3. En la época visigoda, Segóbriga seguía siendo una ciudad notable, poseía una sede
episcopal desde el siglo VI, y sus obispos participaban en los Concilios de Toledo.
El abandono y la destrucción llegaron a partir de siglo VIII con la invasión musulmana
cuando sus obispos y élites gobernantes huyeron hacia el norte, buscando el amparo de
los reinos cristianos. A partir de entonces se fue despoblando paulatinamente. En la
Reconquista, sus terrenos y ruinas pasaron a depender de la Orden de Santiago con sede
en el Monasterio de Uclés y la población se fue desplazando hacia el cercano pueblo de
Saelices, junto a la fuente que nutría el acueducto que había abastecido de agua a
Segóbriga.
4. La ciudad celtibérica y romana
de Segóbriga se encuentra en el
cerro de Cabeza de Griego en el
término municipal de Saelices
(Cuenca). Poblada por el pueblo
de los Olcades ya en el siglo III a
C, fue romanizada a partir del
siglo II a C, cuando fue
conquistada por Tiberio
Sempronio Graco.
Segóbriga se encontraba en un
importante nudo de
comunicaciones, en el cruce de
dos calzadas romanas, la que
unía Complutum con Cartago
Nova y la que unía Cástulo con
Cesaraugusta.
Su época de esplendor fueron los siglos I y II, momento en que se construyeron los
conjuntos urbanos formados por el teatro, el anfiteatro, las termas interiores y exteriores,
el acueducto y los sistemas de canalización de aguas.
En su “Historia natural “, Plinio habla de la extracción en Segóbriga del “lapis specularis”
"la más traslúcida de esta piedra se obtiene en la Hispania Citerior, cerca de la ciudad de
Segóbriga y se extrae de pozos profundos”. Era un cristal de yeso traslúcido extraído de
pozos y minas que servía de cubrición en las ventanas. Al parecer este yeso se exportó a
todo el Imperio Romano y fue la razón de la riqueza y el crecimiento de la ciudad.
6. Un tramo de la muralla.
Quedan restos de una muralla celtibérica,
reforzada posteriormente en época
romana, que cercaba, defendía y agrupaba
toda la ciudad. Corre a media ladera del
cerro, buscando el apoyo natural de las
rocas.
Segóbriga tuvo una muralla de 1.300
metros de recorrido, construida en época
de Augusto. Tenía torres cuadrangulares y
varias puertas: la principal al norte, otra al
occidente y una tercera al nordeste junto a
una gran torre octogonal y alzada al este
del Teatro.
11. El anfiteatro presenta una forma elíptica irregular y sus 75 metros de largo lo hacen el
mayor monumento de Segóbriga, con capacidad para unos 5.500 espectadores.
La arena está separada del graderío por un alto podium para mayor seguridad. Un
pasillo cubierto unía las puertas y enlazaba los recintos para las fieras destinadas a
espectáculos.
17. El Teatro, uno de los más pequeños pero de los mejor conservados de toda Hispania, al
menos en su graderío, junto al Anfiteatro, estaban dispuestos a ambos lados de la vía de
entrada que subía hacia la Puerta Principal de la ciudad. Para su construcción se
aprovechó con toda intención la pendiente de la colina, ya que permitía un gran ahorro de
esfuerzo constructivo, pero el graderío se completaría con sillares extraídos de las
canteras abiertas al Sur de la ciudad, al otro lado del río Gigüela.
La construcción de este pequeño teatro romano se debió iniciar en época de Tiberio, se
levantó en tiempos de Claudio o Nerón y se inauguró en tiempos de Tito y Vespasiano,
hacia el 79 d.C., conforme indicaba una gran inscripción monumental cuyos restos han
aparecido entre las ruinas.
25. Vestuario de las termas del teatro
Se trata de la sala del Apodyterium o vestuario con cubiculi, nichos para dejar
las ropas antes de pasar a la sala de baños. Conservan también una sauna
seca circular con una pila para refrescarse con agua fría y una sauna con
piscina. Estas termas pequeñas se construyeron en la época de Augusto.
27. El Foro o Plaza de la ciudad ocupaba un gran espacio rectangular al este de la calle
principal. Estaba rodeado por un pórtico sustentado por grandes columnas desde el que
se accedía a los monumentos más emblemáticos de la ciudad, pues era el centro político y
social de Segóbriga.
Fue construido hacia el año 15 a.C., en época de Augusto, dentro del programa de
urbanización monumental de la ciudad.
31. El templo de culto imperial
En tiempos de Vespasiano (69-79 d.C.) se levantó un gran edificio frente al Foro, al
oeste de la calle principal. Su acceso se realizó a través de una gran escalinata. Era de
tres naves sostenidas por 10 columnas corintias de fustes estriados. La nave central,
más ancha, terminaba en un gran ábside al que se accedía por tres escalones para
resaltar la estatua del emperador, situada en el centro
32.
33. El criptopórtico del foro.
Al norte del Foro, se construyó un gran criptopórtico, una estructura subterránea, que
sirvió para sostener uno de los pórticos que rodearon la plaza pública de la ciudad. Fue
utilizado posiblemente como tabularium o archivo de la ciudad.
37. Las Termas Monumentales, se construyeron en el siglo I d.C. y estaban destinadas al baño
e higiene, al esparcimiento y negocios.
Las termas estaban formadas por varios recintos: la palestra, patio porticado con
columnas para hacer ejercicio. De aquí se accedía al vestuario, con una piscina en el
centro. Después se pasaba sucesivamente al frigidarium o sala fría, al tepidarium o sala
templada, al caldarium o sala caliente y al laconicum o sauna seca, situada bajo la ermita
41. Tumbas de la necrópolis visigoda
En Segóbriga las necrópolis se situaban extramuros, junto a las vías que salían de la
ciudad. La más monumental estaba al noroeste donde se conservan algunos restos de
mausoleos. Más importante es la necrópolis visigoda. Sus recintos funerarios son de
origen romano, pero algunas de las sepulturas hoy visibles son visigodas. Un mártir en
ella enterrado dio origen a la Basílica Visigoda.
45. El acueducto y canalizaciones de
agua
El aprovisionamiento hídrico de la
ciudad, ligado a la presencia de
varios aljibes repartidos por todo
el cerro, llegó a Segóbriga desde
la localidad de Saelices a través
de una conducción de hormigón
con tubería de plomo en su
interior por donde pasaba el agua