El documento discute el ideal del maestro y la formación de los maestros. Carlos Carrillo describe al maestro ideal como el alma moral de la comunidad que reparte la vida y el color de los sentimientos. Sin embargo, la profesión docente ha estado subordinada a la adquisición de conocimientos en lugar de la formación profesional adecuada. Se necesita que los maestros tengan un capital cultural para formar estudiantes de acuerdo con las necesidades actuales, pero a menudo la docencia no se considera una verdadera profesión.