El documento describe la evolución del derecho penal desde la Ilustración, cuando reformadores criticaron las leyes punitivas arbitrarias y propusieron principios como la proporcionalidad de las penas, la presunción de inocencia y la abolición de la tortura. Luego, en el siglo XVIII, varios países europeos codificaron sus leyes penales para reflejar estos cambios, incluida la redacción del Código Penal francés de 1791 y el Código Penal español de 1822.