1. Hoy en día la profesión docente es catalogada como una profesión sin valor. Todo esto se debe a
que no se le han brindado las condiciones adecuadas para laborar, hay zonas rurales y urbanas en
las cuales no se cuenta con los recursos apropiados para impartir clase, ¡pero eso si! el gobierno
exige una educación de calidad, pero no hace la correcta distribución económica en materia de
educación haciendo mal uso de los impuestos de la ciudadanía. Actualmente se busca formar a un
profesor competente porque la realidad que se vive nos exige ser así, es decir, nos moldeamos de
acuerdo al contexto y formar personas capaces de resolver problemas exitosamente. Hoy en día se
le ha desvalorizado la importancia de esta profesión tan importante para la comunidad, ya que sin
esta no existiera la misma.
La educación tradicionalista ha dado mala fama a la profesión ocasionando un estancamiento en la
educación porque dentro de sus propósitos de algunos profesores no se encuentra la
actualización sino el bien monetario buscando su beneficio, sin impórtale el de sus alumnos
quedando en el conformismo.
Se tiene la creencia que solo las personas que se encuentran en puestos de mayor rango son los
que tienen más capacidad que los que se encuentran en la base del organigrama educativo,
provocando el machismo ,puesto que regularmente los que ocupan esos puestos en la profesión
docente son hombres.
Una ideología falsa y equivoca es la “feminización” a nivel preescolar, donde se cree que esta
profesión solo la puede ejercer la mujer; como imaginario de la postura materna.
Anteriormente el docente era considerado un apóstol, por el hecho de formar y guiar a los
estudiantes como personas de bien. Como la persona que tenia el saber absoluto de las cosas y su
palabra era ley, por lo tanto se le respetaba y daba un valor, se cambio de mentalidad porque
viendo la realidad debe de llevar acabo dos roles, los cuales son, “enseñar al alumno” y “ aprender
del alumno” .
Los padres de familia piensan que los maestros no enseñan y si salen mal los hijos todo es culpa
del docente, dejando a sus hijos en una zona de confort y con esa mentalidad tan errónea de la
profesión docente.
La educación no es trabajo solo del docente sino de un trabajo integro, es decir la participación,
goburnamental, de los padres de familia, del contexto y del maestro.
El docente debe amar a su profesión más que a nada, tener vocación, hacer las cosas por
convicción y satisfacción, dejando así en buen camino a las nuevas generaciones que
transformaran el presente para un mejor futuro.
Equipo: Edny C, Sandra, Ana Sánchez, Viridiana Z, Nataly, Wendolyn B.