San Martín de Porres nació en Lima en 1579 y dedicó su vida a ayudar a los pobres y enfermos de la ciudad. Trabajó como enfermero y sirvió desinteresadamente a todos, especialmente a los más necesitados. Murió el 3 de noviembre de 1639 después de contraer una enfermedad que él sabía que no sobreviviría, dejando un profundo impacto en la ciudad por su compasión y servicio.