Rusia invade Ucrania en una escalada militar sin precedentes desde 1945. Vladimir Putin busca subvertir el orden mundial posterior a la Segunda Guerra Mundial basado en el respeto a la soberanía e integridad territorial de los estados. El experto Pablo de Orellana indica que las acciones de Putin ponen en jaque principios fundamentales y podrían tener consecuencias catastróficas si no hay una respuesta contundente. Putin ha justificado la invasión con argumentos como la seguridad nacional rusa y la existencia de supuestos neonazis en U
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Rusia invade ucrania
1. Rusia invade Ucrania: "Putin es la
expresión de una mentalidad imperialista
que busca destruir los cimientos del
orden mundial"
El orden global, tal y como lo conocemos, está en vilo.
En la madrugada del jueves, Rusia lanzó una invasión masiva contra Ucrania, en
una escalada de agresiones militares que no se veían en el mundo desde 1945.
Cuando los tanques y los misiles de Rusia cruzaron hacia suelo ucraniano, mientras
Naciones Unidas imploraba a Putin no iniciar el ataque, los principios del derecho y
las relaciones internacionales que costaron dos guerras mundiales e innumerables
vidas parecieron echados por tierra.
"Hechos como los que estamos viendo ahora se volvieron muy extraños desde
1945", dice a BBC Mundo Pablo de Orellana, experto en Rusia y académico de
relaciones internacionales y conflictos bélicos de la universidad King´s College, en
Londres.
"Lo que fue una práctica a través de los siglos, invadir a tu vecino, se volvió casi
imposible en la segunda mitad del siglo XX. Salió mal. Mira lo que le pasó a Sadam
Hussein", comenta.
El experto recuerda que anexiones violentas, desde 1945, solo ha habido tres: Tíbet,
Sahara Occidental y Crimea, la más reciente, en 2014.
"Es muy poco para tan largo periodo de tiempo. Y casualmente, o quizás no tan
casualmente, Crimea y ahora Ucrania han sido orquestadas por la misma persona:
Vladimir Putin", dice.
Pero ¿qué ha llevado a Putin a tratar de subvertir el orden que ha regido el mundo
durante las últimas décadas? ¿Qué busca y qué hay detrás de sus decisiones?
¿Qué quiere de Ucrania y de Occidente?
Las respuestas no están del todo claras todavía, pero De Orellana tiene claro que
sus consecuencias pueden poner en jaque al mundo tal y como lo conocemos.
"Estamos viviendo sin dudarlo un retroceso de esas reglas y sobre todo de los
derechos iguales de los estados. Y esto, si no se responde con contundencia,
puede tener resultados catastróficos", dice.
2. Pese a las advertencias y sanciones de Occidente, Putin ha lanzado finalmente una
invasión a gran escala contra Ucrania. ¿Cómo puede entenderse esta decisión?
¿Qué hay detrás?
Desde hace años Putin buscaba imponer su presencia a nivel internacional y poco
a poco se ha ido preparando para esto. Anteriormente, ya había tomado pedazos
de territorios a otras naciones, como lo hizo con Abjasia y Osetia, en Georgia. Y
para preparar sus tropas para estas incursiones y levantar su moral, no solo
remodernizó el Ejército ruso, sino que lo llevó a campañas como la guerra de Siria,
donde fueron bien preparados para acciones posteriores.
Lo que vemos ahora, sin embargo, es otro nivel. No ha sido como esas pequeñas
anexiones en las que Putin decía que iba a proteger a una minoría rusa en partes
de Georgia o Ucrania.
Ahora está buscando mucho más: controlar todo un país independiente y
democrático.
Para justificar la invasión, Putin ha utilizado todo tipo de argumentos, desde la
seguridad nacional, por la aspiración de Ucrania de unirse a la OTAN (que es
remota) hasta la existencia de un supuesto "genocidio" o de "neonazis" en Ucrania.
¿Qué hay realmente detrás de la invasión?
Hay dos partes en esos argumentos.
Lo de la OTAN, como estrategia diplomática, fue genial, porque le exigió a EE.UU.
y Europa algo que ni Washington ni la OTAN pueden prometer, que es que Ucrania
no se uniría a la alianza, porque va contra sus principios.
Era en realidad una trampa: Putin sabía que nunca se le hubiese podido dar lo que
quería. Pero le sirvió para justificar ante la opinión pública rusa la invasión: quedar
bien ante su pueblo y atribuir la culpa a Occidente.
Esta misma mañana decía en la televisión rusa que esta era una guerra que les
habían impuesto, lo cual es un sinsentido.