Este salmo expresa el anhelo profundo del autor por la intimidad con Dios, recordando con añoranza los tiempos en que podía visitar el santuario y disfrutar de su presencia. Aunque ahora se encuentra lejos del templo, busca consuelo recordando a Dios durante la noche y expresando su sed por Él. El salmista identifica su situación con la de todo el pueblo de Israel.