Pablo nació en Tarso de Cilicia y fue un perseguidor de los cristianos. Sin embargo, en el camino a Damasco tuvo un encuentro con Jesucristo resucitado que cambió su vida, convirtiéndose en el "Apóstol de los Gentiles". Realizó tres viajes misioneros para fundar iglesias y propagar el evangelio por el Imperio Romano. Finalmente, fue arrestado y martirizado en Roma por orden del emperador Nerón.