La salud mental no solo implica la ausencia de trastornos, sino un estado de bienestar en el que el individuo es consciente de sus capacidades y puede afrontar tensiones de forma productiva. La personalidad, el temperamento y el carácter son características que diferencian a las personas y se ven afectadas por factores genéticos, sociales y ambientales. Existen cinco áreas vitales para el ser humano: esencia, trabajo, amistad, amor y autodominio.