Hay tres puntos clave de vulnerabilidad en el comercio electrónico: el cliente, el servidor y la canalización de comunicaciones. El código malicioso como virus, gusanos y caballos de Troya, así como exploits diseñados para aprovechar vulnerabilidades de software, amenazan el entorno de seguridad del comercio electrónico, al igual que los programas potencialmente indeseables. La ingeniería social se basa en engañar a las personas para que descarguen malware mediante su curiosidad, codicia o credulidad. El robo de información