El documento habla sobre la solemnidad de la Santísima Trinidad. Explica que el Padre comunica eternamente su ser, vida y perfecciones a su Hijo, y que el Hijo atribuye todo lo que recibe del Padre de forma continua. Asimismo, el Padre y el Hijo comunican al Espíritu Santo lo que ellos son y poseen. Las tres personas divinas viven en mutua contemplación y glorificación, y comparten una misma esencia, vida y perfecciones a pesar de ser personas distintas. El documento invita a imitar a Dios