El capítulo 8 del libro de Daniel describe el Día de la Expiación celestial de tres formas: 1) describe el ataque de un cuerno pequeño al santuario celestial y al pueblo de Dios, 2) predice que luego de 2300 tardes y mañanas el santuario será purificado mediante un juicio, y 3) señala que este juicio resultará en la muerte de Satanás y la eliminación final del pecado.