Este documento presenta un experimento para mostrar cómo el sonido puede producir movimiento. El experimento utiliza un pocillo cubierto con plástico y granos de azúcar colocados sobre el plástico, y muestra cómo hablar en diferentes tonos y volúmenes hace que los granos de azúcar se muevan, ilustrando el efecto de las ondas de sonido similares a las que ocurren cuando escuchamos.