Ana, una profesora de francés, quería que sus alumnos practicaran el idioma. Propuso que inventaran una historia en grupo. Los estudiantes crearon una historia interactiva utilizando herramientas digitales como un cómic y con múltiples finales posibles. Aprendieron a comunicarse en francés y trabajar en equipo, y su historia fue vista por muchas personas fuera de la clase.