CONCURSO NACIONAL DE HISTORIAS ORALES DE MUJERES INDÍGENAS
VISIBILIZAR EL LIDERAZGO COMUNITARIO. CATEGORÍA “B”
“SILVIA CIMÉ MEX”
Por Chik'in Ik' (Jesús Solís Alpuche)
Premio Nacional de Historias Orales, en el marco del Bicentenario de la Independencia y Centenario de la Revolución Mexicana
NOSOTROS SOMOS HECHOS DE LA MISMA MATERIA QUE LOS SUEÑOS
En la comunidad maya todo tiene espíritu. Tiene espíritu la Tierra, la Lluvia, el Fuego. Tienen espíritu los Animales las Estrellas y sobre todo Nosotros. En la comunidad maya estamos llenos de espíritu. Y estamos presentes siempre, no sólo en los ojos como un pensamiento en la conciencia de la vida, sino como una realidad de existencia distinta, de interacción con Dios y el Universo.
Premio Nacional de Historias Orales: "Silvia Cimé Mex"
1. NOSOTROS SOMOS HECHOS DE LA MISMA MATERIA QUE LOS SUEÑOS
En la comunidad maya todo tiene espíritu. Tiene espíritu la Tierra, la Lluvia, el Fuego. Tienen
espíritu los Animales las Estrellas y sobre todo Nosotros. En la comunidad maya estamos llenos de
espíritu. Y estamos presentes siempre, no sólo en los ojos como un pensamiento en la conciencia
de la vida, sino como una realidad de existencia distinta, de interacción con Dios y el Universo.
CONCURSO NACIONAL DE HISTORIAS ORALES DE MUJERES INDÍGENAS
VISIBILIZAR EL LIDERAZGO COMUNITARIO. CATEGORÍA “B”
“SILVIA CIMÉ MEX”
Por Chik'inIk' (Jesús Solís Alpuche)
Premio Nacional de Historias Orales, en el marco del Bicentenario de la Independencia y
Centenario de la Revolución Mexicana
En nuestra población, Kinchil, que en castilla quiere decir “donde descansa el sol”, las tardes
empiezan tarde. Sería como a eso de las siete cuando el volchito llegó al plantel. Una mujer
pequeña, de cabello y rostro pálidos, junto con tres mestizos mayas bajaron del carrito y vinieron a
nosotros. NojochDzul, tal in-huilech (Caballero mayor, te vinimos a ver) –gritó-.
Era Silvia Cimé, la líder de los artesanos y comerciantes que venden sus productos dentro de la
zona arqueológica de Chichén Itzá y a los que el dueño de los terrenos y el gobierno querían
expulsar de allá desde hace mucho tiempo; nosotros sólo la conocíamos por lo que de ella se decía
en los periódicos, por su importante papel pacifista, que en varias ocasiones había logrado mediar
las acciones del propietario,--interesado en poner sus propias tiendas en el interior del sitio
arqueológico--, para que sus compañeros y compañeras mayas sigan trabajando en el interior. Le
preguntamos a qué se debía el milagro de su visita.
Pedimos apoyo a la Comisión Estatal de Derechos Humanos, (CODHEY), porque las autoridades
nuevamente nos quieren sacar, por órdenes de Don Barbachano; en Chichén, donde trabajamos,
nos dijeron que les busquemos, para ver si nos apoyan y hacemos la causa común. También nos
dijeron que veamos a los mayas de Hunucmá y de Oxcum, que también tienen problemas con la
venta de sus ejidos que son su patrimonio. Pero no sabemos cómo llegar a esos lugares ni
conocemos a los dirigentes --expuso un tanto extenuada la mujer-.
Incansable durante una reunión de varias horas en la noche, nos explicó a la directiva de nuestra
organización que el movimiento que encabeza en el municipio de Tinum, principalmente en la
comisaría de Pisté, donde se asienta la zona arqueológica de Chichén Itzá, es pacífico, con espíritu
de cooperación indígena maya, que busca ampararse en el Convenio 169 de la Organización
Internacional del Trabajo, firmado por nuestros gobiernos que se comprometen a respetar los
derechos patrimoniales de los pueblos y las culturas indígenas, como nuestra cultura maya.
“Queremos hacer compromisos de respeto con las instituciones; nos comprometemos a poner
2. todos nuestros esfuerzos para ayudar a la conservación del patrimonio cultural que le dicen
tangible, que son los monumentos arquitectónicos y astronómicos que aún valoramos desde
nuestra espiritualidad. Pero queremos que nos respeten también, que no nos difamen, (en
reiteradas ocasiones se ven publicaciones que atacan la presencia de comerciantes y artesanos en
el interior de la zona, restringida para esos efectos según el reglamento del INAH) que no digan
que somos feos o puercos en nuestras acciones y trabajo que ofertamos. Queremos trabajar
pacíficamente para llevarles pan a nuestras familias, ya que el trabajo en las tierras se ha acabado”
Mañana --siguió diciendo Silvia Cimé--, viene el director del INAH, señor Luciano Cedillo, nos dicen
que hay un proyecto de reordenación en el interior de la zona arqueológica, queremos pedirles
que una comisión de ustedes nos acompañe como observadores, porque creemos que esto de la
reordenación es un cuento para sacarnos de nuestros lugares de trabajo; no queremos que nos
sigan acusando de invasores ni intransigentes en los lugares sagrados de nuestros antepasados, no
queremos ser un problema, queremos ser la solución, ¡Ayúdenos, compañeros!–concluyó-.
Corría el mes de mayo de 2005. En el nuevo polifórum nombrado Siglo XXI, en Mérida, nos
reunimos con el entonces director del INAH, doctor Luciano Cedillo y su gabinete de asesores,
quienes en forma altanera y autoritaria argumentaban los costos de las restauraciones de los
edificios mayas, para ponerlos a disposición de un turismo, cada vez más exigente de nivel
mundial. La necesidad de estar a la altura de Egipto, de Grecia, o Teotihuacán, determina
establecer reglas nuevas de protección no sólo a los edificios, sino también al turismo que no
quiere que nadie lo moleste.
La propuesta concreta del INAH era la salida de los artesanos mayas del interior de la Zona a
cambio de que se establecieran fuera del edificio, a un lado de las taquillas.
Todos los argumentos de los asesores y del propio doctor Cedillo estaban encaminados a que los
artesanos entendieran que su presencia en el interior de la zona afecta el proyecto de
“reordenación”. Doña Teresa, una de las representantes del grupo de vendedoras de artesanías,
soltó el llanto de impotencia natural frente al trato autoritario y determinante, que insensible, sólo
se radicalizó aún más, argumentando que muchos de los que allí laboran no son mayas sino
chiapanecos, y que es del conocimiento del INAH que la artesanía que muchos vendían era de
origen chino, o coreano, menos maya, por lo que tendrían que buscarse otros espacios para
establecerse si no aceptan el que se les ofrece.
Doña Silvia CiméMex pidió la palabra anteponiendo sus respetos a los visitantes y autoridades
federales del INAH, estatales de CULTUR y a todos los presentes. De entrada advirtió que su
representación no pretende ser factor del conflicto de intereses que existe entre un propietario
particular y los bienes nacionales que no cuadran en una Ley Federal de Monumentos y zonas
arqueológicas, sino todo lo contrario, “queremos ser la solución”. No sólo en el proyecto de
reordenación en el interior de la zona que implicaría la expropiación, sino con un proyecto
alternativo que nos dé certidumbre, a los mayas, en nuestro trabajo, para un desarrollo común de
3. nuestros compañeros y compañeras, artesanos y vendedores, que incluya además a los habitantes
de todos los municipios y comisarías, comunidades y ejidos circunvecinos de la zona arqueológica,
cuyas ganancias no se aprovechan para un desarrollo justo y democrático de nuestra región, que
hoy se sume en la pobreza y hasta en la miseria.
Uno de los asesores, groseramente, argumentó que ese no es problema del INAH, es problema de
ustedes con sus pueblos que no se organizan en su desarrollo.
Silvia Cimé, pequeña de estatura, tez y cabellos pálidos se dirigió a todos con la mirada; muy
calmada dijo: --Nos decían en la escuela que fue un señor, Edward Thompson, el que en 1894 hizo
que la dormida ciudad de Chichén Itzá despertara de sus sueños de siglos para que se mostrara
como hoy es a todo el mundo. Luego supimos que una institución extranjera trajo al famoso
doctor Morley y un equipo de científicos a hacer estudios y restauraciones que siguieron haciendo
nuestros arqueólogos, para que Chichén alcance la celebridad que hoy tiene en el mundo entero
como Patrimonio de la Humanidad, reconocido por la UNESCO desde 1988.
Unos dicen que este señor Thompson dio prestigio al surgimiento de nuestra ciudad sagrada al
conocimiento del mundo, por medio de conferencias, y publicaciones sobre la historia, el arte, y
los conocimientos de la civilización maya, como cónsul que era de Estados Unidos en Yucatán.
Pero otros dicen también que este mismo señor Edward Thompson era un malvado ladrón y un
farsante codicioso, que dragó y se llevó a Estados Unidos todas las riquezas que sacó del Cenote
Sagrado, violando nuestras sagradas costumbres espirituales de pagar compensación a las fuerzas
del universo, que teníamos por costumbres los antiguos mayas para que haya un orden en la vida
que nos dieron.
Hay un viejo mito, “Le KuxáanSum’mo”, (La Soga de la Vida) que nos dice que esa acción rompió el
último tejido de la gran soga en que se integraban y ordenaban todos los seres vivos con el
universo. Esta soga, al sacarla inicialmente alguien de su lugar ya no la pudo volver a ordenar de
igual manera para que tuviera cabida en el mismo lugar.
Desde entonces todos los males se desataron en el mundo, al romperse la Soga de La Vida todos
estamos desesperados por cambiar las cosas, sin darnos cuenta que las empeoramos más.
Nosotros creemos que la Soga de la Vida se puede empatar, consideramos que es necesario
identificarnos y respetar nuestros espacios y trabajos.
Según datos que tenemos, CULTUR recibe un promedio (año 2009) de medio millón de pesos por
el pago del ingreso a la zona arqueológica de cerca de 5,000 mil turistas diariamente, que sin la
campaña que hacen en contra nuestra los guías y custodios, para que los turistas no nos compren
y les compren a las tiendas de los grandes comerciantes, nosotros tendríamos hasta 800 pesos
diarios de ingresos. Pero no, aunque estemos dentro de la zona, nuestras oportunidades son
pocas de vender nuestras artesanías, porque los monopolios tienen el control de los guías, que se
ponen en contra de nosotros. Por eso pensamos que el reordenamiento de la zona iba a ser una
4. oferta conveniente para los mayas, pero no es así, de manera que seguimos en la incertidumbre, o
sea que seguiremos trabajando en tierras que los Barbachano dicen que son de ellos, pero más
bien estamos en la “servidumbre de paso”, en la calle y el derecho de vía que atraviesa su
propiedad.
De esta manera, con todo el respeto que se merecen, no podemos hacer ningún acuerdo con
ustedes, seguimos trabajando así y aquí no ha pasado nada. Les agradecemos la visita --concluyó
Silvia--, pausadamente se levantó y con una sonrisa triste nos miró y dijo: ¡Vámonos!
De algo sirvió esta aclaración, porque durante más de un año trabajaron los mayas la venta de sus
artesanías sin que los molestaran aparentemente.
El año 2006, el cineasta suizo Bernard Waber, por medio de la New Open WorldCorporation,
convocó a un concurso mundial para declarar las nuevas siete maravillas del mundo, entre las que
propuso la zona arqueológica de Chichén Itza.
Nuevamente el INAH y Cultur convocaron al diálogo a los artesanos y comerciantes que laboran en
la servidumbre de paso del interior de la zona.
Nuevamente fui invitado como observador por la señora Silvia CiméMex, dirigente histórica de la
resistencia de los más de 600 artesanos y comerciantes mayas que desde hace más de 50 años
laboran en el interior de la zona arqueológica de Chichén Itzá, que a pesar de las reiteradas
acciones de parte de del INAH, Cultur y el actual propietario particular de 746 hectáreas,
HanzThiesBarbachano, para excluirlos de la calle del predio donde se asientan en el interior del
sitio, ella ha tenido la capacidad de gestionar y negociar, pacíficamente, la permanencia de los
artesanos y comerciantes laborando en el interior.
En aquella ocasión, el INAH y Cultur fueron hasta cierto punto atentos para solicitar la salida de los
artesanos y comerciantes de la zona. Había que filmar y documentar la promoción de la ciudad
sagrada de los Itzaes y la Pirámide de Kukulcán para el mundo.
Silvia Cimé relata la experiencia de 1997, cuando se programó el concierto de Luciano Pavaroti;
dice que les pidieron que salieran por unos días, pero “unos días” se volvieron más de cuatro
semanas en la adaptación del interior de la zona, con los consecuentes trances económicos por la
falta de ingresos para ellos y sus familias. “Sólo quiero decirles una cosa: parece que ustedes sólo
sienten orgullo por nuestro pasado indígena maya, por nuestros monumentos y santuarios, pero
nosotros les damos vergüenza… Pues ¿Qué tiene que filmen y documenten la propaganda de
Chichén con todo y nosotros los mayas vivos trabajando?”
La respuesta fue que son órdenes de arriba y sólo así se pueden hacer las grabaciones que
servirían de promoción. Hubo mucho que dialogar para que la señora CiméMex lograra que en un
solo día estuvieran fuera los artesanos, a quienes después también hubo de convencer para que
5. en su ausencia se filmaran los trabajos de publicidad para el concurso, en que nuestra zona
arqueológica maya de Chichén Itzá fue nombrada una de las nuevas maravillas del mundo
moderno el 7 de julio de 2007.
Silvia CiméMex nació en la comisaría de Pisté, municipio de Tinúm, Yucatán y registrada en Mérida
el 27 de diciembre de 1962, sus padres don Isidro CiméMex y Paulina Mex López, son campesinos
que emigraron a la ciudad; llevó la infancia de cuidados y enseñanzas que tienen las niñas mestizas
mayas y a los 18 años “empecé a trabajar desde chica ayudando a mi mamá en lavado y planchado
ajeno de ropa, no nos iba bien y nos fuimos al oriente e igual trabajé en Isla Mujeres, Cozumel y
Cancún y debido a que no tengo estudios, por más esfuerzos que hacía, no me daban mejor
trabajo que el de lavar y planchar ropa ajena. Hasta que en 1983 me aceptaron en una tienda de
artesanías de una cooperativa de los custodios de Chichén”
En ese entonces todos los custodios tenían sus casas dentro de la zona arqueológica, también
tenían ellos sus negocios en unas casitas de paja que estaban a la orilla de la carretera en donde
pasaba el autobús de Mérida a Cancún.
En 1985 empecé a trabajar como artesana y comerciante vendiendo, hipiles y vestidos que yo
misma hacía, movida por la necesidad de ganar un poco más, porque en ese entonces mi mamá
había enfermado de cáncer y mi papá estaba casi ciego. Para colmo, en ese entonces también
estaba embarazada de mi primer hijo; así que tomé la decisión de trabajar por mi cuenta y vender
al mismo tiempo, porque me di cuenta que esa es la única manera de ganar un poco más si
vendemos directamente al cliente comprador lo que producimos.
Me empecé a juntar con otros artesanos y vendedores, los ‘chacmoleros’ y la venta al turismo
dentro de la zona era un relajo, porque todos tratábamos de ganarle el cliente al otro y en efecto
había algunos turistas que se enojaban por este desorden. De eso me di cuenta y empecé a
decirles a mis compañeras y compañeros que eso no estaba bien, pero nadie me escuchaba, más
de 500 familias vivíamos y vivíamos bien de esa manera. De la talla de madera, urdidos de hamaca,
tejidos de telas, hipiles y otros trabajos que hacemos y vendemos en el interior de la zona
arqueológica. Más de dos mil mayas dependíamos, en ese entonces, de la venta de artesanías en
el interior, que la familia Babachano dice que es de su propiedad y el gobierno le da la razón.
Fue como un año que duramos dentro de la zona arqueológica y vino el desalojo, no violento, pero
sí con mentiras, porque nos construyeron un mercado alejado de la entrada de las taquillas de
venta de boletos. Yo le dije a mis compañeros y compañeras, siempre en lengua maya, para que
los orejas de las autoridades y del dueño no lo entiendan, que poco a poco y uno por uno
entremos de nuevo. Entonces la cosa no estaba tan dura, como hoy, y nuevamente nos
establecimos en la calle que es servidumbre legal en el interior de la zona, aparentemente sin que
nos vieran. Hasta que otra vez se les ocurra y nos volvían a sacar.
6. El primer ataque agresivo tiene poco más de 12 años, fue cuando usaron gases lacrimógenos,
lastimaron a niños, ancianos y mujeres embarazadas. Había una directiva de representación de
todos y yo me uní a ellos para defender nuestro derecho al trabajo digno y justo que hacemos. En
la reunión con las autoridades me di cuenta que estos representantes no aguantaron la presión y,
doblegados, se comprometieron a que todos nos saldríamos a vender nuestro trabajo fuera de la
zona, donde vendíamos bien.
Como en ese entonces así se tomaban las decisiones, sin tomar en cuenta la opinión y menos la
decisión de la mayoría del grupo, me armé de valor y les dije la verdad a todos, que no estaba bien
que se acepte, que como mayas teníamos derechos al trabajo digno aquí mismo, y que teníamos
que ser conscientes y organizarnos mejor. Y así fue como ellos me nombraron su representante
desde entonces.
Este trabajo ya no le gustó a mi marido que decía que me estaba olvidando hasta de mi misma.
Vino la separación, y desde entonces soy padre y madre de mis tres hijos y más de 600
comerciantes y artesanos que me cambiaron la vida. Desde entonces estoy batallando con las dos
fuerzas: nuestros hermanos mayas que mientras más información y conciencia tienen, sienten que
los templos y monumentos son su patrimonio, porque hasta el mismo gobierno se los dice, de
boca pa’ afuera, que tienen una deuda histórica con nosotros. Y ese mismo gobierno que le
reconoce la propiedad de los Barbachano, hasta del Castillo y del Cenote Sagrado asentados en las
746 hectáreas reconocidas en el Tablaje 7758, para que nos saque, es terrible…” Narra la dirigente
maya.
El 20 de enero de 2009, el actual propietario del predio donde se asienta la zona arqueológica
interpuso la denuncia penal número 000100/2009, en contra de Silvia y más de 600 indígenas
mayas en la Agencia del Ministerio Público de Valladolid, Yucatán, por daños en propiedad ajena y
amenazas de muerte contra los agentes civiles de Hans ThiesBarbachano. El 18 de enero –previo
cierre de todos los caminos por donde entraban los artesanos y vendedores ambulantes a la zona-
- fue cerrada la servidumbre de paso e impedido el paso diario a más de 600 vendedores de
artesanías y artesanos que laboran regularmente, respetando y cumpliendo los acuerdos
establecidos en una mesa de diálogo entre la representación de los mayas encabezada por Silvia
CiméMex con las autoridades del INAH y CULTUR, los días 29 de febrero y sábado 1 de marzo de
2008.
Era imposible que cinco empleados de Barbachano impidieran la entrada a más de 600 mayas
enardecidos con su cargamento de mercancía artesanal que todos los días se establecen en el
sitio, ni aún con el cierre de la enorme reja que les cerraba el paso con su carga. Más bien Silvia
Cimé consideró que se trataba de una provocación.
“Desde endenantes, para arrebatarnos de este espacio, nos atacan diciendo que presionamos y
ofendemos al turismo para que nos compre, que hacemos nuestras necesidades en este lugar
público, incluso que vendemos drogas y consumimos alcohol en horas de este trabajo. Todo con
7. tal de justificar que nos saquen del lugar donde nos ganamos la vida. Les dije en el momento más
difícil: No caigamos en la provocación, compañeros y compañeras, nuestra lucha es pacífica y
pacíficamente nos vamos a ganar el lugar que nos corresponde. Queremos ser la solución del
problema, no somos el problema. Y por los lados de la enorme reja, donde sólo podía pasar una
persona, fuimos entrando, sin los carritos de carga y sin la carga, para después pasarnos los bultos
uno por uno al interior, durante todo el día. Así los mayas recuperamos nuestro lugar de trabajo
digno. Sin embargo, al otro día, la denuncia penal estaba interpuesta y algunos medios hablaban
de la violencia indígena en Chichén Itzá”
Silvia Cimé, la representación de los artesanos en general y su asesor, el licenciado Villebaldo Pech
Moo, joven abogado que era funcionario del INAH y se puso del lado de los mayas desde que Silvia
es dirigente, llaman nuevamente a las autoridades a la mesa de diálogo.
Ésta se reabre con sesiones extraordinarias los días 13 de febrero y el 17 de abril de 2009, en el
auditorio “Chilam Balam” del Parador Turístico, con la participación de los representantes de todas
las autoridades del INAH y su departamento jurídico, del gobierno del Estado y sus diferentes
secretarías, el diputado presidente de la Comisión de Culturas del Congreso de la Unión y nosotros
con varias agrupaciones, como observadores de la sociedad civil.
SiviaCimé habla de la incertidumbre en que trabajan sus hermanos indígenas y del nuevo intento,
el 18 de enero, de impedirles la entrada a la zona con sus ventas de artesanías, reitera que es un
derecho al trabajo digno y el espacio que ocupan es la “servidumbre de paso” de un predio
particular del señor Barbachano en un Patrimonio de la Humanidad que es del mundo maya.
Expone su demanda penal y la de sus compañeros como una forma de intimidación: “Insisten en
tratar de meternos el miedo”.
El coordinador de la Mesa dijo que gracias a las reuniones previas con Silvia Cimé y el asesor
jurídico de los artesanos, que fueron muy respetuosas, y en las que se plantearon no problemas
sino necesidades de la comunidad de artesanos y sus poblaciones, especialmente las que
delimitan con la zona arqueológica de Chichén Itzá que tiene tanta presencia mundial y en el que
queda claro que no se está frente a un problema, sino frente a un fenómeno de carácter
sociológico, antropológico, socioeconómico y humano, se abrió la tercena mesa de diálogo.
Silvia Cimé agradeció la voluntad que se manifiesta de respetar acuerdos y los derechos humanos
de los mayas, pero pidió que se concretaran. Recalcó que no sólo se refiere a los intereses de
desarrollo de los que trabajamos en el interior de la zona asentada en la Comisaría de Pisté, sino
también a las otras comisarías y municipios cercanos a Chichén que permanecen fuera de la
mejoría social y desarrollo que se viene dando aquí, todas nuestras comunidades indígenas
aledañas deben de ser beneficiadas por la gran derrama económica que recibe Chichén del
turismo mundial. Reiteró el asunto de la reja que fue cerrada para evitarles la entrada: “No se vale,
nuestros compañeros artesanos han cumplido con todo lo que nos piden en los acuerdos y no se
nos respeta, no se nos da nuestro lugar, no se nos explicó los motivos que hay para cerrar la reja.
8. No queremos molestar, no queremos violencia como ha sucedido hace mucho tiempo, ahora
nuevamente tenemos denuncias ante las autoridades como si fuéramos delincuentes, ya estamos
cansados de promesas” Subrayó.
La licenciada Socorro Villareal, del Departamento Jurídico del INAH, dijo que ese instituto tiene la
atribución y responsabilidad incuestionable de la conservación del patrimonio nacional, su
investigación y difusión en forma directa, pero se requiere para sus fines de la participación de
todos, además de hacer viable el disfrute y reconocimiento de este patrimonio por parte de
propios y extraños, para crear identidad y orgullo de saberse descendientes de las culturas
pasadas. Al referirse a la propiedad de las tierras donde se asienta la zona arqueológica y cómo se
divide, de sus accesos y el margen de ciudadanos que no pagan por entrar, las inversiones en
mantenimiento, los trabajos de investigación, subrayó que son políticas que no las define el INAH,
sino las leyes existentes en la materia. Puntualizó que la propiedad de la tierra está protegida
como un derecho en el Registro Público de la Propiedad desde hace muchos años; ya un juez lo
dictaminó y la reja en cuestión sí está en los terrenos de la propiedad particular. También la ley
manifiesta que los edificios son propiedad de la nación, pero sin las tierras, es por eso que se hace
necesario la adquisición de los terrenos a través de la donación, la compra o la expropiación. La
decisión y el proceso tienen un tiempo, especialmente porque se trata no sólo de un propietario
sino que son tres de la misma familia Barbachano. Indicó que no hay autorización de parte del
INAH para la instalación de palapas para venta de artesanías, y casetas que han construido estas
familias, las hicieron porque se supone que es su propiedad en términos de ley. Reiteró que el
instituto está trabajando en el aspecto de la adquisición de los terrenos particulares en donde se
asienta la jurisdicción de la zona.
En su siguiente intervención, la licenciada Socorro Villareal, en representación del INAH reiteró
que de parte del instituto no existe ni una sola denuncia, ni intención de llevar acciones de
desalojo de los artesanos, en tanto no exista una propuesta integral para mejorar la calidad de
vida de ustedes. Sí creemos que hay que llegar y caminar con ustedes y con el Gobierno del Estado
para una propuesta digna para todos. No eludimos el tema de régimen de propiedad de estos
terrenos, un tema que por muchos años no fue abordado por el gobierno federal. El INAH se ha
comprometido a realizar un análisis de solución integral. Como autoridad estamos obligados a
respetar la propiedad privada, pero sin desatender los derechos de los pueblos. Es un derecho
natural de los originales de las tierras de este país que reconocemos como garantías de las
personas. Reiteramos que no vamos a hacer acción alguna para retirarlos. Estamos trabajando en
una solución para el asunto. Pido paciencia, porque no es un tema que se resuelva fácilmente-
Concluyó-
En ambas sesiones de las dos Mesas de Dialogo (los días 13 de febrero y el 17 de abril de 2009)
hubo mucha participación, siempre con un claro énfasis de parte de Silvia CiméMex llegándose al
siguiente consenso de propuestas, tanto de parte de los representantes del gobierno como de la
representación de los artesanos. Los artesanos y comerciantes, después de un proceso de
9. deliberación, manifestando su voluntad de compromiso con la Mesa de Dialogo, acordaron
cumplir los siguientes puntos:
1.- No caminar o deambular dentro de la zona arqueológica “estirando la mano” tras los turistas,
persiguiendo con el propósito de lograr la venta de sus artesanías. Respeto total al turismo
2.- Aceptar que se realice un censo de todos los integrantes de la organización de artesanos y
comerciantes que laboran en el interior de la zona. Y aceptar la portación de un gafete de
identificación como miembro de la organización.
4.- Evitar la contaminación en todas las formas, poniendo la basura dentro de los contenedores y
evitando el manejo de materiales tóxicos o encender fuego con objetos inservibles capaces de
potenciar incendios. Mantener la zona libre de grafiti.
5.- Abstenerse de riñas o actos que alteren el orden, o violen los acuerdos de la Mesa de Diálogo.
Todas las diferencias internas se resolverán de común acuerdo en asamblea.
6.- No consumir alimentos fuera de las áreas asignadas, ni introducir ni consumir bebidas
alcohólicas. Respetar las áreas acordonadas y restringidas. No subir a los techos, muros,
banquetas, columnas y otros lugares arquitectónicos o escultóricos. Ni subir a edificios y
montículos no restaurados. Las partes convinieron que se integre una Comisión de Trabajo para
Coordinar la relación de los artesanos-comerciantes con las distintas instancias del gobierno del
Estado, que entre otras iniciativas y proyectos se comprometieron a lo siguiente:
1.- Llevar a cabo un programa de salud pública y prevención entre los mayas que laboran en el
interior de la zona que se extienda posteriormente a todas las comunidades aledañas donde
radican sus familias.
2.- Desarrollar a corto y mediano plazos un programa estructural de capacitación en materia de
técnica y administración con talleres que rescaten el arte popular y se brinde apoyos económicos
en los términos de gestión que se acuerde. Y un replanteamiento en relación a los recorridos y
tiempos que determinan los guías a los turistas y visitantes en la zona.
3.- Que la derrama económica que recibe Chichén del turismo mundial beneficie a la región con un
15 % para su desarrollo. Aplicar un programa de vivienda y reconstrucción de baños, techos que
mejoren la calidad de la habitación maya y desarrollo social en las comunidades rurales aledañas a
Chichén Itzá.
4.- Explorar la posibilidad de constituir cooperativas de artesanos y comerciantes que operen en el
marco jurídico de las organizaciones sociales de productores y sus derechos.
La señora Silvia Cimé pidió, según consta en el acta correspondiente, que se firme un documento
de esta reunión tan importante en su contenido alusivo el espíritu de cooperación, en los términos
10. que se acordaron. Asimismo informó que ésta es la última reunión en la que estaría presente, pues
los objetivos de su vida se encaminan a ver que la justicia sea posible para el gremio de sus
compañeros, con la voluntad de todos los aquí presentes, se ha cumplido. Pidió a la
representación de los artesanos que participó en las mesas de diálogo que nombren otra persona
para que la sustituya en una próxima asamblea porque su salud está menguada.
Las tensiones y preocupaciones no son buenas. Hubo mala fe y desconfianza, mentiras y malas
influencias en nuestra voluntad y eso perjudica, enferma el espíritu y la sangre.
Agradeció a las organizaciones que apoyaron y acompañaron el movimiento: Chan Tza Can de
Kinchil; Cumuc, de Oxcum, Proyecto Yucatán, AC y Comerciantes Unidos de la Merced, y otros
grupos indígenas mayas que estuvieron pendientes de nosotros, “con quienes logramos empatar
la soga de la vida, (Le CuxáamSu’umo)” para alcanzar un buen fin en estos trabajos. Sin embargo,
aunque mi salud esté menguada, si no hay cumplimiento en los acuerdos para que el mundo
posible que soñamos se haga realidad, mientras la unidad no se rompa entre todos y quieran
defender nuestro patrimonio, yo estaré con ustedes aunque tenga que arrastrar el alma”
El 26 de agosto del 2009 el Diario Oficial del Gobierno del Estado de Yucatán publicó el convenio
celebrado entre la SHCP y el gobierno de Yucatán, para que el 5 % de los ingresos que capta la
Zona por cuotas al turismo, el se destine al desarrollo municipal del municipio de Tinúm, Yucatán
al que pertenece la Zona arqueológica de Chichén Itzá.
Es de esta manera, como Silvia CiméMex, pequeña de cuerpo, pero grande de corazón, nos
muestra la importancia de la voluntad participativa de las mujeres mayas, que a veces obligadas
por las circunstancia de injustica y de pobreza, asumen liderazgos que contribuyen a la
transformación social y económica de su comunidad. Doña Silvia, como todos los artesanos y
comerciantes la conocen en Chichén Itzá es un exponente de la visibilidad de la mujer indígena
como sujeto de su historia.
El autor Don Jesús Solís Alpuche nos dice acerca de él:
Marino Militar en Retiro desde 1975. Soy autodidacta y mi formación cultural es por observación.
Es decir que no tengo estudios universitarios. Fuí Secretario. General del Sindicato de Marina
Mercante y Puertos Mexicanos Sección-Yucatán de 1986-89.Activista y promotor de la defensa de
los Derechos humanos desde 1990 lo mismo que de organizaciones NO
gubernamentales.Promotor de la pacificación y las mesas de diálogo en Chipas de 1994 a 1996.
Activista y promotor de los Derechos Indígenas desde 1994.Promotor y fundador de
organizaciones sociales y civiles como mediaciones para la defensa de los grupos vulnerables:
mujeres, niños, sobre todo indígenas. Periodista alternativo y promotor e impulsor de medios
alternativos de información.
Premio Nacional de Historias Orales, en el marco del Bicentenario de laIndependencia y
Centenario de la Revolución Mexicana. Escritor de 4 libros: “Apuntes de un Guardafaros” en
11. editorial Guaycura de Baja Californi Sur;“Faro de Emoción y Subversión”, Maldonado Editores-
Yucatán.“Testimonios Indígenas Mayas” y “Testimonio de Políticas Alternativas”, sin editar.
Organizador y promotor de varios Encuentros respecto al Solsticio 2012 desde el año 2010 y
promotor de la Ley en materia de Derechos Indígenas del Pueblo Maya en Yucatán. No guardo mis
reconocimientos, pero en política partidista nadie me reconoce. De donde me han reconocido son
de la CNDH, la CDI, CODHEY, Instituciones privadas y organizaciones sociales nacionales e
internacionales.