO
Seminario San Antonio Abad cusco
 
Conversión vocación
Conversión   vocaciónConversión   vocación
Conversión vocación
Seminario San Antonio Abad cusco
 
Formación de san pablo
Formación de san pabloFormación de san pablo
Formación de san pablo
Seminario San Antonio Abad cusco
 
La biblia y la liturgia conferencia
La biblia y la liturgia conferenciaLa biblia y la liturgia conferencia
La biblia y la liturgia conferencia
Seminario San Antonio Abad cusco
 
PABLO PRISIONERO EN JERUSALEN
PABLO PRISIONERO EN JERUSALENPABLO PRISIONERO EN JERUSALEN
PABLO PRISIONERO EN JERUSALEN
Seminario San Antonio Abad cusco
 
Pablo a la luz de las fuentes judías –risto santala
Pablo   a la luz de las fuentes judías –risto santalaPablo   a la luz de las fuentes judías –risto santala
Pablo a la luz de las fuentes judías –risto santala
Yeshiva Torah
 
San pablo 2019 ok con dibujos
San pablo 2019 ok con dibujosSan pablo 2019 ok con dibujos
San pablo 2019 ok con dibujos
carloscalderon
 
PABLO VIAJE A ROMA
PABLO VIAJE A ROMAPABLO VIAJE A ROMA
Pablo Apostol a los Gentiles
Pablo Apostol a los GentilesPablo Apostol a los Gentiles
Pablo Apostol a los Gentiles
marco valdez
 
06 vida 6 viaje 1
06 vida 6 viaje 106 vida 6 viaje 1
06 vida 6 viaje 1
BRIAN MOORE
 
Pablo 6
Pablo 6Pablo 6
06 vida viaje-1
06 vida viaje-106 vida viaje-1
06 vida viaje-1
clasesteologia
 
Proceso histórico de San Pablo
Proceso histórico de San PabloProceso histórico de San Pablo
Proceso histórico de San Pablo
Lucy Marquez
 
01 pablo apostol a gentiles
01 pablo apostol a gentiles01 pablo apostol a gentiles
01 pablo apostol a gentiles
chucho1943
 
San pablo
San pablo San pablo
San pablo
juanjokada
 
08 s.pablo-viaje
08 s.pablo-viaje08 s.pablo-viaje
08 s.pablo-viaje
clasesteologia
 
08vidaviaje2
08vidaviaje208vidaviaje2
08vidaviaje2
coco_6
 
Biografia de pablo de tarso
Biografia de pablo de tarsoBiografia de pablo de tarso
Biografia de pablo de tarso
Juan Segovia
 
Vida de Pablo de Tarso
Vida de Pablo de TarsoVida de Pablo de Tarso
Vida de Pablo de Tarso
Lucy Marquez
 

La actualidad más candente (20)

Conversión san pablo
Conversión san pabloConversión san pablo
Conversión san pablo
 
TERCER VIAJE DE SAN PABLO
TERCER VIAJE DE SAN PABLOTERCER VIAJE DE SAN PABLO
TERCER VIAJE DE SAN PABLO
 
Conversión vocación
Conversión   vocaciónConversión   vocación
Conversión vocación
 
Formación de san pablo
Formación de san pabloFormación de san pablo
Formación de san pablo
 
La biblia y la liturgia conferencia
La biblia y la liturgia conferenciaLa biblia y la liturgia conferencia
La biblia y la liturgia conferencia
 
PABLO PRISIONERO EN JERUSALEN
PABLO PRISIONERO EN JERUSALENPABLO PRISIONERO EN JERUSALEN
PABLO PRISIONERO EN JERUSALEN
 
Pablo a la luz de las fuentes judías –risto santala
Pablo   a la luz de las fuentes judías –risto santalaPablo   a la luz de las fuentes judías –risto santala
Pablo a la luz de las fuentes judías –risto santala
 
San pablo 2019 ok con dibujos
San pablo 2019 ok con dibujosSan pablo 2019 ok con dibujos
San pablo 2019 ok con dibujos
 
PABLO VIAJE A ROMA
PABLO VIAJE A ROMAPABLO VIAJE A ROMA
PABLO VIAJE A ROMA
 
Pablo Apostol a los Gentiles
Pablo Apostol a los GentilesPablo Apostol a los Gentiles
Pablo Apostol a los Gentiles
 
06 vida 6 viaje 1
06 vida 6 viaje 106 vida 6 viaje 1
06 vida 6 viaje 1
 
Pablo 6
Pablo 6Pablo 6
Pablo 6
 
06 vida viaje-1
06 vida viaje-106 vida viaje-1
06 vida viaje-1
 
Proceso histórico de San Pablo
Proceso histórico de San PabloProceso histórico de San Pablo
Proceso histórico de San Pablo
 
01 pablo apostol a gentiles
01 pablo apostol a gentiles01 pablo apostol a gentiles
01 pablo apostol a gentiles
 
San pablo
San pablo San pablo
San pablo
 
08 s.pablo-viaje
08 s.pablo-viaje08 s.pablo-viaje
08 s.pablo-viaje
 
08vidaviaje2
08vidaviaje208vidaviaje2
08vidaviaje2
 
Biografia de pablo de tarso
Biografia de pablo de tarsoBiografia de pablo de tarso
Biografia de pablo de tarso
 
Vida de Pablo de Tarso
Vida de Pablo de TarsoVida de Pablo de Tarso
Vida de Pablo de Tarso
 

Destacado

Rom 01b
Rom 01bRom 01b
Lección 14 - Doctrina y vida de la Iglesia
Lección 14 - Doctrina y vida de la IglesiaLección 14 - Doctrina y vida de la Iglesia
Lección 14 - Doctrina y vida de la Iglesia
Iglesia Cristiana Evangelica Luz del Mundo
 
Lección 13 - Doctrina y vida de la Iglesia
Lección 13 - Doctrina y vida de la IglesiaLección 13 - Doctrina y vida de la Iglesia
Lección 13 - Doctrina y vida de la Iglesia
Iglesia Cristiana Evangelica Luz del Mundo
 
Lección 14 - Doctrina y vida de la Iglesia
Lección 14 - Doctrina y vida de la IglesiaLección 14 - Doctrina y vida de la Iglesia
Lección 14 - Doctrina y vida de la Iglesia
Iglesia Cristiana Evangelica Luz del Mundo
 
Lección1 - Seguros en Cristo
Lección1 - Seguros en CristoLección1 - Seguros en Cristo
Lección1 - Seguros en Cristo
Iglesia Cristiana Evangelica Luz del Mundo
 
Rom 03
Rom 03Rom 03
Rom 03b
Rom 03bRom 03b
Rom 02
Rom 02Rom 02
Lección 1 - Seguros en Cristo
Lección 1 - Seguros en CristoLección 1 - Seguros en Cristo
Lección 1 - Seguros en Cristo
Iglesia Cristiana Evangelica Luz del Mundo
 
Lección # 2 - ECF - Etapa 1 - Ampliada
Lección # 2 - ECF - Etapa 1 - AmpliadaLección # 2 - ECF - Etapa 1 - Ampliada
Lección # 2 - ECF - Etapa 1 - Ampliada
Iglesia Cristiana Evangelica Luz del Mundo
 
Rom 02b
Rom 02bRom 02b
Lección # 30 - ECF - Etapa 1 - Ampliada
Lección # 30 - ECF - Etapa 1 - AmpliadaLección # 30 - ECF - Etapa 1 - Ampliada
Lección # 30 - ECF - Etapa 1 - Ampliada
Iglesia Cristiana Evangelica Luz del Mundo
 
Lección 13 - Doctrina y vida de la Iglesia
Lección 13 - Doctrina y vida de la IglesiaLección 13 - Doctrina y vida de la Iglesia
Lección 13 - Doctrina y vida de la Iglesia
Iglesia Cristiana Evangelica Luz del Mundo
 

Destacado (13)

Rom 01b
Rom 01bRom 01b
Rom 01b
 
Lección 14 - Doctrina y vida de la Iglesia
Lección 14 - Doctrina y vida de la IglesiaLección 14 - Doctrina y vida de la Iglesia
Lección 14 - Doctrina y vida de la Iglesia
 
Lección 13 - Doctrina y vida de la Iglesia
Lección 13 - Doctrina y vida de la IglesiaLección 13 - Doctrina y vida de la Iglesia
Lección 13 - Doctrina y vida de la Iglesia
 
Lección 14 - Doctrina y vida de la Iglesia
Lección 14 - Doctrina y vida de la IglesiaLección 14 - Doctrina y vida de la Iglesia
Lección 14 - Doctrina y vida de la Iglesia
 
Lección1 - Seguros en Cristo
Lección1 - Seguros en CristoLección1 - Seguros en Cristo
Lección1 - Seguros en Cristo
 
Rom 03
Rom 03Rom 03
Rom 03
 
Rom 03b
Rom 03bRom 03b
Rom 03b
 
Rom 02
Rom 02Rom 02
Rom 02
 
Lección 1 - Seguros en Cristo
Lección 1 - Seguros en CristoLección 1 - Seguros en Cristo
Lección 1 - Seguros en Cristo
 
Lección # 2 - ECF - Etapa 1 - Ampliada
Lección # 2 - ECF - Etapa 1 - AmpliadaLección # 2 - ECF - Etapa 1 - Ampliada
Lección # 2 - ECF - Etapa 1 - Ampliada
 
Rom 02b
Rom 02bRom 02b
Rom 02b
 
Lección # 30 - ECF - Etapa 1 - Ampliada
Lección # 30 - ECF - Etapa 1 - AmpliadaLección # 30 - ECF - Etapa 1 - Ampliada
Lección # 30 - ECF - Etapa 1 - Ampliada
 
Lección 13 - Doctrina y vida de la Iglesia
Lección 13 - Doctrina y vida de la IglesiaLección 13 - Doctrina y vida de la Iglesia
Lección 13 - Doctrina y vida de la Iglesia
 

Similar a Rom 01

San Pablo 1 - Raices Culturales y Conversión
San Pablo   1 - Raices Culturales y ConversiónSan Pablo   1 - Raices Culturales y Conversión
San Pablo 1 - Raices Culturales y Conversión
Martin M Flynn
 
Viajes de pablo
Viajes de pabloViajes de pablo
Viajes de pablo
Diego Castro
 
San Pablo Apóstol
San Pablo ApóstolSan Pablo Apóstol
San Pablo Apóstol
Apora
 
San pablo
San pabloSan pablo
San pablo
Carmen Calpe
 
Pablo de tarso
Pablo de tarsoPablo de tarso
Pablo de tarso
Juan Sánchez
 
05 s.pablo-conversion
05 s.pablo-conversion05 s.pablo-conversion
05 s.pablo-conversion
clasesteologia
 
1.b.san pablo
1.b.san pablo1.b.san pablo
Pablo
Pablo Pablo
04 vida 4 conversion-vocacion
04 vida 4 conversion-vocacion04 vida 4 conversion-vocacion
04 vida 4 conversion-vocacion
BRIAN MOORE
 
04vida4conversionvocacion
04vida4conversionvocacion04vida4conversionvocacion
04vida4conversionvocacion
coco_6
 
Efectos del cristianismo
Efectos del cristianismoEfectos del cristianismo
Efectos del cristianismo
Freekidstories
 
"San Pablo" Conversión - Vocación
"San Pablo" Conversión - Vocación"San Pablo" Conversión - Vocación
"San Pablo" Conversión - Vocación
CIE UCP
 
03 s.pablo-perseguidor
03 s.pablo-perseguidor03 s.pablo-perseguidor
03 s.pablo-perseguidor
clasesteologia
 
Pablo3 Perseguidor
Pablo3 PerseguidorPablo3 Perseguidor
Pablo3 Perseguidor
Nombre Apellidos
 
03 vida 3 perseguidor
03 vida 3 perseguidor03 vida 3 perseguidor
03 vida 3 perseguidor
BRIAN MOORE
 
03vida3perseguidor
03vida3perseguidor03vida3perseguidor
03vida3perseguidor
coco_6
 
San pablo
San pabloSan pablo
San pablo
JOSEBETHVICTORIA
 
Historia de la iglesia 1 2014
Historia de la iglesia 1 2014Historia de la iglesia 1 2014
Historia de la iglesia 1 2014
givari
 
Libro complementario | Capítulo 11 | Pablo: Antecedentes y llamado a la misió...
Libro complementario | Capítulo 11 | Pablo: Antecedentes y llamado a la misió...Libro complementario | Capítulo 11 | Pablo: Antecedentes y llamado a la misió...
Libro complementario | Capítulo 11 | Pablo: Antecedentes y llamado a la misió...
jespadill
 
Pablo Perseguidor y Convertido
Pablo Perseguidor y ConvertidoPablo Perseguidor y Convertido
Pablo Perseguidor y Convertido
Alexander Bejarano Gonzalez
 

Similar a Rom 01 (20)

San Pablo 1 - Raices Culturales y Conversión
San Pablo   1 - Raices Culturales y ConversiónSan Pablo   1 - Raices Culturales y Conversión
San Pablo 1 - Raices Culturales y Conversión
 
Viajes de pablo
Viajes de pabloViajes de pablo
Viajes de pablo
 
San Pablo Apóstol
San Pablo ApóstolSan Pablo Apóstol
San Pablo Apóstol
 
San pablo
San pabloSan pablo
San pablo
 
Pablo de tarso
Pablo de tarsoPablo de tarso
Pablo de tarso
 
05 s.pablo-conversion
05 s.pablo-conversion05 s.pablo-conversion
05 s.pablo-conversion
 
1.b.san pablo
1.b.san pablo1.b.san pablo
1.b.san pablo
 
Pablo
Pablo Pablo
Pablo
 
04 vida 4 conversion-vocacion
04 vida 4 conversion-vocacion04 vida 4 conversion-vocacion
04 vida 4 conversion-vocacion
 
04vida4conversionvocacion
04vida4conversionvocacion04vida4conversionvocacion
04vida4conversionvocacion
 
Efectos del cristianismo
Efectos del cristianismoEfectos del cristianismo
Efectos del cristianismo
 
"San Pablo" Conversión - Vocación
"San Pablo" Conversión - Vocación"San Pablo" Conversión - Vocación
"San Pablo" Conversión - Vocación
 
03 s.pablo-perseguidor
03 s.pablo-perseguidor03 s.pablo-perseguidor
03 s.pablo-perseguidor
 
Pablo3 Perseguidor
Pablo3 PerseguidorPablo3 Perseguidor
Pablo3 Perseguidor
 
03 vida 3 perseguidor
03 vida 3 perseguidor03 vida 3 perseguidor
03 vida 3 perseguidor
 
03vida3perseguidor
03vida3perseguidor03vida3perseguidor
03vida3perseguidor
 
San pablo
San pabloSan pablo
San pablo
 
Historia de la iglesia 1 2014
Historia de la iglesia 1 2014Historia de la iglesia 1 2014
Historia de la iglesia 1 2014
 
Libro complementario | Capítulo 11 | Pablo: Antecedentes y llamado a la misió...
Libro complementario | Capítulo 11 | Pablo: Antecedentes y llamado a la misió...Libro complementario | Capítulo 11 | Pablo: Antecedentes y llamado a la misió...
Libro complementario | Capítulo 11 | Pablo: Antecedentes y llamado a la misió...
 
Pablo Perseguidor y Convertido
Pablo Perseguidor y ConvertidoPablo Perseguidor y Convertido
Pablo Perseguidor y Convertido
 

Más de Iglesia Cristiana Evangelica Luz del Mundo

Capitulo 8 de cimientos firme
Capitulo 8 de cimientos firmeCapitulo 8 de cimientos firme
Capitulo 8 de cimientos firme
Iglesia Cristiana Evangelica Luz del Mundo
 
Lección #7 - Seguros En Cristo- Etapa 2
Lección #7 - Seguros En Cristo- Etapa 2Lección #7 - Seguros En Cristo- Etapa 2
Lección #7 - Seguros En Cristo- Etapa 2
Iglesia Cristiana Evangelica Luz del Mundo
 
Lección #6 - Seguros En Cristo- Etapa 2
Lección #6 - Seguros En Cristo- Etapa 2Lección #6 - Seguros En Cristo- Etapa 2
Lección #6 - Seguros En Cristo- Etapa 2
Iglesia Cristiana Evangelica Luz del Mundo
 
Lección #5 - Seguros En Cristo- Etapa 2
Lección #5 - Seguros En Cristo- Etapa 2Lección #5 - Seguros En Cristo- Etapa 2
Lección #5 - Seguros En Cristo- Etapa 2
Iglesia Cristiana Evangelica Luz del Mundo
 
Lección #4 - Seguros En Cristo- Etapa 2
Lección #4 - Seguros En Cristo- Etapa 2Lección #4 - Seguros En Cristo- Etapa 2
Lección #4 - Seguros En Cristo- Etapa 2
Iglesia Cristiana Evangelica Luz del Mundo
 
Lección #3 - Seguros En Cristo- Etapa 2
Lección #3 - Seguros En Cristo- Etapa 2Lección #3 - Seguros En Cristo- Etapa 2
Lección #3 - Seguros En Cristo- Etapa 2
Iglesia Cristiana Evangelica Luz del Mundo
 
Lección #2 - Seguros En Cristo- Etapa 2
Lección #2 - Seguros En Cristo- Etapa 2Lección #2 - Seguros En Cristo- Etapa 2
Lección #2 - Seguros En Cristo- Etapa 2
Iglesia Cristiana Evangelica Luz del Mundo
 
Lección # 1 - Seguros En Cristo- Etapa 2
Lección # 1 - Seguros En Cristo- Etapa 2Lección # 1 - Seguros En Cristo- Etapa 2
Lección # 1 - Seguros En Cristo- Etapa 2
Iglesia Cristiana Evangelica Luz del Mundo
 
Desafíos para el 2018
Desafíos para el 2018Desafíos para el 2018
Lección # 74 - ECF - Etapa 1 - Ampliada
Lección # 74 - ECF - Etapa 1 - AmpliadaLección # 74 - ECF - Etapa 1 - Ampliada
Lección # 74 - ECF - Etapa 1 - Ampliada
Iglesia Cristiana Evangelica Luz del Mundo
 
Lección # 73 - ECF - Etapa 1 - Ampliada
Lección # 73 - ECF - Etapa 1 - AmpliadaLección # 73 - ECF - Etapa 1 - Ampliada
Lección # 73 - ECF - Etapa 1 - Ampliada
Iglesia Cristiana Evangelica Luz del Mundo
 
Lección # 72 - ECF - Etapa 1 - Ampliada
Lección # 72 - ECF - Etapa 1 - AmpliadaLección # 72 - ECF - Etapa 1 - Ampliada
Lección # 72 - ECF - Etapa 1 - Ampliada
Iglesia Cristiana Evangelica Luz del Mundo
 
Lección # 71 - ECF - Etapa 1 - Ampliada
Lección # 71 - ECF - Etapa 1 - AmpliadaLección # 71 - ECF - Etapa 1 - Ampliada
Lección # 71 - ECF - Etapa 1 - Ampliada
Iglesia Cristiana Evangelica Luz del Mundo
 
Lección # 70 - ECF - Etapa 1 - Ampliada
Lección # 70 - ECF - Etapa 1 - AmpliadaLección # 70 - ECF - Etapa 1 - Ampliada
Lección # 70 - ECF - Etapa 1 - Ampliada
Iglesia Cristiana Evangelica Luz del Mundo
 
Lección # 69 - ECF - Etapa 1 - Ampliada
Lección # 69 - ECF - Etapa 1 - AmpliadaLección # 69 - ECF - Etapa 1 - Ampliada
Lección # 69 - ECF - Etapa 1 - Ampliada
Iglesia Cristiana Evangelica Luz del Mundo
 
Lección # 68 - ECF - Etapa 1 - Ampliada
Lección # 68 - ECF - Etapa 1 - AmpliadaLección # 68 - ECF - Etapa 1 - Ampliada
Lección # 68 - ECF - Etapa 1 - Ampliada
Iglesia Cristiana Evangelica Luz del Mundo
 
Lección # 67 - ECF - Etapa 1 - Ampliada
Lección # 67 - ECF - Etapa 1 - AmpliadaLección # 67 - ECF - Etapa 1 - Ampliada
Lección # 67 - ECF - Etapa 1 - Ampliada
Iglesia Cristiana Evangelica Luz del Mundo
 
Lección # 66 - ECF - Etapa 1 - Ampliada
Lección # 66 - ECF - Etapa 1 - AmpliadaLección # 66 - ECF - Etapa 1 - Ampliada
Lección # 66 - ECF - Etapa 1 - Ampliada
Iglesia Cristiana Evangelica Luz del Mundo
 
Lección # 65 - ECF - Etapa 1 - Ampliada
Lección # 65 - ECF - Etapa 1 - AmpliadaLección # 65 - ECF - Etapa 1 - Ampliada
Lección # 65 - ECF - Etapa 1 - Ampliada
Iglesia Cristiana Evangelica Luz del Mundo
 
Lección # 64 - ECF - Etapa 1 - Ampliada
Lección # 64 - ECF - Etapa 1 - AmpliadaLección # 64 - ECF - Etapa 1 - Ampliada
Lección # 64 - ECF - Etapa 1 - Ampliada
Iglesia Cristiana Evangelica Luz del Mundo
 

Más de Iglesia Cristiana Evangelica Luz del Mundo (20)

Capitulo 8 de cimientos firme
Capitulo 8 de cimientos firmeCapitulo 8 de cimientos firme
Capitulo 8 de cimientos firme
 
Lección #7 - Seguros En Cristo- Etapa 2
Lección #7 - Seguros En Cristo- Etapa 2Lección #7 - Seguros En Cristo- Etapa 2
Lección #7 - Seguros En Cristo- Etapa 2
 
Lección #6 - Seguros En Cristo- Etapa 2
Lección #6 - Seguros En Cristo- Etapa 2Lección #6 - Seguros En Cristo- Etapa 2
Lección #6 - Seguros En Cristo- Etapa 2
 
Lección #5 - Seguros En Cristo- Etapa 2
Lección #5 - Seguros En Cristo- Etapa 2Lección #5 - Seguros En Cristo- Etapa 2
Lección #5 - Seguros En Cristo- Etapa 2
 
Lección #4 - Seguros En Cristo- Etapa 2
Lección #4 - Seguros En Cristo- Etapa 2Lección #4 - Seguros En Cristo- Etapa 2
Lección #4 - Seguros En Cristo- Etapa 2
 
Lección #3 - Seguros En Cristo- Etapa 2
Lección #3 - Seguros En Cristo- Etapa 2Lección #3 - Seguros En Cristo- Etapa 2
Lección #3 - Seguros En Cristo- Etapa 2
 
Lección #2 - Seguros En Cristo- Etapa 2
Lección #2 - Seguros En Cristo- Etapa 2Lección #2 - Seguros En Cristo- Etapa 2
Lección #2 - Seguros En Cristo- Etapa 2
 
Lección # 1 - Seguros En Cristo- Etapa 2
Lección # 1 - Seguros En Cristo- Etapa 2Lección # 1 - Seguros En Cristo- Etapa 2
Lección # 1 - Seguros En Cristo- Etapa 2
 
Desafíos para el 2018
Desafíos para el 2018Desafíos para el 2018
Desafíos para el 2018
 
Lección # 74 - ECF - Etapa 1 - Ampliada
Lección # 74 - ECF - Etapa 1 - AmpliadaLección # 74 - ECF - Etapa 1 - Ampliada
Lección # 74 - ECF - Etapa 1 - Ampliada
 
Lección # 73 - ECF - Etapa 1 - Ampliada
Lección # 73 - ECF - Etapa 1 - AmpliadaLección # 73 - ECF - Etapa 1 - Ampliada
Lección # 73 - ECF - Etapa 1 - Ampliada
 
Lección # 72 - ECF - Etapa 1 - Ampliada
Lección # 72 - ECF - Etapa 1 - AmpliadaLección # 72 - ECF - Etapa 1 - Ampliada
Lección # 72 - ECF - Etapa 1 - Ampliada
 
Lección # 71 - ECF - Etapa 1 - Ampliada
Lección # 71 - ECF - Etapa 1 - AmpliadaLección # 71 - ECF - Etapa 1 - Ampliada
Lección # 71 - ECF - Etapa 1 - Ampliada
 
Lección # 70 - ECF - Etapa 1 - Ampliada
Lección # 70 - ECF - Etapa 1 - AmpliadaLección # 70 - ECF - Etapa 1 - Ampliada
Lección # 70 - ECF - Etapa 1 - Ampliada
 
Lección # 69 - ECF - Etapa 1 - Ampliada
Lección # 69 - ECF - Etapa 1 - AmpliadaLección # 69 - ECF - Etapa 1 - Ampliada
Lección # 69 - ECF - Etapa 1 - Ampliada
 
Lección # 68 - ECF - Etapa 1 - Ampliada
Lección # 68 - ECF - Etapa 1 - AmpliadaLección # 68 - ECF - Etapa 1 - Ampliada
Lección # 68 - ECF - Etapa 1 - Ampliada
 
Lección # 67 - ECF - Etapa 1 - Ampliada
Lección # 67 - ECF - Etapa 1 - AmpliadaLección # 67 - ECF - Etapa 1 - Ampliada
Lección # 67 - ECF - Etapa 1 - Ampliada
 
Lección # 66 - ECF - Etapa 1 - Ampliada
Lección # 66 - ECF - Etapa 1 - AmpliadaLección # 66 - ECF - Etapa 1 - Ampliada
Lección # 66 - ECF - Etapa 1 - Ampliada
 
Lección # 65 - ECF - Etapa 1 - Ampliada
Lección # 65 - ECF - Etapa 1 - AmpliadaLección # 65 - ECF - Etapa 1 - Ampliada
Lección # 65 - ECF - Etapa 1 - Ampliada
 
Lección # 64 - ECF - Etapa 1 - Ampliada
Lección # 64 - ECF - Etapa 1 - AmpliadaLección # 64 - ECF - Etapa 1 - Ampliada
Lección # 64 - ECF - Etapa 1 - Ampliada
 

Último

Folleto de las principales oraciones de la iglesia católica.docx
Folleto de las principales oraciones de la iglesia católica.docxFolleto de las principales oraciones de la iglesia católica.docx
Folleto de las principales oraciones de la iglesia católica.docx
SantosGuidoRodrguez
 
El Corazón de Jesús en la espiritualidad de Luisa de Marillac
El Corazón de Jesús en la espiritualidad de Luisa de MarillacEl Corazón de Jesús en la espiritualidad de Luisa de Marillac
El Corazón de Jesús en la espiritualidad de Luisa de Marillac
Famvin: the Worldwide Vincentian Family
 
ASM14-IF-Teórico.pdf Filosofía academia ADUNI
ASM14-IF-Teórico.pdf Filosofía academia ADUNIASM14-IF-Teórico.pdf Filosofía academia ADUNI
ASM14-IF-Teórico.pdf Filosofía academia ADUNI
mathiasalonso201111
 
Te costara todo steve lawson discípulo pdf
Te costara todo steve lawson discípulo pdfTe costara todo steve lawson discípulo pdf
Te costara todo steve lawson discípulo pdf
CRISTINAULLOA12
 
la Vidas juveniles victoriosas en la espiritualidad
la Vidas juveniles victoriosas en la espiritualidadla Vidas juveniles victoriosas en la espiritualidad
la Vidas juveniles victoriosas en la espiritualidad
FranciscoJoseFloresG1
 
Antropología Filosófica facil de entender.ppt
Antropología Filosófica facil de entender.pptAntropología Filosófica facil de entender.ppt
Antropología Filosófica facil de entender.ppt
FacundoRiquel
 
Voces 1 de samuel 17 Centro de Enseñanza CED.pptx
Voces 1 de samuel 17 Centro de Enseñanza CED.pptxVoces 1 de samuel 17 Centro de Enseñanza CED.pptx
Voces 1 de samuel 17 Centro de Enseñanza CED.pptx
jenune
 
La inerpretación del Evangelio de san Lucas.pdf
La inerpretación del Evangelio de san Lucas.pdfLa inerpretación del Evangelio de san Lucas.pdf
La inerpretación del Evangelio de san Lucas.pdf
adyesp
 

Último (8)

Folleto de las principales oraciones de la iglesia católica.docx
Folleto de las principales oraciones de la iglesia católica.docxFolleto de las principales oraciones de la iglesia católica.docx
Folleto de las principales oraciones de la iglesia católica.docx
 
El Corazón de Jesús en la espiritualidad de Luisa de Marillac
El Corazón de Jesús en la espiritualidad de Luisa de MarillacEl Corazón de Jesús en la espiritualidad de Luisa de Marillac
El Corazón de Jesús en la espiritualidad de Luisa de Marillac
 
ASM14-IF-Teórico.pdf Filosofía academia ADUNI
ASM14-IF-Teórico.pdf Filosofía academia ADUNIASM14-IF-Teórico.pdf Filosofía academia ADUNI
ASM14-IF-Teórico.pdf Filosofía academia ADUNI
 
Te costara todo steve lawson discípulo pdf
Te costara todo steve lawson discípulo pdfTe costara todo steve lawson discípulo pdf
Te costara todo steve lawson discípulo pdf
 
la Vidas juveniles victoriosas en la espiritualidad
la Vidas juveniles victoriosas en la espiritualidadla Vidas juveniles victoriosas en la espiritualidad
la Vidas juveniles victoriosas en la espiritualidad
 
Antropología Filosófica facil de entender.ppt
Antropología Filosófica facil de entender.pptAntropología Filosófica facil de entender.ppt
Antropología Filosófica facil de entender.ppt
 
Voces 1 de samuel 17 Centro de Enseñanza CED.pptx
Voces 1 de samuel 17 Centro de Enseñanza CED.pptxVoces 1 de samuel 17 Centro de Enseñanza CED.pptx
Voces 1 de samuel 17 Centro de Enseñanza CED.pptx
 
La inerpretación del Evangelio de san Lucas.pdf
La inerpretación del Evangelio de san Lucas.pdfLa inerpretación del Evangelio de san Lucas.pdf
La inerpretación del Evangelio de san Lucas.pdf
 

Rom 01

  • 1. 1:1-17 / INTRODUCCIÓN 3 I. INTRODUCCIÓN, 1:1-17 A. EL DESTINATARIO: LA IGLESIA DE JESUCRISTO EN ROMA 1. Roma La historia de Roma tiene sus orígenes en las tribus que llegaron a Italia desde distintas partes de Europa y Asia, unos tres mil años antes de Cristo. El primer rey de Roma fue Rómulo, quien en 753 a.C. dio comienzo a la Monarquía que duró hasta 509 a.C. Esta fue reemplazada por la República. Durante esta época la nación creció rápidamente, extendiéndose en todas las fronteras. En 27 a.C. Octavo se proclamó “príncipe”, tomando control de las fuerzas militares y también de la religión del estado, estableciéndose como un dios digno de ser adorado. De esta manera dio luz a la tercera época de la historia romana: el Imperio, que continuó hasta 476 d.C. Aunque los romanos conquistaron violentamente a sus enemigos, mantenían la ley y el orden a todo costo y respondieron a toda rebeldía con severa crueldad, el trato que generalmente dieron a los pueblos conquistados fue equilibrado y justo. Generalmente permitían la práctica de la religión nativa con tal que ésta no interfiriera con el gobierno. Los judíos gozaban de una libertad religiosa, y luego, los cristianos también por parecer como una secta del judaísmo. Cuando Pablo escribió esta carta en 57 - 58 d.C. los creyentes todavía gozaban esta libertad, aunque poco tiempo después en los años finales de Nerón, quien reinó entre 54 - 68 d.C., sufrieron una cruel persecución. Las descripciones de la ciudad nos hacen pensar en muchas otras ciudades, aun de nuestra época, con su magnífica arquitectura —el Panteón, la basílica Julia, el templo de Apolo, el Foro y muchos otros edificios grandiosos, sin mencionar las lujosas casas de los ricos edificadas en las colinas y áreas suburbanas— todo lo cual hace un contraste agudo con las viviendas de la mayoría de los habitantes que existían en una pobreza miserable en casas multifamiliares, calles estrechas, sucias y ruidosas, donde abundaba el crimen de toda clase. Cuando Pablo escribió esta carta la ciudad tenía casi un millón de habitantes procedentes de todas partes del imperio. Había una colonia judía de unas 30.000 personas y trece sinagogas. 2. La iglesia en Roma Pablo todavía no había visitado a Roma, aunque conocía a varios de los miembros (Ro. 16:3-16), pero tenía bastantes ganas de conocer a la iglesia personalmente (Ro. 1:13): “…con frecuencia he hecho planes para ir a visitarlos, pero hasta ahora me he visto impedido…” Posiblemente la iglesia fue fundada por “viajeros de Roma, tanto judíos como prosélitos” que escucharon el mensaje de Pedro en el Pentecostés (Hch. 2:10), o por personas como Aquila y Priscila que escucharon el Evangelio en otras partes y después pasaron a vivir en la capital del imperio (Ro. 16:3-5). Los miembros eran principalmente gentiles, aunque también había un buen grupo de judíos convertidos. Parece que la iglesia consistía en varios grupos que se reunían en casas distintas (Ro. 16:3, 5, 14, 15): “Saluden a Priscila y a Aquila… Saluden también a la iglesia que está en su casa… Saluden a Asíncrito, a Flegonte, a Hermes, a Patrobas, a Hermas, y a los hermanos con ellos…Saluden a Filólogo y a Julia, a Nereo y a su hermana, y a Olimpas, y a todos los santos que están con ellos.”
  • 2. 4 LA CARTA DE PABLO A LOS CREYENTES EN ROMA B. EL ESCRITOR: PABLO, v. 1 v. 1 Pablo nació en un hogar judío de no bajos recursos, en la ciudad de Tarso, capital de la provincia romana de Cilicia (Hch. 21:39; 22:3). Tarso fue fundada por fenicios a orillas del río Cidno, no lejos del mar. Durante la época de los Seléucidas fue sometida a una profunda aculturación griega. Se distinguió por su prestigio científico y tenía un agradable ambiente intelectual y sus ciudadanos eran muy dados a la filosofía. Fue uno de tres centros universitarios, famosa por su cultura y enseñanza, pero a la vez muy corrupta. Cuando Pablo nació era una mezcla de influencias orientales, griegas y romanas. No sabemos la fecha de su nacimiento, pero generalmente se considera cerca a la fecha del nacimiento de Jesús. Pablo tenía el privilegio codiciable de ser ciudadano romano por nacimiento (Hch. 16:37-38; 22:27-28): “Vino el comandante a Pablo y le dijo: ‘Dime, ¿eres romano?’ ‘Sí’, contestó él. Y el comandante respondió: ‘Yo adquirí esta ciudadanía por una gran cantidad de dinero’. ‘Pero yo soy ciudadano de nacimiento,’ le dijo Pablo.” Su padre pertenecía a la estricta secta judía de los fariseos, y cuando Pablo creció llegó a ser miembro de la misma secta (Hch. 23:6): “Hermanos, yo soy Fariseo, hijo de Fariseos” Fue criado y educado en Jerusalén “a los pies de Gamaliel”, el más famoso doctor de la ley judía (Hch. 22:3): “Yo soy Judío, nacido en Tarso de Cilicia, pero criado en esta ciudad, educado bajo Gamaliel en estricta conformidad a la ley de nuestros padres, siendo tan celoso de Dios como todos ustedes lo son hoy.” Probablemente Pablo o Saulo, como era conocido antes de ser salvo, era un miembro del concilio, cuyos miembros no tenían menos de 30 años (Hch. 6:12b ; 7:58; 8:1ª; 26:10b ): “…y cayendo sobre él [Esteban], lo arrestaron y lo trajeron al concilio (Sanedrín)… Echándolo fuera de la ciudad, comenzaron a apedrearlo; y los testigos pusieron sus mantos a los pies de un joven llamado Saulo… Y Saulo estaba de completo acuerdo con ellos en su muerte… ‘cuando eran condenados a muerte, yo añadía mi voto.’ ” Pablo era muy celoso por su fe judía, y creía que estaba haciendo la voluntad de Dios al perseguir a los cristianos (Hch. 26:9- 11): “Yo ciertamente había creído que debía hacer muchos males en contra del nombre de Jesús de Nazaret. Esto es precisamente lo que hice en Jerusalén. No sólo encerré en cárceles a muchos de los santos con la autoridad recibida de los principales sacerdotes, sino que también, cuando eran condenados a muerte, yo añadía mi voto. Castigándolos con frecuencia en todas las sinagogas, procuraba obligarlos a blasfemar, y enfurecido contra ellos, seguía persiguiéndolos aun hasta en las ciudades extranjeras.” Saulo pidió cartas del sumo sacerdote judío en Jerusalén para las sinagogas en Damasco para que los judíos le ayudaran a buscar a los cristianos para poderlos llevar cautivos a Jerusalén para ser enjuiciados Saulo nació en Tarso. Fue criado en Jerusalén y educado bajo el eminente Gamaliel. Llegó a ser fariseo y perseguía a los cristianos.
  • 3. 1:1-17 / INTRODUCCIÓN 5 delante del concilio. Con las cartas en la mano salió para Damasco, cada respiro suyo estaba lleno de amenazas y muerte para los cristianos (Hch. 9:1-2): “Saulo, respirando todavía amenazas y muerte contra los discípulos del Señor, fue al sumo sacerdote, y le pidió cartas para las sinagogas de Damasco, para que si encontraba algunos que pertenecieran al Camino (de Jesús), tanto hombres como mujeres, los pudiera llevar atados a Jerusalén.” Cuando se acercaba a Damasco se le apareció el Señor Jesucristo en una brillante luz del cielo, y le preguntó (Hch. 9:4b ): “Saulo, Saulo, ¿por qué Me persigues?” Saulo, muy asustado le preguntó quién era, y el Señor le contestó (Hch. 9:5b ): “Yo soy Jesús, a quien tú persigues”. Después de la visión Saulo quedó ciego, y fue llevado a Damasco, donde pasó tres días en ayuno (Hch. 9:8-9): “Saulo se levantó del suelo, y aunque sus ojos estaban abiertos, no veía nada; y llevándolo por la mano, lo trajeron a Damasco. Estuvo tres días sin ver, y no comió ni bebió.” Esos tres días de ceguera fueron tiempo suficiente para que contemplara lo que realmente significaba para él la visión que había tenido en el camino a Damasco. No era ignorante de las creencias de los cristianos, porque seguramente los que había perseguido le testificaron de su fe en el Mesías Jesús. Aunque el relato bíblico carece de detalles, Saulo comprendió que Jesús sí era el Mesías y creyó en Él. El Señor le envió un cristiano llamado Ananías, quien oró por él, y le fue restaurada la vista. Le fue quitada no solamente la ceguera física sino también la espiritual (Hch. 9:10-19ª): “Había en Damasco cierto discípulo llamado Ananías; y el Señor le dijo en una visión: ‘Ananías.’ ‘Aquí estoy, Señor,’ contestó él. “El Señor le dijo: ‘Levántate y ve a la calle que se llama Derecha, y pregunta en la casa de Judas por un hombre de Tarso llamado Saulo, porque él está orando, y ha visto en una visión a un hombre llamado Ananías, que entra y pone las manos sobre él para que recobre la vista.’ “Pero Ananías respondió: ‘Señor, he oído de muchos acerca de este hombre, cuánto mal ha hecho a Tus santos en Jerusalén, y aquí tiene autoridad de los principales sacerdotes para prender a todos los que invocan Tu nombre.’ “Pero el Señor le dijo: ‘Ve, porque él es Mi instrumento escogido, para llevar Mi nombre en presencia de los Gentiles, de los reyes y de los Israelitas; porque Yo le mostraré cuánto debe padecer por Mi nombre.’ “Ananías fue y entró en la casa, y después de poner las manos sobre él, dijo: ‘Hermano Saulo, el Señor Jesús, que se te apareció en el camino por donde venías, me ha enviado para que recobres la vista y seas lleno del Espíritu Santo.’ Al instante cayeron de sus ojos como unas escamas, y recobró la vista; y se levantó y fue bautizado. Tomó alimentos y cobró fuerzas.” Pablo quería ser bautizado para mostrar que se estaba identificando por la fe con la persona y las enseñanzas del Señor Jesús. Tan convencido estaba del mensaje de salvación que en seguida estaba predicando que Jesús es el Hijo de Dios en las mismas sinagogas en las cuales iba a solicitar ayuda para Al ver una visión del Señor Jesús, Saulo quedó ciego por tres días, oraba y meditaba y llegó a creer el mensaje de Dios acerca de Su Hijo.
  • 4. 6 LA CARTA DE PABLO A LOS CREYENTES EN ROMA perseguir a los cristianos damascenos. Nadie podía creer el cambio tan drástico que había tenido, ni la fuerza con que predicaba (Hch. 9:19b -21): “Y por varios días estuvo con los discípulos que estaban en Damasco. Enseguida se puso a predicar a Jesús en las sinagogas, diciendo: ‘Él es el Hijo de Dios.’ Y todos los que lo escuchaban estaban asombrados y decían: ‘¿No es éste el que en Jerusalén destruía a los que invocaban este nombre, y el que había venido aquí con este propósito: para llevarlos atados ante los principales sacerdotes?’ ” Después de estos días con los hermanos en Damasco, Pablo decidió no volver a Jerusalén sino ir al desierto arábico cerca a Damasco (Gá. 1:17): “…ni subí a Jerusalén a los que eran apóstoles antes que yo, sino que fui a Arabia, y regresé otra vez a Damasco.” La Biblia no nos dice qué hacía Pablo en el desierto, pero creo que él necesitaba tiempo a solas con Dios. Una persona que llega a Cristo por fe no puede deshacerse de inmediato de toda la instrucción que ha recibido y creído en toda una vida, porque esto requiere tiempo para estudiar la Palabra de Dios y meditar en ella. Seguramente allí en el desierto Pablo fue instruido por Dios a través del estudio de la Palabra y por revelación en cuanto a estos aspectos de la doctrina cristiana que no están en las Escrituras judías (Gá. 1:11-12): “Pues quiero que sepan, hermanos, que el evangelio que fue anunciado por mí no es según el hombre. Pues ni lo recibí de hombre, ni me fue enseñado, sino que lo recibí por medio de una revelación de Jesucristo.” No sabemos exactamente cuánto tiempo estuvo en el desierto, pero probablemente fue la mayor parte de los tres años que estaba entre Damasco y Arabia (Gá. 1:17b -18): “…fui a Arabia, y regresé otra vez a Damasco. Entonces, tres años después, subí a Jerusalén para conocer a Pedro, y estuve con él quince días.” El gran enemigo del Evangelio se había convertido en su mejor propagador (1 Co. 15:10): “Pero por la gracia de Dios soy lo que soy, y Su gracia para conmigo no resultó vana. Antes bien he trabajado mucho más que todos ellos, aunque no yo, sino la gracia de Dios en mí.” Pablo viajó a muchos países con el Evangelio, y pudo decir a los hermanos romanos que había “llenado del Evangelio de Cristo” todo el territorio entre Jerusalén e Ilírico —al norte de Grecia, en frente de Italia, lo que hoy se encuentra en Albania (Ro. 15:17-21): “Por tanto, en Cristo Jesús he hallado razón para gloriarme en las cosas que se refieren a Dios. Porque no me atreveré a hablar de nada sino de lo que Cristo ha hecho por medio de mí para la obediencia de los gentiles, en palabra y en obra, con el poder de señales (milagros) y prodigios, en el poder del Espíritu de Dios, de manera que desde Jerusalén y por los alrededores hasta el Ilírico he predicado en toda su plenitud el evangelio de Cristo. De esta manera me esforcé en anunciar el evangelio, no donde Cristo ya era conocido, para no edificar sobre el fundamento de otro; sino como está escrito:
  • 5. 1:1-17 / INTRODUCCIÓN 7 ‘AQUELLOS A QUIENES NUNCA LES FUE ANUNCIADO ACERCA DE ÉL, VERÁN, Y LOS QUE NO HAN OÍDO, ENTENDERÁN.’ ” Is. 52:15b Cuando Pablo escribió estas palabras se estaba quedando en la ciudad griega de Corinto, en su tercer viaje misionero. Ya habiendo evangelizado todo ese territorio, y habiendo establecido iglesias locales en muchas ciudades, quería llevar el Evangelio más allá, a los que todavía no habían oído. Iba a volver a Jerusalén con una ofrenda para los cristianos hebreos, y después quería visitar España, viajando a través de Roma, donde esperaba ver a los hermanos romanos a los cuales estaba escribiendo (Ro. 15:22-29): “Por esta razón muchas veces me he visto impedido de ir a ustedes. Pero ahora, no quedando ya más lugares para mí en estas regiones, y puesto que por muchos años he tenido un gran deseo de ir a ustedes, cuando vaya a España los visitaré. Porque espero verlos al pasar y que me ayuden a continuar hacia allá, después de que haya disfrutado un poco de su compañía. Pero ahora voy a Jerusalén para el servicio de los santos, pues Macedonia y Acaya han tenido a bien hacer una colecta para los pobres de entre los santos que están en Jerusalén. Sí, tuvieron a bien hacerlo, y a la verdad que están en deuda con ellos. Porque si los gentiles han participado de sus bienes espirituales, también están obligados a servir a los santos en los bienes materiales. Así que cuando haya cumplido esto y les haya entregado esta ofrenda, iré a España llegando de paso a verlos. Y sé que cuando vaya a ustedes, iré en la plenitud de la bendición de Cristo.” En esta carta comparte con ellos el mensaje del Evangelio que había predicado en todo lugar, y que anhelaba ministrar personalmente a ellos en su visita. Pablo escribió bajo la dirección del Espíritu Santo, y por eso su carta es más Pablo llegó a ser el mejor promotor del Evangelio, viajando a muchas partes con las Buenas Nuevas de salvación en Cristo Jesús.
  • 6. 8 LA CARTA DE PABLO A LOS CREYENTES EN ROMA que la palabra de un hombre, es en realidad la Palabra de Dios. 1. “Siervo de Cristo Jesús” La palabra “siervo” en nuestras Biblias es “doulos” en el griego, de la cual comenta Vine, “…originalmente el término más inferior en la escala de la servidumbre, vino también a significar uno que se entrega a la voluntad de otro, por ejemplo, 1 Co. 7:23: ‘Ustedes fueron comprados por precio. No se hagan esclavos de los hombres.’ (Ro. 6:19): “Hablo en términos humanos, por causa de la debilidad de su carne. Porque de la manera que ustedes presentaron sus miembros como esclavos a la impureza y a la iniquidad, para iniquidad, así ahora presenten sus miembros como esclavos a la justicia, para santificación. ” Pablo fue anteriormente un esclavo de Satanás y el pecado, pero fue comprado —redimido— por el Señor Jesucristo, hecho que compartió con Tito en una carta (Tit. 2:13b -14): “…nuestro… Salvador Cristo Jesús. Él se dio por nosotros, para REDIMIRNOS DE TODA INIQUIDAD y PURIFICAR PARA SÍ UN PUEBLO PARA POSESIÓN SUYA, celoso de buenas obras.” Cuando trajeron esclavos a las Américas de África éstos no servían a sus dueños voluntariamente. Tenían que servir a la fuerza. Pero éste no era el caso de Pablo en su relación con el Señor Jesús. Pablo servía al Señor Jesús gustosamente. Estaba tan agradecido y lleno de amor por el Señor Jesús por haberle rescatado del pecado, del poder de Satanás y del castigo eterno, que ahora se había entregado voluntariamente al Señor como Su esclavo. Para Pablo esta “esclavitud” no era una carga, sino un gran privilegio, porque para él no había gozo más grande que el de servir al Señor (1 Ti. 1:12-17): “Doy gracias a Cristo Jesús nuestro Señor, que me ha fortalecido, porque me tuvo por fiel, poniéndome en el ministerio; aun habiendo sido yo antes blasfemo, perseguidor y agresor. Sin embargo, se me mostró misericordia porque lo hice por ignorancia en mi incredulidad. Pero la gracia de nuestro Señor fue más que abundante, con la fe y el amor que se hallan en Cristo Jesús. Palabra fiel y digna de ser aceptada por todos: Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores, entre los cuales yo soy el primero. Sin embargo, por esto hallé misericordia, para que en mí, como el primero, Jesucristo demostrara toda Su paciencia como un ejemplo para los que habrían de creer en Él para vida eterna. Por tanto, al Rey eterno, inmortal, invisible, único Dios, a Él sea honor y gloria por los siglos de los siglos. Amén.” 2. “Llamado a ser apóstol” La palabra “apóstol” quiere decir “uno enviado”. Se usa como verbo del Señor Jesús como “uno enviado” por Dios en Jn. 17:3b : “…Jesucristo, a quien has enviado [griego: apostello].” En He. 3:1b está en su forma como sustantivo “apostolos”: “…Jesús, el Apóstol y Sumo Sacerdote de nuestra fe.” En su aspecto general es utilizada de varios mensajeros del Evangelio —Hch. 14:4, 14: “los apóstoles Bernabé y Pablo”; Ro. 16:7: “Andrónico y Junias…se destacan entre los apóstoles”; 1 Ts. 2:6: “…aunque como apóstoles de Cristo [Pablo, Silas y Timoteo] hubiéramos podido imponer nuestra autoridad.” La palabra “apostolos” es traducida “mensajero” en 2 Co. 8:23: “…en cuanto a nuestros Habiendo sido redimido por el Señor Jesús de su esclavitud a Satanás y el pecado, Pablo se entregó como esclavo voluntario al Señor.
  • 7. 1:1-17 / INTRODUCCIÓN 9 hermanos [Tito y un hermano no nombrado (v. 18)], son mensajeros de las iglesias…”; y en Fil. 2:25: “Epafrodito… es su mensajero…”. El título “apóstol” se usa de manera especial para una persona escogida personalmente por el Señor Jesús, la cual había acompañado a Cristo en Su ministerio terrenal y quien le había visto después de Su resurrección (Hch. 1:15, 21-26): “Pedro… dijo…: ‘Por tanto, es necesario que de los hombres que nos han acompañado todo el tiempo que el Señor Jesús vivió entre nosotros, comenzando desde el bautismo de Juan, hasta el día en que de entre nosotros fue recibido arriba al cielo, uno sea constituido testigo con nosotros de Su resurrección.’ Presentaron a dos: a José, llamado Barrabás, al que también llamaban Justo, y a Matías. Después de orar, dijeron: ‘Tú, Señor, que conoces el corazón de todos, muéstranos a cuál de estos dos has escogido para ocupar este ministerio y apostolado, del cual Judas se desvió para irse al lugar que le correspondía.’ Echaron suertes y la suerte cayó sobre Matías, y fue contado con los once apóstoles.” Aunque el apóstol Pablo no estuvo con Jesús durante Su ministerio, y no vio a Cristo entre Su resurrección y ascensión, sí lo había visto de manera especial en el camino a Damasco (1 Co. 15:8; 9:1): “Y al último de todos, como a uno nacido fuera de tiempo, se me apareció también a mí… ¿No soy libre? ¿No soy apóstol? ¿No he visto a Jesús nuestro Señor? ¿No son ustedes mi obra en el Señor?” Pablo fue comisionado personalmente por el Señor como Su mensajero especial a los gentiles (Hch. 9:15-16; Gá. 2:7-8; Col. 1:1; 1 Ti. 1:1; Gá. 1:1, 15-16a ): “Pablo, apóstol, no de parte de hombres ni mediante hombre alguno, sino por medio de Jesucristo y de Dios el Padre que Lo resucitó de entre los muertos… Pero cuando Dios, que me apartó desde el vientre de mi madre y me llamó por Su gracia, tuvo a bien revelar a Su Hijo en mí para que yo Lo anunciara entre los Gentiles…” En este aspecto especial, nadie más fuera de los doce apóstoles y Pablo, ha sido llamado “apóstol”. 3. “Apartado para el Evangelio de Dios” Como apóstol, enviado de Dios, Pablo tenía que desempeñar el ministerio para el cual el Señor le había comisionado, esto era el de anunciar las Buenas Nuevas de salvación por medio de la fe en Su obra redentora. Pablo fue “apartado” para este ministerio. La palabra griega traducida “apartado” es “aphorizo” que en otras partes está usada para la separación de creyentes de los incrédulos (Hch. 19:9): “Pero cuando algunos [judíos de la sinagoga] se endurecieron y se volvieron desobedientes, hablando mal del Camino ante la multitud, Pablo se apartó de ellos llevándose a los discípulos, y discutía diariamente en la escuela de Tirano.” (2 Co. 6:17): “Por tanto, ‘SALGAN DE EN MEDIO DE ELLOS Y APÁRTENSE,’ dice el Señor; ‘Y NO TOQUEN LO INMUNDO Is. 52:11 , y Yo los recibiré.’ ” Pablo tuvo que apartarse de la sinagoga porque los judíos rechazaron el Evangelio, y los creyentes Corintios tenían que apartarse de los incrédulos, sin embargo seguían hablándoles acerca de Cristo. El apartarse en este sentido es no Pablo vio al Señor Jesús en el camino a Damasco y fue comisionado como “apóstol” —uno enviado— en el mismo sentido especial que los 12 apóstoles. Pablo fue apartado de este mundo por el Señor con el propósito de llevar el Evangelio a los que no lo habían oído.
  • 8. 10 LA CARTA DE PABLO A LOS CREYENTES EN ROMA participar en su manera de vivir, pero, a la vez, mantener el contacto con fines de poder testificarles. Pablo era el representante de Jesucristo, Su embajador, y como tal no debía vivir por las cosas de este mundo, o gastar su tiempo haciendo su propia voluntad, ni tampoco debía predicar su propio mensaje. Fue escogido para hacer la obra de Cristo, la cual era llevar el Evangelio a los que nunca lo habían oído. Aunque nosotros no somos apóstoles como Pablo, también fuimos comprados de nuestra esclavitud a Satanás y al pecado; fuimos comisionados por el Señor y apartados del mundo para llevar las Buenas Nuevas a toda criatura. C. EL MENSAJE DE DIOS: EL EVANGELIO, vv. 1b -4 1. “El Evangelio que de antemano él prometió ” (NVI), v. 2 v. 2 Nuestro propósito al estudiar la Biblia desde el primer capítulo de Génesis fue el de conocer la totalidad de la revelación divina como Dios nos la ha dado. Las Buenas Noticias de Dios anunciadas en esta carta tienen su base en el Antiguo Testamento. El Evangelio que Pablo estaba predicando no era una novedad, porque “por medio de Sus profetas, Dios ya había comunicado este mensaje en las santas Escrituras” (DHH). Pablo confirma este hecho en su carta con no menos de 61 referencias al Antiguo Testamento. Aunque la iglesia en Roma era principalmente gentil, probablemente había un buen porcentaje de miembros judíos. A través de toda su carta Pablo tiene a ambos grupos en su perspectiva, teniendo cuidado de dar respuesta a sus objeciones e interrogativas que él presiente. 2. “Acerca de Su Hijo”, vv. 3-4 v. 3 El Evangelio es las Buenas Nuevas acerca del Hijo de Dios. Al principio de la carta Pablo establece la divinidad de “nuestro Señor Jesucristo”. Cuando el ángel Gabriel se le apareció a la virgen María, le dijo (Lc. 1:32a ): “Este será grande, y será llamado Hijo del Altísimo.” A José, quien estaba comprometido con María, se le apareció un ángel en un sueño y le dijo, citando a Isaías (Mt. 1:23b ): “ ‘Y LE PONDRÁN POR NOMBRE EMANUEL,’ que traducido significa: ‘DIOS CON NOSOTROS.’ Is. 7:14 ” Cuando Jesús fue bautizado por Juan el Bautista, el Espíritu Santo bajó sobre Él y se oyó una voz del cielo que decía (Mt. 3:17b ): “Este es Mi Hijo amado, en quien Me he complacido.” El Señor Jesús como Hijo de Dios era Dios, pero por su descendencia humana era Hijo de David. Como Hijo de David es el Mesías — “el Ungido”, como el título “Cristo” también indica (“Cristo” es la palabra griega para Mesías). Es el Mesías judío prometido por los profetas (Is. 11:1): “Entonces un retoño brotará del tronco de Isaí, y un vástago dará fruto de sus raíces.” (Jer. 23:5-6): “ ‘Vienen días’ —declara el SEÑOR— ‘en que levantaré a David un Renuevo justo; y Él reinará como rey, actuará sabiamente, y practicará el derecho y la justicia en la tierra. El Señor Jesús nos ha librado de nuestra esclavitud y nos ha comisionado para compartir el Evangelio. El Evangelio no tuvo su origen en Pablo, sino que fue anunciado por Dios en el Antiguo Testamento.
  • 9. 1:1-17 / INTRODUCCIÓN 11 En sus días Judá será salvada, e Israel morará seguro; y este es su nombre por el cual será llamado: “El SEÑOR, justicia nuestra.” ’ ” (Lc. 1:32-33): “Este será grande y será llamado Hijo del Altísimo, y el Señor Dios Le dará el trono de Su padre David; y reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y Su reino no tendrá fin.” v. 4 Los judíos siempre demandaban señales milagrosas para probar la autenticidad del profeta. Cuando vinieron a Jesús demandándole una señal les dijo que la única señal que tendrían sería la señal del profeta Jonás (Mt. 12:38-40, DHH): “Algunos de los fariseos y maestros de la ley dijeron entonces a Jesús: ‘Maestro, queremos verte hacer alguna señal milagrosa’. Jesús les contestó: ‘Esta gente malvada e infiel pide una señal milagrosa; pero no va a dársele más señal que la del profeta Jonás. Pues así como Jonás estuvo tres días y tres noches dentro del gran pez, así también el Hijo del hombre estará tres días y tres noches dentro de la tierra.’ ” Por medio del milagro de Su resurrección, Jesús “fue declarado Hijo de Dios”. No fue hecho “Hijo”, sino declarado ser lo que ya era, el eterno Hijo de Dios, como Él mismo dijo (Jn. 17:5): “Y ahora, glorifícame Tú, Padre, junto a Ti, con la gloria que tenía contigo antes que el mundo existiera.” Esta declaración, o gran anuncio, de la Deidad de Jesús fue demostrado plenamente en Su resurrección. Los mismos judíos entregaron al “Autor de la vida” a los romanos para ser crucificado, pero Dios le levantó siendo imposible que la muerte le retuviera (Hch. 2:22-24; 3:15): “Hombres de Israel, escuchen estas palabras: Jesús el Nazareno, varón confirmado por Dios entre ustedes con milagros, prodigios y señales que Dios hizo en medio de ustedes a través de Él, tal como ustedes mismos saben. Éste fue entregado por el plan predeterminado y el previo conocimiento de Dios, y ustedes Lo clavaron en una cruz por manos de impíos y Lo mataron. Pero Dios Lo resucitó, poniendo fin a la agonía de la muerte, puesto que no era posible que Él quedara bajo el dominio de ella… y dieron muerte al Autor de la vida, al que Dios resucitó de entre los muertos, de lo cual nosotros somos testigos.” El Señor Jesús no pudo ser retenido por la muerte por varias razones: a. En cuanto a Su humanidad era perfecto y “sin pecado” (He. 4:15). b. En cuanto a Su divinidad era el “Autor de la vida”, el Creador, Él que pudo dar Su vida en sacrificio y luego, volverla a tomar (Jn. 10:17b -18): “…yo doy Mi vida para tomarla de nuevo. Nadie Me la quita, sino que Yo la doy de Mi propia voluntad. Tengo autoridad para darla, y tengo autoridad para tomarla de nuevo. Este mandamiento recibí de Mi Padre.” c. En cuanto a Su sacrificio por el pecado, “¡Consumado es! (¡Cumplido está!)” (Jn. 19:30). La muerte es “la paga del pecado” (Ro. 6:23a ), pero el Señor Jesús canceló esa deuda por completo en la cruz, de modo que ésta no tiene poder sobre Él. El Señor Jesús es Dios por ser Hijo de Dios, pero también es humano por ser Hijo de David.
  • 10. 12 LA CARTA DE PABLO A LOS CREYENTES EN ROMA El Espíritu Santo le resucitó con el poder de Dios, cumpliendo lo que Jesús mismo había profetizado durante Su ministerio, la señal del profeta Jonás, que no pasaría más de tres días y tres noches en la tumba (Ef. 1:19-22): “…y cuál es la extraordinaria grandeza de Su poder [del Padre] para con nosotros los que creemos, conforme a la eficacia (la energía) de la fuerza de Su poder. Ese poder obró en Cristo cuando Lo resucitó de entre los muertos y Lo sentó a Su diestra en los lugares celestiales, muy por encima de todo principado, autoridad, poder, dominio y de todo nombre que se nombra, no sólo en este siglo sino también en el venidero. Y todo sometió bajo Sus pies, y a Él lo dio por cabeza sobre todas las cosas a la iglesia…” La resurrección del Señor Jesús fue el sello divino no solamente a Su obra de redención, sino también y mayormente de que es el eterno Hijo de Dios, Vencedor del pecado, la muerte y Satanás. D. SALUDOS DE PABLO, EL COMISIONADO POR JESUCRISTO PARA LLEVAR EL EVANGELIO A LOS GENTILES, vv. 5-7. v. 5 Por medio del Hijo de Dios resucitado, a Pablo le fue concedido el privilegio de predicar “las inescrutables riquezas de Cristo” a los gentiles. Pablo no merecía este privilegio, sino que le fue dado por la gracia de Dios, esto es, Su favor inmerecido (Ef. 3:7-8, DHH): “Y yo he sido puesto al servicio de este mensaje por la bondad y la misericordia que Dios ha tenido conmigo, quien ha mostrado así su gran poder. Yo soy menos que el más pequeño de todos los que pertenecen al pueblo santo; pero él me ha concedido este privilegio de anunciar a los no judíos la buena noticia de las incontables riquezas de Cristo.” Motivado por su amor al Señor, Pablo promovía una obediencia a la fe cristiana (Ro. 16:26b , DHH): “…el plan de Dios se ha dado a conocer a todas las naciones, para que crean y obedezcan.” En este caso “la obediencia” es sinónimo de creer; obedecer el mandato de creer en Jesús (Jn. 6:28- 29, DHH): “Le preguntaron [a Jesús]: ‘¿Qué debemos hacer para realizar las obras que Dios quiere que hagamos?’ Jesús les contestó: ‘La única obra que Dios quiere es que crean en aquel que él ha enviado.’ ” vv. 6-7 En estos versículos Pablo dijo a los creyentes en Roma algo acerca de ellos mismos. Les dijo que son “amados de Dios”. Fue por Su amor al mundo que Dios dio a Su Hijo para salvarlo (Jn. 3:16): “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo aquel que cree en Él, no se pierda, sino que tenga vida eterna.” Pero el amor por los creyentes va mucho más allá que el amor de Dios por Sus criaturas. Es un amor especial por los que han llegado a ser hijos Suyos. Sabemos que el Padre ama muchísimo a Su Hijo Jesucristo. Si amamos a nuestros hijos, amaremos también a sus hijos. Nunca debemos dudar del amor que Dios tiene por nosotros, porque nos ama con el mismo amor infinito con que ama a Su Hijo único (1 Jn. 3:1): “Miren cuán gran amor nos ha otorgado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios; y eso somos. Por esto el mundo no nos conoce, porque no Lo conoció a Él.” Por medio de la resurrección les fue anunciado a los hombres que el Señor Jesús es Dios. A Pablo le fue dado el privilegio de anunciar el Evangelio a los gentiles.
  • 11. 1:1-17 / INTRODUCCIÓN 13 Pablo también les dijo que fueron “llamados de Jesucristo” o “llamados a ser de Jesucristo” (RV60) y “llamados a ser santos”. Cuando los creyentes en Roma oyeron y respondieron al Evangelio, a través del cual el Señor Jesucristo les estaba llamando, llegaron a ser la posesión de Jesucristo. La palabra “santos” quiere decir “apartados”. Dios ha apartado a todo aquel que cree como Su propiedad. Nadie puede quitarnos de Él. Jesús dijo (Jn. 10:28-30): “Yo les doy vida eterna y jamás perecerán, y nadie las arrebatará de Mi mano. Mi Padre que me las dio es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano del Padre. Yo y el Padre somos uno.” Hemos sido apartados de una vida de esclavitud al pecado a una vida de servicio voluntario a Dios. Ya no somos hijos del diablo sino hijos de Dios, y por eso debemos servirle a Él únicamente (Ro. 6:19b , DHH): “De modo que, así como antes entregaron su cuerpo al servicio de la impureza y la maldad para hacer lo malo, entreguen también ahora su cuerpo al servicio de la justicia, con el fin de llevar una vida santa.” “Gracia y paz a ustedes” Los creyentes en Roma fueron salvos por la gracia de Dios cuando pusieron su fe en el Señor Jesucristo, y por eso tenían paz con Dios. Aunque esta carta habla mucho acerca de este tema, en este caso lo que tenemos es un saludo. El saludo griego usual fue simplemente “saludos” —chairo (Stg. 1:1), que quiere decir: regocíjate, qué estés bien, salud, saludos. Pero Pablo lo cambió en “gracia” —charis, que tiene el significado de: un favor que da gusto y trae alegría al recipiente, generando en él gratitud. El saludo acostumbrado de los judíos es “paz” o “shalóm” en hebreo, y eirene en griego, vocablo que comunica el deseo del que lo expresa que la persona que saluda tenga tranquilidad personal, armonía con otros, seguridad, prosperidad, descanso y contentamiento. Lo que Pablo deseaba para los creyentes romanos es que ellos pudieran gozar del ministerio de capacitación del Espíritu Santo en su diario vivir; que pudieran descansar en el Señor, dejando todas sus preocupaciones con Él; que los creyentes romanos no se preocupen, sino que tengan la paz y confianza en sus corazones de que Dios era su Padre, y que Él les estaba cuidando bien; y que fueran agradecidos. E. EL AGRADECIMIENTO DE PABLO A DIOS POR LOS CREYENTES ROMANOS, Y SU DESEO DE VISITARLES, vv. 8-13 v. 8 Pablo dio gracias al Señor porque la fe de los creyentes romanos era notoria en muchos lugares. La gente hablaba de su fe en Dios. Esta fe era evidente por la manera en que vivían y por lo que decían. ¿Qué tal nosotros? ¿Qué es lo que dicen nuestros vecinos, y los que viven aun en otros lugares, acerca de nuestra fe en el Señor Jesús? ¿Se maravillan de la manera en que confiamos en Dios en cada situación, no importa cuán difícil sea? v. 9 Aunque Pablo nunca había visitado la iglesia en Roma, oraba sin cesar por sus miembros. El podía alcanzar a muchas personas más por medio de la oración que por medio de su predicación. Nosotros también, debemos orar, los unos por los otros, por los que estamos evangelizando y por los que no han oído la Palabra de Dios todavía. vv. 10-11 Pablo oraba para que el Señor le permitiera ir a visitar a los creyentes en Roma, y que fuera usado por el Señor para contribuir a su firmeza en la fe y su andar con el Señor. Quería recordarles esas cosas que ya sabían de la Palabra de Dios, y quería, también, enseñarles cosas nuevas que el Señor le Todos los creyentes son muy amados por Dios, llamados por el Evangelio y apartados como posesión especial de Él. Deben gozar de Su gracia, y descansar en Él. Pablo había escuchado del testimonio de los creyentes romanos y oraba fielmente por ellos. Debemos seguir el ejemplo tanto de los romanos como de Pablo.
  • 12. 14 LA CARTA DE PABLO A LOS CREYENTES EN ROMA había enseñado. Toda la vida de Pablo fue dedicada a la predicación de la Palabra de Dios. Para él esto era lo más importante del mundo. ¿Hay personas que nosotros debemos visitar para fortalecerles en la fe? Quizá hayan sido fieles en un tiempo, pero ya se han extraviado. ¿Qué podemos hacer para ayudarles? La manera de ayudarnos mutuamente y ayudar también a otras personas es por medio de la oración y la enseñanza del Mensaje divino. Únicamente las Palabras de Dios pueden traer paz y hacernos fuertes para andar en obediencia al Señor. v. 12 Pablo sabía que a través de su visita a Roma y de su enseñanza a los creyentes, él mismo sería fortalecido y ayudado al oír el testimonio de la gracia y poder de Dios en sus vidas. De la misma manera que nos necesitan otros creyentes, así nosotros necesitamos la comunión con ellos. Esto lo podemos ilustrar con una fogata. Cuando queremos una fogata ardiente, colocamos mucha leña en el fuego, pero cuando ya es demasiado fuerte quitamos algunos tizones. ¿Qué les pasa a los palos que sacamos del fuego? Ya no se queman con igual fuerza. Lo mismo pasa con nosotros. Mientras estemos en comunión con otros hermanos nuestra fe y testimonio brillará como una fogata fuerte. ¿Recuerdan cómo la primera iglesia en Jerusalén se reunía todos los días, y cómo, a través de su brillante testimonio, muchos otros fueron salvos? Es imperativo que estemos reuniéndonos con frecuencia para que nuestras vidas sean un testimonio luminoso para el Señor a todos en nuestro alrededor. v. 13 Pablo tenía un deseo insaciable de compartir la Palabra de Dios con todos. Muchas veces se había propuesto ir a Roma, pero siempre había sido impedido por la inmensidad de la obra que tenía de “…anunciar el evangelio donde nunca antes se había oído hablar de Cristo” (Ro. 15:20, DHH). Ahora que no le quedaba “más lugares para mí en estas regiones” (Ro. 15:23), quería realizar su anhelo de visitar a los creyentes que vivían en Roma. ¡Cuántas veces nosotros aceptamos a cualquier impedimento como una razón para no ir a alguna parte con el Evangelio! Decimos: “Seguramente el Señor está cerrando esta puerta”, y no insistimos como Pablo en lograr una entrada a pesar de la oposición (1 Co. 16:8-9): “Pero me quedaré en Éfeso hasta Pentecostés; porque se me ha abierto una puerta grande para el servicio eficaz, aunque también hay muchos adversarios.” Cuando quiera que leo este versículo me hace pensar en el metro de Londres en horas pico. Al entrar el tren en la estación hay centenares de personas esperando abordarlo, y por el otro lado hay centenares de personas adentro del vagón que quieren desembarcar. Las puertas son anchas y se abren para el libre paso de la gente, pero con tantas personas tratando de desembarcar la única manera de lograr subir al vagón antes de que las puertas se vuelvan a cerrar es, olvidar sus buenos modales y empujar con toda su fuerza en contra de la ola de personas bajando. En la obra cristiana el hecho de haber una puerta abierta no significa una entrada fácil, sino una oportunidad para servicio con tal que hagamos el esfuerzo para aprovecharla. F. LA ENTREGA TOTAL DE PABLO A LA LABOR DE COMPARTIR EL EVANGELIO, vv. 14-15 v. 14 Pablo se sentía responsable de llevar el Evangelio a todas las personas porque el Señor Jesús le había encomendado el Evangelio con ese propósito. Él sabía que las Buenas Nuevas de que Jesús murió por los pecadores pertenecen a todos los pecadores en cada rincón de la tierra, sean: Un motivo de oración de Pablo en cuanto a los romanos fue que el Señor le permitiera visitarles para gozar de su comunión y compartir con ellos lo que el Señor le había enseñado. No debemos ver las dificultades tales como si fueran una puerta cerrada, sino insistir hasta que logremos entrar.
  • 13. 1:1-17 / INTRODUCCIÓN 15 1. “Griegos” —todos los que tenían la cultura greco-romana. 2. “bárbaros” —todas las otras personas en el mundo, las que hablan un idioma distinto al griego. 3. “sabios” —todos los sabios, educados e inteligentes. 4. “ignorantes” —todos que estaban sin entendimiento y carentes de instrucción. En otras palabras, todos los “cultos o incultos, instruidos o ignorantes” (NVI). No queda persona alguna en el mundo entero que quede excluido de la oferta de salvación en Cristo Jesús. Por ejemplo, supongamos que estabas visitando a un amigo de todos nosotros en otra ciudad. Cuando saliste él te dio una buena suma de plata para compartir entre todos sus amigos al llegar otra vez a casa. ¿Sería justo guardar la plata para ti solo y no compartirla? ¡No! Eso estaría muy mal, ¿verdad? Mientras guarde la plata y no la compartas estarías endeudado con nosotros. O, supongamos que hay una hambruna donde vives, y muchos están muriendo de hambre. Pero el gobernador o presidente te llama y te hace su representante para avisar a toda la gente que él tiene comida gratis para todos aquellos que quieran venir a él para recibirla. ¿Sería justo si tú comieras de la comida gratis y les ocultaras la oferta a todos los demás? ¡No! Como el representante escogido del gobernador sería tu responsabilidad avisarles a todos de la provisión de comida gratis para todos. El Señor Jesús vino al mundo y murió por todos los pecadores. Antes de volver al Cielo, encomendó las buenas nuevas del Evangelio a todos Sus discípulos para que las dieran a cada persona aquí en la tierra (Mt. 28:18-20): “Acercándose Jesús, les dijo: ‘Toda autoridad Me ha sido dada en el cielo y en la tierra. Vayan, pues, y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a guardar todo lo que os he mandado; y ¡recuerden! Yo estoy con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo.’ ” El Evangelio fue encomendado a Pablo de la misma manera que Dios lo ha encomendado a todos Sus hijos. Por eso, nosotros también somos responsables de llevar las Buenas Nuevas a todas las personas, porque Dios las envió justamente para cada individuo sobre el planeta. Qué seamos igualmente ansiosos como lo fue Pablo para cumplir nuestra responsabilidad. v. 15 Aunque los creyentes en Roma ya eran salvos Pablo tenía un “gran anhelo” (NVI) de compartir el Evangelio con ellos. El Señor le había revelado muchas cosas maravillosas acerca de la salvación y quería asegurarse de que ellos las entendían. Por cuanto no podía estar con ellos, les escribió esta carta para explicarles lo que quería enseñarles personalmente. Si el apóstol Pablo pudiera escribir una carta sobre el Evangelio a los creyentes del siglo veintiuno creo que tendría el mismo contenido que esta que escribió hace casi dos mil años. El Espíritu Santo le guió al escribirla para que la Iglesia de Jesucristo pueda comprender plenamente cuán asombroso es el Evangelio. ¡Qué privilegio tan grande es para nosotros estudiarla! G. EL PODER DE DIOS Y SU JUSTICIA REVELADOS EN EL EVANGELIO, vv. 16-17 v. 16 ¿Por qué no se sentía avergonzado Pablo de predicar el Evangelio? Porque las Buenas Nuevas de que Cristo murió por los pecadores, y de que fue sepultado y resucitó al tercer día, es el mensaje poderoso de Dios que Él usa para librar del pecado, de Satanás y del castigo eterno a todos los que creen. Como discípulos de Cristo, todos tenemos una obligación de compartir el Evangelio con todos. ¡Cuán grande es nuestro honor, al poder estudiar las maravillosas cosas que Dios le comunicó a Pablo acerca del Evangelio!
  • 14. 16 LA CARTA DE PABLO A LOS CREYENTES EN ROMA Pablo había experimentado el poder del Evangelio en Su propia vida, y había visto el poder de las Buenas Nuevas de Dios en las vidas de miles de personas en muchos y diferentes países. ¿Recuerdas cómo tú escuchaste, creíste y fuiste salvo por el Evangelio? La palabra griega traducida “poder” es “dunamis”. De este mismo origen vienen nuestras palabras “dinamita” y “dínamo”. La “dinamita” del Evangelio destruye la vida vieja, y al mismo tiempo el “dínamo” del Evangelio genera vida nueva. ¿Recuerdas la historia del libro de los Hechos acerca del tiempo cuando Pablo y Silas estaban encarcelados en Filipos? ¿Qué pasó cuando estaban cantando alabanzas al Señor a medianoche? El Señor mandó un terremoto y las puertas de la cárcel fueron abiertas. ¿Quién fue el que vino corriendo y preguntó a Pablo y a Silas (Hch. 16:30b ): “Señores, ¿qué debo hacer para ser salvo?” Fue el carcelero, ¿verdad? Pablo y Silas le contestaron (Hch. 16:31b ): “Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y toda tu casa”. ¿Creyeron? Claro que sí. ¿Qué fue lo que creyeron? Creyeron el Evangelio. ¿Fueron cambiadas sus vidas? Por supuesto, y llegaron a ser hijos de Dios. El Evangelio es el mensaje poderoso de Dios que Él usa para salvar a todo aquel que cree (Ro. 10:17): “Así que la fe viene del oír, y el oír, por la palabra de Cristo.” (Stg. 1:18b ): “…Él nos hizo nacer por la palabra de verdad…” (1 P. 1:23): “Pues han nacido de nuevo, no de una simiente corruptible, sino de una que es incorruptible, es decir, mediante la palabra de Dios que vive y permanece.” Pablo dijo algo más acerca del Evangelio: “…es el poder de Dios para la salvación de todo el que cree; del Judío primeramente y también del Griego.” Este mensaje de que Jesús murió y resucitó por los pecadores, fue entregado primero a Israel. Las Buenas Nuevas del Salvador que vendría fueron dichas por Dios a Abraham, el padre de los judíos cuando el Señor le llamó y le prometió que, a través de un descendiente suyo, el resto del mundo sería bendecido (Gn. 12:1-3): “Y el SEÑOR dijo a Abram: ‘Vete de tu tierra, de entre tus parientes y de la casa de tu padre, a la tierra que Yo te mostraré. Haré de ti una nación grande, y te bendeciré, engrandeceré tu nombre, y serás bendición. Bendeciré a los que te bendigan, y al que te maldiga, maldeciré. En ti serán benditas todas las familias de la tierra.” El Evangelio es el poder dinámico que salva de sus pecados a todos los que creen.
  • 15. 1:1-17 / INTRODUCCIÓN 17 (Gá. 3:8): “Y la Escritura, previendo que Dios justificaría a los gentiles por la fe, anunció de antemano las buenas nuevas a Abraham, diciendo: ‘EN TI SERÁN BENDITAS TODAS LAS NACIONES’.” Dios también envió Sus profetas a Israel con Sus promesas acerca del Salvador que habría de venir (Is. 19:20b ): “…clamarán al SEÑOR a causa de sus opresores, y Él les enviará un Salvador y un Poderoso, el cual los librará.” (Is. 53:5-6): “Pero Él fue herido (traspasado) por nuestras transgresiones, molido por nuestras iniquidades. El castigo, por nuestra paz, cayó sobre Él, y por Sus heridas (llagas) hemos sido sanados. Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, nos apartamos cada cual por su camino; pero el SEÑOR hizo que cayera sobre Él la iniquidad de todos nosotros.” (Jer. 33:15-16): “En aquellos días y en aquel tiempo haré brotar de David un Renuevo justo, y Él hará juicio y justicia en la tierra. En aquellos días Judá estará a salvo, y Jerusalén morará segura, y este es el nombre con el cual será llamada: el SEÑOR, es nuestra justicia.” (Zac. 9:9; etc.): “¡Regocíjate sobremanera, hija de Sion! ¡Da voces de júbilo, hija de Jerusalén! Tu Rey viene a ti, justo y dotado de salvación, humilde, montado en un asno, en un pollino, hijo de asna.” Cuando Jesús nació en este mundo, nació por medio de María, descendiente de Abraham. Los apóstoles también eran judíos, y fue primero a judíos que les predicaron el mensaje del Evangelio en el Día de Pentecostés (Hch. 2:14, 22, 36): “Entonces Pedro, poniéndose en pie con los once apóstoles, alzó la voz y les declaró: ‘Hombres de Judea y todos los que viven en Jerusalén, sea esto de su conocimiento y presten atención a mis palabras… Hombres de Israel, escuchen estas palabras: “Jesús el Nazareno, varón confirmado por Dios entre ustedes con milagros, prodigios y señales que Dios hizo en medio ustedes a través de Él, tal como ustedes mismos saben… Sepa, pues, con certeza toda la casa de Israel, que a este Jesús a quien ustedes crucificaron, Dios Lo ha hecho Señor y Cristo.” ’ ” Las Buenas Nuevas del Salvador que venía fueron enviadas primero a los judíos, y por eso cuando Pablo llegaba a una ciudad por primera vez, siempre visitaba primero la sinagoga para decirles las Buenas Nuevas de que el Señor Jesús, el Salvador prometido, había llegado (Hch. 13:14; 14:1; 17:10; 18:5; 19:8; 28:17, 23; 17:1b -3): “…llegaron a Tesalónica, donde había una sinagoga de los Judíos. Y Pablo, entró según su costumbre, y por tres días de reposo discutió con ellos basándose en las Escrituras, explicando y presentando evidencia de que era necesario que el Cristo padeciera y resucitara de entre los muertos, y diciendo: ‘Este Jesús, a quien yo les anuncio, es el Cristo’.” Cuando los judíos rehusaban escuchar, Pablo los dejaba y les predicaba a los gentiles (Hch. 13:45- 47; 14:5-7; 18:6; 19:9-10; 28:24-28):
  • 16. 18 LA CARTA DE PABLO A LOS CREYENTES EN ROMA “Algunos [judíos] eran persuadidos con lo que se decía, pero otros no creían. Al no estar de acuerdo entre sí, comenzaron a marcharse después de que Pablo dijo una última palabra: ‘Bien habló el Espíritu Santo a vuestros padres por medio de Isaías el profeta, diciendo: “VE A ESTE PUEBLO Y DÍ: ‘AL OÍR OIRÁN, Y NO ENTENDERÁN; Y VIENDO VERÁN, Y NO PERCIBIRÁN; PORQUE EL CORAZÓN DE ESTE PUEBLO SE HA VUELTO INSENSIBLE, Y CON DIFICULTAD OYEN CON SUS OÍDOS; Y SUS OJOS HAN CERRADO; DE OTRO MODO VERÍAN CON LOS OJOS, Y OIRÍAN CON LOS OÍDOS, Y ENTENDERÍAN CON EL CORAZÓN, Y SE CONVERTIRÍAN, Y YO LOS SANARÍA.’ ” Is. 6:9-10 Saben, por tanto, que esta salvación de Dios ha sido enviada a los Gentiles. Ellos sí oirán.’ ” v. 17 Pablo añadió una última y muy importante cosa acerca del Evangelio: que en el Evangelio Dios está mostrando a todos cómo Él puede mantener Su propia justicia y, a la vez, perdonar todos los pecados de los creyentes y aceptarles como perfectamente justos. Aunque Dios quería salvar a los pecadores del castigo eterno, no lo podía hacer a menos que el castigo justo de su pecado fuera completamente pagado; haciendo posible así, la única manera de poder aceptarlos como perfectamente justos. Cuando Dios dio la Ley a Israel, Él demandó una obediencia absoluta. Él dijo que todos aquellos que la desobedecieran serían castigados. Pero Dios sabía que, siendo pecadores de nacimiento, ni los israelitas, ni ningún otro ser humano, podrían obedecer Su santa Ley. Aun así, Dios amaba el mundo y quería salvar a los pecadores del castigo que la Ley decía que todos merecían. (Al expresarnos así, no queremos decir que Dios no sabía qué hacer. Dios sí sabía lo que iba a hacer en cuanto a la salvación de los hombres, aun antes de crear el mundo.) ¿Cómo podía Dios, entonces, salvar a los pecadores? Nunca podría hacer caso omiso a Su propia Ley, porque eso sería injusto. ¿Cómo podía Dios salvar a los pecadores y seguir siendo justo? La respuesta nos es dada en el Evangelio. Siendo que Cristo pagó el precio completo del castigo del pecado, Dios puede aceptar como perfectamente justos a los que creen en el Señor Jesús porque están vestidos con Su justicia. Es esta justicia divina la que nos es revelada en el Evangelio, y es el tema de esta carta: “LA JUSTICIA DE DIOS REVELADA” davidchrisbrown@gmail.com El Evangelio debía ser predicado primero a los judíos, pero cuando ellos lo rechazaron, lo llevaron a los gentiles, quienes lo recibieron gozosamente. En el Evangelio Dios muestra cómo puede ser justo y, a la vez, perdonar todos los pecados de los que creen, porque Cristo pagó el precio completo del pecado.