LA CIENCIA SABE AHORA QUE MUCHOS DE LOS PILARES DE LA TEORÍA DARWINISTA SON O BIEN FALSOS O ENGAÑOSOS. SIN EMBARGO, HAY TEXTOS DE BIOLOGÍA QUE SIGUEN PRESENTÁNDOLOS COMO UNA EVIDENCIA TANGIBLE DE LA EVOLUCIÓN. ¿QUÉ IMPLICA ESTO ACERCA DE SU CRITERIO CIENTÍFICO?
-JONATHAN WELLS
Si durante mis años de estudio de ciencia en Berkeley alguien me hubiera preguntado si creía lo que leía en mis libros de texto científicos, hubiera respondido de una forma muy similar a cualquiera de mis compañeros de estudios; me hubiera sentido perplejo de que siquiera se me hiciese una pregunta así. Naturalmente, uno podría encontrar pequeños errores, erratas y cosas así. Y la ciencia está siempre descubriendo cosas nuevas. Pero yo creía —lo tenía como un supuesto— que mis libros de texto científicos contenían el mejor conocimiento científico disponible en aquel tiempo.
Solo fue cuando acababa mi doctorado en biología celular y del desarrollo que me di cuenta de lo que al principio consideré como una extraña anomalía. El libro de texto que yo usaba presentaba de forma destacada unos dibujos de embriones de vertebrados —peces, gallinas, seres humanos, etc.— cuyas semejanzas se presentaban como evidencia de descendencia desde un antecesor común. Desde luego, los dibujos parecían muy semejantes. Pero yo había estado estudiando embriones durante algún tiempo, examinándolos al microscopio. Y me di cuenta de que los dibujos estaban sencillamente equivocados.
Volví a comprobar todos mis otros libros de texto. Todos ellos presentaban dibujos similares, y todos ellos estaban evidentemente equivocados. No solo distorsionaban los embriones que representaban, sino que omitían etapas tempranas en las que los embriones aparecen muy diferentes entre sí.
Lo mismo que en el caso de la mayoría de los demás estudiantes de ciencia, y como la mayoría de los científicos mismos, lo dejé pasar. No afectaba a mi trabajo de manera directa, y di por supuesto que aunque los textos estaban equivocados en esta cuestión por la razón que fuese, se trataba de una excepción a la regla. Pero en 1997 mi interés en los dibujos de los embriones se reavivó cuando el embriólogo británico Michael Richardson y sus colegas publicaron el resultado de su estudio en el que comparaban los dibujos de los libros de texto con embriones reales. Tal como se citó al mismo Richardson en la prestigiosa revista ‘Science’: «parece que está resultando ser uno de los más famosos fraudes de la biología».
UN CIENTÍFICO REVELA DETALLES DE LA EXPLOSIÓN DEL CÁMBRICO; UN ENIGMA BIOLÓGICO QUE DESCONCIERTA A LOS DARWINISTAS
El Dr. Paul Chien nació en China y se graduó en la Universidad de Hong Kong, donde obtuvo títulos en química y botánica. Completó su doctorado en University of California, Irvine, y su postgrado en biología marina en Cal Tech. En la actualidad preside el departamento de biología de University of San Francisco.
El Dr. Paul Chien, que preside el departamento de biología de University of San Francisco, recientemente aceptó una invitación única para viajar a China para estudiar fósiles de la era del Cámbrico. Lo que Chien encontró en el sitio en Chengjiang, y lo que ha aprendido desde entonces acerca de la fauna del Cámbrico, ha cambiado el foco de su carrera. Hoy, Chien está dedicado a explorar y promover más los misterios de la explosión de vida del Cámbrico. Además, Chien posee la mayor colección de fósiles chinos del Cámbrico de Norteamérica.
Chien asistió a “Mere Creation”, una conferencia de noviembre último auspiciado por Christian Leadership y que fue anunciado en un número anterior de ‘Real Issue’. Lo que sigue es una entrevista con Paul Chien.
UN CIENTÍFICO REVELA DETALLES DE LA EXPLOSIÓN DEL CÁMBRICO; UN ENIGMA BIOLÓGICO QUE DESCONCIERTA A LOS DARWINISTAS
El Dr. Paul Chien nació en China y se graduó en la Universidad de Hong Kong, donde obtuvo títulos en química y botánica. Completó su doctorado en University of California, Irvine, y su postgrado en biología marina en Cal Tech. En la actualidad preside el departamento de biología de University of San Francisco.
El Dr. Paul Chien, que preside el departamento de biología de University of San Francisco, recientemente aceptó una invitación única para viajar a China para estudiar fósiles de la era del Cámbrico. Lo que Chien encontró en el sitio en Chengjiang, y lo que ha aprendido desde entonces acerca de la fauna del Cámbrico, ha cambiado el foco de su carrera. Hoy, Chien está dedicado a explorar y promover más los misterios de la explosión de vida del Cámbrico. Además, Chien posee la mayor colección de fósiles chinos del Cámbrico de Norteamérica.
Chien asistió a “Mere Creation”, una conferencia de noviembre último auspiciado por Christian Leadership y que fue anunciado en un número anterior de ‘Real Issue’. Lo que sigue es una entrevista con Paul Chien.
Origen de la vida en la tierra. Parte 1. Creencia creacionista e hipótesis de...Hogar
Guía ideada para enseñanza básica, octavo año sobre la unidad "origen y evolución de los seres vivos". Trata sobre la lección 1: el origen de los seres vivos en la tierra. En este guía se incluyó el creacionismo de manera muy superficial y se profundizó sobre la abiogénesis o generación espontánea. Se usó un link a internet del video del History Channel "cómo se inició la vida.
Los 10 errores de Darwin - Mario SeiglieRicardo Villa
En el año 2009 se celebró el bicentenario del nacimiento de Darwin, que coincidió con el aniversario 150 de la publicación de su libro “El Origen de las Especies”. Este libro ha sido uno de los más influyentes de la historia moderna, y ha contribuido a moldear la filosofía, la biología, la sociología y la religión de los siglos XIX, XX y XXI. Sin embargo, tanto la teoría como el libro de Darwin están plagados de graves errores.
Tenía razón Darwin acerca de su teoría? A fin de cuentas, ¿qué importancia tiene hallar la respuesta correcta a esta pregunta?
Al contrario de lo que sucede con otras teorías científicas, la evolución darviniana no sólo afecta el campo científico, sino que también el de la filosofía, la moral, las ciencias sociales y la religión. Nuestra perspectiva del mundo puede verse profundamente afectada según cómo respondamos a la siguiente pregunta: ¿es válida la teoría de la evolución de Darwin? ¡Es crucial que sepamos la verdad al respecto!
Origen de la vida en la tierra. Parte 1. Creencia creacionista e hipótesis de...Hogar
Guía ideada para enseñanza básica, octavo año sobre la unidad "origen y evolución de los seres vivos". Trata sobre la lección 1: el origen de los seres vivos en la tierra. En este guía se incluyó el creacionismo de manera muy superficial y se profundizó sobre la abiogénesis o generación espontánea. Se usó un link a internet del video del History Channel "cómo se inició la vida.
Los 10 errores de Darwin - Mario SeiglieRicardo Villa
En el año 2009 se celebró el bicentenario del nacimiento de Darwin, que coincidió con el aniversario 150 de la publicación de su libro “El Origen de las Especies”. Este libro ha sido uno de los más influyentes de la historia moderna, y ha contribuido a moldear la filosofía, la biología, la sociología y la religión de los siglos XIX, XX y XXI. Sin embargo, tanto la teoría como el libro de Darwin están plagados de graves errores.
Tenía razón Darwin acerca de su teoría? A fin de cuentas, ¿qué importancia tiene hallar la respuesta correcta a esta pregunta?
Al contrario de lo que sucede con otras teorías científicas, la evolución darviniana no sólo afecta el campo científico, sino que también el de la filosofía, la moral, las ciencias sociales y la religión. Nuestra perspectiva del mundo puede verse profundamente afectada según cómo respondamos a la siguiente pregunta: ¿es válida la teoría de la evolución de Darwin? ¡Es crucial que sepamos la verdad al respecto!
La Ley de Probabilidad echa por tierra la 'teoría' de la evoluciónRicardo Villa
La imposibilidad científica de las teorías de Darwin, pone en entredicho el dogmatismo oficial de la ciencia.
“LOS AÑOS DE TRABAJO EN LOS LABORATORIOS DE TODO EL MUNDO, DOTADOS DE INSTRUMENTOS DE ALTA PRECISIÓN, COMO ORDENADORES, PROBETAS Y MICROSCOPIOS, PARA CREAR SECUENCIAS DE PROTEÍNAS, MOLÉCULAS O CÉLULAS, HAN DEJADO EN EVIDENCIA, AL MISMO TIEMPO, LA TEORÍA DE LA EVOLUCIÓN.”
La hipótesis de que la vida haya evolucionado de la nada a través de unos eventos aleatorios como son las mutaciones -con el conocimiento actual del coste en horas de trabajo e instrumental que cuesta replicar la vida- ha quedado en evidencia. Las posibilidades de que ese acto gigantesco haya podido producirse mediante una serie de cadenas de accidentes es tan despreciable, que se puede considerar nula. Las creaciones de la nanotecnología en los campos de la biomedicina, cosmética, alimentación, agricultura, construcción, industria química y de materiales o textil -y que forman ya parte de nuestra vida cotidiana- son la mejor prueba de ello.
El Proyecto Matriz #121A MAXIMO SANDIN vs DARWIN. EL ORIGEN DEL DARWINISMO IIAProyecto Matriz
Las leyes de cerramiento de fincas, promulgadas en el siglo XVIII, permitieron a los terratenientes vallar sus tierras para utilizarlas como pastos para el ganado, y expulsar a sus renteros,
condenándolos a ser mano de obra barata para las oscuras fábricas satánicas, y que pasaron a constituir una gran masa de desheredados hacinados en las grandes ciudades industriales.
http://elproyectomatriz.wordpress.com/2009/12/16/maximo-sandin-vs-darwin-el-origen-del-darwinismo-ii/
EL EVOLUCIONISMO HA MUERTO. Y DARWIN NO HA ESTADO EN EL ENTIERRORicardo Villa
EL EVOLUCIONISMO QUISO SER UNA CIENCIA, PERO NO LO HA LOGRADO.
DESDE QUE EN EL SIGLO PASADO DARWIN FIJARA SUS COORDENADAS FUNDAMENTALES, LOS EVOLUCIONISTAS HAN ENSAYADO TODA SUERTE DE ARTES, INCLUSO LAS DEL ENGAÑO, PARA SACAR ADELANTE SUS TEORÍAS. EN VANO.
HOY, EL ÚLTIMO BASTIÓN EN QUE SE APOYABA EL SISTEMA Y SU FILOSOFÍA DEL PROGRESO HA MUERTO.
Es frecuente notar en los ámbitos de la divulgación científica, en los terrenos más periféricos del debate de las ideas, en los lugares donde impera la prensa menos rigurosa y contrastada, y donde las “verdades hechas” del sistema se imponen sin apelación posible, a saber, que las cosas pueden ser de otra manera; es corriente allí, como digo, tachar a quien defiende una posición no-evolucionista o antidarwiniana como “acientífico” o como “anti-científico”, reduciendo enseguida su esquema a trasnochados postulados religiosos creacionistas “ya superados”. La mayoría de la gente tiende a creer, por eso, que sólo los pensadores religiosos o tradicionales fieles a sus doctrinas clásicas están en contra del evolucionismo en virtud de tales actitudes -irracionales- de pensamiento. Sin embargo, esa no es toda la verdad. Cada vez hay más “hombres de ciencia” en un sentido estricto y, generalmente, situados en las vanguardias de las investigaciones más sólidas y novedosas, que contradicen el axioma.
La bioquímica, la antropología, la nueva paleontología o la última biología, por no hablar de la genética, de la geología o de la nueva física, están aportando cada vez más nombres a este campo de la crítica, estrictamente científica. Y lo curioso es que ya constituyen legión.
Némesis es una hipotética estrella binaria del Sol, propuesta por el Dr. Richard Muller como explicación a las extinciones masivas de seres vivos que se han dado en periódicamente en la Tierra.
1. Origen y Evolución de la vida 2.pdf humanísticajameliesanchez1
De las preocupaciones más antiguas del ser humano es
saber:
cómo se originó la vida?
➢ De los temas más espinosos para la biología entender y
explicar el origen de la vida.
➢ Esta interrogante ha dado la pauta a muchas investigaciones
científicas para conocer la verdad sobre los eventos que
precedieron a la aparición de los seres vivos.
➢ Los científicos de diferentes épocas propusieron algunas
teorías basadas en explicaciones mágicas, religiosas y
mitológicas, y más recientemente, en investigaciones
científicas.
En la cultura occidental, se ha aceptado como válido
lo escrito en la Biblia, en el Génesis, sobre el origen de
la vida; la creación de todas las cosas se llevó a cabo
durante solo seis días.
116 MILLONES DE MUERTOS POR LA “UTOPÍA” MARXISTA. Y va Camino de su 2da. Op...Ricardo Villa
PRÓLOGO
SE DICE QUE un nuevo recurso del diablo es que ya no se crea en él. Así se supondrá que el Mal dejó de existir. ¿Cuándo?... ¡Ya ni se sabe!
Lo mismo es aplicable al marxismo. Por eso se está lavando la mente de los pueblos para que se olviden del comunismo.
Y uno de los recursos de ese "lavado cerebral" es borrar todo recuerdo de la hecatombe que causó en MEDIO MUNDO.
La Humanidad no ha sufrido mayor holocausto que el causado por el marxismo en Rusia, China, el Tíbet, Norcorea, Vietnam, Cuba, El Salvador, Nicaragua, Argelia, España, el Congo, Sierra Leona (África), etc.
El demógrafo ruso Kouganov calculó que, hasta 1986, el comunismo había causado la muerte de 66 millones de personas, tan solo en la unión de Repúblicas Soviéticas Socialistas (la URSS). Una estimación ligeramente menor fue confesada oficialmente después de la Perestroika y la Glasnodt.
Según un grupo de investigadores franceses, encabezados por Stéphane Courtois, las matanzas realizadas por Mao Tse-tung, HueCuo-fen y Xiaoping, totalizaron 65 millones de chinos.
¿Y qué dicen de todo eso los medios mundiales de información? Sencillamente ¡NADA!... Ni películas, ni telenovelas, ni libros, ni museos, ni conmemoraciones.
Y ES QUE LOS medios mundiales de información son controlados por la misma fuerza que apadrinó al marxismo para que se apoderara de país tras país en cuatro Continentes. La misma fuerza que le cubrió y le sigue cubriendo sus espaldas para lavarlo de sus culpas infernales.
AHORA, SENCILLAMENTE, se dice que falló la gran "UTOPÍA" y ya no se habla más. El término fue tomado de una obra de Tomás Moro (1478-1535), titulada así porque imaginaba un mundo regido por el amor al prójimo, donde todos tenían trabajo y acceso a lo necesario, y en donde había Justicia y Felicidad.
PERO NADA de eso existió, jamás, en los países a los cuales llegó el marxismo. Hubo la más salvaje y sangrienta dominación, se atizó el odio de unos contra otros, rigió el racionamiento de hambre y proliferaron los campos de concentración y muerte.
CRISIS GLOBAL. El fin de una era – Manuel GalianaRicardo Villa
Energía
Cambio climático
Migraciones
Conflicto
La Humanidad corre a ciegas y de forma frenéticamente acelerada hacia acontecimientos previsiblemente trágicos provocados por sus propias actuaciones, egoísmo y un consumismo alocado, enfermizo y compulsivo.
Un libro sobre la gran crisis mundial anunciada hace bastante tiempo en todos los campos de la actividad humana. Se hace necesario un cambio profundo a nivel de la economía y de la política general.
Este nuevo material educativo está destinado a las niñas y los niños que cursan los grados cuarto, quinto y sexto de la educación primaria.
Conoce nuestra Constitución ha sido producido y distribuido por el Gobierno de la República, a través de la Secretaría de Educación Pública, con el propósito de que los alumnos y maestros de educación primaria dispongan de un material atractivo y claro para aprender, enseñar y comprender los principios de la ley fundamental de los mexicanos.
El conocimiento de nuestras leyes más importantes, y de los derechos y deberes de los habitantes de nuestro país es una parte esencial de la formación cívica y ética de los alumnos, considerada en el plan de estudios de la educación primaria. Sin embargo, el aprendizaje de esos temas no es fácil, porque en las leyes se utilizan conceptos complejos y términos técnicos que, con frecuencia, están más allá de la capacidad de verdadera comprensión de las niñas y los niños que asisten a la escuela primaria.
Por esa razón, desde hace tiempo era necesario un material de trabajo escolar que, sin deformar el significado de la Constitución y sus artículos fundamentales, ofreciera explicaciones sencillas y precisas sobre nuestra ley principal, utilizando un lenguaje comprensible y recursos gráficos atractivos. Asimismo, con el propósito de facilitar su estudio, en este libro, los preceptos constitucionales han sido agrupados en grandes temas, siguiendo, hasta donde fue posible, el orden que lleva la Constitución. Si el maestro desea información más amplia que la que contienen las explicaciones de este libro, al pie de cada página encontrará la referencia a los artículos constitucionales correspondientes.
Un propósito central de este material es difundir la idea de que la Constitución es más que un libro, en el que se define nuestra forma de gobierno y organización política, y se establecen los derechos y deberes de los mexicanos. Es necesario que los niños y los adultos se den cuenta de que en la Constitución se expresan los valores que apreciamos los mexicanos y los que queremos ver reflejados en las relaciones entre las personas y en la vida social: justicia, libertad, democracia y respeto a los derechos de todos.
Neoliberalismo. Lo que es realmente – Salvador BorregoRicardo Villa
• Hacia el Gobierno Mundial
• Estados sin Soberanía
• Nuevos golpes en 2004 – 2007
En los últimos años se ha venido hablando -cada vez con más insistencia- de un nuevo proceso político-económico llamado “Neoliberalismo”. Pero siempre se le menciona con generalidades, en forma imprecisa y nebulosa.
En este libro el lector encontrará, por vez primera, una explicación clara de lo que es el Neoliberalismo. Sus orígenes, su desarrollo, sus falacias y la meta a la que pretende llevar al mundo.
Prólogo
Este libro es esencial en los actuales momentos críticos que vive México.
La crisis económica está agravada por una solapada crisis política.
Una vez más Salvador Borrego nos aporta datos geométricamente trazados, y diáfanamente expuestos, sobre el desplazamiento de la doctrina política llamada Revolución Mexicana en favor de una nueva doctrina llamada Neoliberalismo.
Muchos mencionan este nombre, pero no han explicado en qué consiste ni cómo adquirió fuerza de huracán. El lector encontrará aquí una explicación clara y pragmática.
También encontrará aquí la más congruente crónica acerca de la Democracia y de eso que han llamado "Globalización", hacia la cual nos conduce el Neoliberalismo.
"Globalización" es una palabra suave, hiperbólica, que no define la meta que se le ha trazado al mundo. Borrego habla sobre el particular con la precisión que le ha caracterizado en todos sus libros.
Javier Martínez M.
DESIGUALDAD Y DISTRIBUCIÓN DE LA RIQUEZA. Mitos y Sofismas – Luis PazosRicardo Villa
Presentación con las ideas principales del libro, en el cual su autor señala los mitos y sofismas sobre la desigualdad y propone vías para reducir la pobreza.
Luis Pazos sostiene en su nuevo libro que no existe una relación de causalidad entre mayor desigualdad y más pobreza. En el país de Iberoamérica donde más se extendió la igualdad económica, creció la pobreza en los últimos 50 años; en el que más subió el nivel de vida en los últimos 40 años, se amplió la desigualdad. En casi todos los países donde incrementaron impuestos con la excusa de reducir la desigualdad económica, cayó la inversión y aumentó el desempleo. Cuando el Estado distribuye la riqueza, ésta se concentra en gobernantes y aumenta la pobreza en habitantes; donde la distribuye el mercado, hay más ricos, más clase media y menos pobres.
Luis Pazos (Veracruz, 1947) es doctor honoris causa en Ciencias Sociales por la Universidad Francisco Marroquín de Guatemala. Editorialista durante casi cuatro décadas sobre temas económicos y financieros en varios periódicos y revistas de México, Centro y Sudamérica, ha escrito cuarenta y cuatro libros, de los cuales se han vendido aproximadamente un millón y medio de ejemplares. Desempeñó el cargo de Presidente de la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública en la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión durante la LVIII Legislatura. Fue director general del Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos y presidente de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios Financieros (CONDUSEF). Actualmente es Director del Centro de Investigaciones Sobre la Libre Empresa.
Ciencia y Teoría Económica – Luis Pazos
Prólogo
El objetivo del presente trabajo es analizar en forma clara y sencilla las leyes y fenómenos económicos, cuyo conocimiento es fundamental para comprender las complejas y variadas políticas económicas contemporáneas.
Debido a la multitud de teorías y afirmaciones económicas, muchas de ellas contradictorias, es necesario que el lector las ponga en tela de juicio antes de aceptarlas como válidas, pues en economía no hay dogmas.
La objetividad y categoría científica de un texto no consiste en presentar el error a la altura de la verdad, sino en fundamentar las teorías que sostiene en premisas lógicas y verdaderas.
La ciencia, en su sentido más extenso, es la búsqueda de la verdad, y la verdad es una; por lo que es anticientífico y antipedagógico no calificar de falsas y erróneas algunas teorías en aras de una mal entendida imparcialidad.
Es el lector quien en último término tiene que decidir cuáles teorías acepta como verdaderas, apoyando sus conclusiones, si quiere que sean válidas, en argumentos convincentes a la luz de la razón y de la realidad.
EL ESTATUS CIENTÍFICO DEL DISEÑO INTELIGENTE. La Equivalencia Metodológica de...Ricardo Villa
A lo largo del ‘origen de las especies’, Darwin argumenta repetidamente contra el estatus científico de la recibida "teoría de la Creación". A menudo critica a sus rivales creacionistas no sólo por su incapacidad de elaborar explicaciones para ciertos datos biológicos, sino por su incapacidad para ofrecer explicaciones ‘científicas’ en absoluto. De hecho, algunos de los argumentos de Darwin para la descendencia con modificación dependían, no en hechos recientemente descubiertos desconocidos por los creacionistas especiales, sino en los hechos tales como la progresión fósil, homología y distribución biogeográfica que ni habían obstaculizado ni desconcertado a muchos creacionistas, pero los que, desde la perspectiva de Darwin, los creacionistas no podían explicar de una manera científica. Lo que Darwin cuestionó en su ataque contra el creacionismo no era sólo, para poner la cuestión en términos modernos, la "adecuación empírica" de las teorías creacionistas vigentes en ese momento, sino más bien la legitimidad metodológica (y, por tanto, científica) del programa creacionista en sí. De este modo, Darwin enfáticamente desestima la cuenta creacionista de la homología, por ejemplo, diciendo "pero eso no es una explicación ‘científica’."
Subyacente al repudio de Darwin de la legitimidad creacionista, yacía una concepción totalmente diferente de la ciencia que había prevalecido entre naturalistas anteriores. Los ataques de Darwin sobre sus adversarios creacionistas e idealistas en parte expresaron y, en parte, establecieron un emergente "epistema" positivista en el que la sola mención de "actos de la Voluntad Divina" no verificables o "el plan de la creación" servirían cada vez más para descalificar teorías de la consideración de ciencia "qua ciencia" [ciencia por sí misma]. Este desacoplamiento de la teología y la ciencia, junto con la redefinición de la ciencia que subyace, no fue justificada por el argumento sino por una suposición implícita acerca de los rasgos característicos de todas las características distintivas de todas las teorías científicas --características que presumiblemente podrían distinguir las teorías de una adecuada inclinación científica (es decir, positivista) de aquellas atadas a amarres metafísicos o teológicos no deseados. Así, tanto en el ‘Origen’ como en cartas posteriores, uno encuentra a Darwin invocando una serie de ideas sobre lo que constituye una explicación científica adecuada para caracterizar las teorías creacionistas como inherentemente "no científicas". Para Darwin la ilegitimidad, ‘en principio’, del creacionismo se demostró por deficiencias percibidas en su método de investigación, tales como su incapacidad para explicar por referencia a la ley natural, y su postulación de causas inobservables y entidades explicativas como la mente, el propósito o "el plan de la creación."
VIAJE POR LA HISTORIA DE MÉXICO – Luis González y GonzálezRicardo Villa
A través de los siglos, México ha sido hogar de grandes historiadores. Los ha habido indígenas, españoles, criollos y mestizos; laicos y religiosos; conservadores, liberales, revolucionarios; investigadores académicos o escritores amantes de la Historia que cultivan de manera individual su vocación. La riqueza de nuestro pasado inspira en cada generación las preguntas esenciales: ¿Cuál fue la trama y el drama de nuestra historia? ¿Quiénes fueron sus personajes decisivos? ¿En qué períodos y temas cabe dividirla para comprenderla mejor? ¿Cuáles fueron sus hechos y procesos fundamentales? ¿Cuál es el sentido de nuestra historia?
En el noble linaje de la historia mexicana hubo un autor que se destacó por cubrir casi todas las épocas. Se llamó Luis González y González. Nació en 1925 en San José de Gracia, pequeño pero típico pueblo enclavado en el corazón de ese crisol de México que es Michoacán. Su obra es reconocida por colegas, discípulos y lectores, en México y el extranjero. Don Luis era un hombre generoso, afable y sencillo, un profesor sabio y sutil, un investigador incansable y un sabroso estilista del idioma. Durante medio siglo de trabajo concibió una idea original del pasado de México. Para él, la nuestra no era sólo una historia de violencia y estallido, de revuelta y revolución, sino una historia de lo que él llamó “la construcción de México”.
Según don Luis, nuestra patria es la suma de muchas “patrias chicas”, de muchas “matrias”, como él gustaba de llamarlas, que juntas hacen un hogar construido por millones de personas que han vivido en pueblos como el suyo y en ciudades grandes o pequeñas, creando y recreando los valores materiales y espirituales (éticos, religiosos, artísticos, intelectuales) que nos distinguen. Además de esa obra anónima, silenciosa y colectiva, don Luis creía también que en la construcción de México había sido muy importante el papel de personas representativas en los campos de la ciencia, la cultura, las artes, las letras, la religión, la política y la empresa.
El pequeño libro es, en efecto, un paseo por la historia, desde los tiempos más remotos hasta 1994.
La época actual, desde aquel año hasta el día de hoy, no pertenece aún a nuestra historia, sino al presente que estamos construyendo. Ojalá las familias mexicanas disfruten este paseo por el pasado y encuentren hospitalaria su visión generosa, plural, abierta y constructiva.
CORRECCIÓN FILIAL POR LA PROPAGACIÓN DE HEREJÍAS (CORRECTIO FILIALIS DE HAERE...Ricardo Villa
Con profunda aflicción, pero impulsados por la fidelidad a Nuestro Señor Jesucristo, por el amor a la Iglesia y al papado y por la devoción filial hacia Usted, nos vemos obligados a dirigir una corrección a Su Santidad, a causa de la propagación de herejías ocasionada por la Exhortación apostólica Amoris laetitia y por otras palabras, hechos y omisiones de Su Santidad.
Nos está permitido emitir esta corrección por la ley natural, por la ley de Cristo, y por la ley de la Iglesia: para guardar estas tres leyes, Su Santidad ha sido designado por la divina providencia.
Por la ley natural: pues tal como los súbditos tienen por naturaleza un deber de obedecer a sus superiores en todas las cosas lícitas, así también tienen un derecho a ser gobernados de acuerdo a la ley, y por lo tanto a insistir, donde fuera necesario, que sus superiores así gobiernen. Por la ley de Cristo: pues Su Espíritu inspiró al Apóstol Pablo a reprender a Pedro en público cuando este último no actuó de acuerdo a la verdad del evangelio (Gal. 2). Santo Tomás de Aquino nota que esta reprimenda pública de un súbdito a un superior fue lícita a causa del peligro inminente de escándalo concerniente a la fe (Summa Theologiae 2a 2ae, 33, 4 ad 2), y ‘la glosa de San Agustín’ agrega que en esta ocasión, “Pedro dio un ejemplo a los superiores, de que si en algún momento sucediera que se alejaran del camino recto, no deberían desdeñar ser criticados por sus súbditos” (ibid.). La ley de la Iglesia también nos constriñe, ya que establece que “el fiel a Cristo... tiene el derecho, en efecto, a veces el deber, de acuerdo con su conocimiento, competencia, y posición, a manifestar a los sagrados pastores sus visiones en materias que conciernen al bien de la Iglesia” (Códice de Derecho Canónico 212:2-3; Códice de los Cánones de las Iglesias Orientales 15:3).
Ha sido dado escándalo a la Iglesia y al mundo sobre la fe y la moral, por la publicación de
Amoris laetitia y por otros actos a través de los cuales Su Santidad ha dejado suficientemente claros el alcance y el propósito de este documento. En consecuencia, herejías y otros errores se han extendido a través de la Iglesia; pues mientras algunos obispos y cardenales han continuado defendiendo las verdades divinamente reveladas sobre el matrimonio, la ley moral y la recepción de los sacramentos, otros han negado estas verdades, y han recibido de Su Santidad no reprimenda, sino favor. Por el contrario, aquellos cardenales que han enviado dubia a Su Santidad, para que por medio de este método, de honorable tradición, la verdad del evangelio pudiera ser fácilmente afirmada, no han recibido respuesta, sino silencio.
EL DRAMA ANGLICANO del clero católico postconciliar. El Rito postconciliar de...Ricardo Villa
INTRODUCCIÓN
Fue un verdadero drama de conciencia el que vivieron los sacerdotes anglicanos de la Alta Iglesia que tenían sentido del sacerdocio y que se creían verdaderamente sacerdotes, el día en que el Papa León XIII publicó su Carta ‘Apostolicæ curæ’, la cual declaraba solemnemente la invalidez de las ordenaciones conferidas con el rito reformado de Cranmer. Los sacerdotes católicos de la Iglesia postconciliar se exponen a vivir un drama semejante el día en que la jerarquía católica por fin restaurada se pronuncie sobre el rito de las ordenaciones reformado por Pablo VI.
Después del concilio Vaticano II, Pablo VI modificó el rito de todos los sacramentos. Una reforma tan general es por lo menos arriesgada. En efecto, si algo esencial ha sido modificado, el nuevo rito no es ya eficaz, no produce ya gracia, porque no es ya el rito que Cristo instituyó. ¿Ha sido así en la reforma del sacramento del Orden? Esta cuestión es de la mayor importancia, porque, en este caso, la transmisión del sacerdocio no estaría ya asegurada. Las consecuencias serían por ello incalculables: ya no hay sacerdocio católico, ya no hay Eucaristía: es indispensable un sacerdote válidamente ordenado para decir la Misa; ya no hay Sacerdocio, ya no hay Sacramento de la Penitencia para perdonar los pecados; ya no hay Extrema-Unción para ayudar a los moribundos; ya no hay Confirmación para los bautizados. Por la destrucción de este solo sacramento, la Iglesia conciliar no sería ya la Iglesia de Cristo; ella sería una secta más entre muchas otras.
En el presente estudio, yo me propongo, pues, estudiar la incidencia que puede tener esta reforma en la validez del sacramento.
Previamente, me parece necesario llamar la atención del lector sobre la razón que ha impulsado todo el “aggiornamento” conciliar, en particular la reforma ritual de todos los sacramentos. Esta reforma, como todas las que ha operado Pablo VI, fue realizada en el espíritu del Concilio Vaticano II, y la particularidad de este concilio, nadie lo discutirá, fue el ecumenismo. Aquellos protestantes que se han alegrado de los cambios aportados por “el concilio de nuestro siglo” no han dejado de decir cuánto manifestaban estas novedades la intención deliberada de la Iglesia Conciliar de parecerse a las doctrinas Protestantes, al menos en difuminar lo más posible todo lo que, en nuestros ritos sacramentales, en especial los de la Misa y del Orden, se opusiera a las creencias de los reformados.
¿EVOLUCIONISMO... O “FEVOLUCIONISMO”?... - Dr. Ing. Raúl C. PérezRicardo Villa
INTRODUCCIÓN
Las personas que tienen contacto con los conceptos del evolucionismo, en general adhieren a ellos tomando una posición de enfrentamiento con respecto a los conceptos creacionistas de las distintas religiones. Es común que, influenciados por las ideas que defienden la evolución, adquieran una visión hacia las narraciones religiosas que afirman la existencia de un Dios creador de la vida como de un cierto grado de infantilidad, y por el contrario, consideran a las afirmaciones evolucionistas como verdades científicas irrefutables, rayando en el fundamentalismo... ¿Es así verdaderamente? ¿El evolucionismo es una verdad científica convenientemente validada y el creacionismo es un cuento para chicos y personas inocentes? Estas ideas son precisamente las que se quiere analizar en este trabajo.
Si ciencia y fe son incompatibles o no en el tratamiento de este tema, es la gran respuesta que se intenta hallar. Para ello, la búsqueda de la verdad es la única posición que debe tener toda persona que desee analizar en forma seria estos puntos. Fundamentalmente, se le debe exigir a todo científico que intente validar cualquier hipótesis al respecto, dos condiciones básicas a sus trabajos:
1. HONRADEZ, propia de todo investigador que busca la verdad a la hora de comprobar sus teorías.
2. GARANTÍAS MÍNIMAS de las certezas necesarias que excluyen cualquier error.
Bajo estas consignas, se estudiaron detalladamente los temas fundamentales en que se basan las distintas teorías evolucionistas, y junto con las conclusiones a las que se arribó, se elaboró una síntesis en este trabajo, que se expone a continuación.
TRES AÑOS CON FRANCISCO. La impostura bergogliana. (Extracto) - Miles ChristiRicardo Villa
NOTA PRELIMINAR
[…]
Que un simple feligrés, completamente ignoto y carente de pergaminos, se decida a tomar la iniciativa de publicar una recopilación de artículos atacando a quien ocupa la sede petrina podrá sin dudas ser considerado como un gesto escandaloso por algunos, lisa y llanamente demencial por otros. Y con mucha razón.
Con la salvedad siguiente: ése sería el caso en circunstancias normales en la vida de la Iglesia, las que por cierto distan muchísimo de ser las actuales. Se trataría de un acto escandaloso, insensato y merecedor de una reprobación sin atenuantes si adoptara semejante actitud ante un auténtico pastor que condujese el rebaño de Cristo hacia el Cielo, guiado por la revelación divina y por el magisterio de la Iglesia. Este opúsculo sería evidentemente imperdonable si tuviese por blanco a un pastor que protegiera a las ovejas de los falsos doctores, si cargase contra un hombre de Dios que las resguardara de las jaurías de lobos rapaces que buscan seducirlas con sus falsas doctrinas y pervertirlas con sus malos ejemplos.
Pero resulta que ésa no es la situación en la que nos hallamos. Ni remotamente. No percatarse de ello es como no ver el sol en pleno mediodía. Es por ese motivo que, en las circunstancias presentes, este acto de denuncia es no solamente justificado sino particularmente necesario. La razón es muy simple: nos encontramos ante alguien que, en vez de confirmar a sus hermanos en la fe, se dedica a escandalizarlos sin solución de continuidad, con un frenesí diabólico y dando muestras de un atrevimiento sin límites. Los hechos a los que aludo, de público conocimiento, son tan numerosos y tan elocuentes que se podrían llenar bibliotecas enteras si se consignaran en los anales del actual « pontificado » y se llevara una crónica meticulosa de su verborrágico e incontinente pseudo magisterio mediático.[...]
Blasfemias escalofriantes que trasuntan una impiedad luciferina, todas ellas vomitadas por quien pasa por ser, a los ojos del mundo, nada menos que el « Vicario de Jesucristo » y el « Soberano Pontífice » de la Iglesia Católica. Ni más ni menos.
Ver para creer…
En estos tiempos de confusión generalizada hay que evitar caer en la trampa sutil, falso dilema y diabólica celada, de sentirse desgarrado entre una obediencia engañosa, descarriada de su fin último, y la defensa incondicional de la fe ultrajada. Desafiar y desacreditar a la autoridad legítima es sin lugar a duda una falta grave y eminentemente reprobable. Guardar silencio ante la manifestación desembozada del misterio de iniquidad en la persona de un falso profeta y de un pastor inicuo no lo es menos.[...]
LAS LEYES DE ADOCTRINAMIENTO SEXUAL. ¿Sabes lo que quieren enseñarle a tu hij...Ricardo Villa
INTRODUCCIÓN
En los últimos años, estamos asistiendo a una proliferación de leyes, aprobadas en el ámbito de las Comunidades Autónomas, que buscan imponer en la sociedad la ideología de género con el pretexto de la no discriminación y de garantizar los derechos de las personas homosexuales.
Lo cierto es que los derechos de las personas LGTBI, como los de cualquier otro ciudadano, ya se encuentran garantizados por la Constitución española, son reconocidos en Europa y en la ONU. La legislación general nos hace iguales ante la ley y protege a las personas de la discriminación. No son necesarias nuevas leyes de inferior categoría para asegurar derechos que ya existen.
Lejos de ampliar la protección, lo que hacen estas leyes es vulnerar algunos de los derechos fundamentales de los ciudadanos, además de establecer nuevos derechos a la carta para determinados colectivos, rompiendo así el principio de igualdad jurídica de las personas.
Por otra parte, con estas legislaciones, los gobiernos de las Comunidades Autónomas se adhieren a la corriente ideológica defendida por los lobbies del feminismo radical y LGBTI, cuya tesis rechaza el sexo biológico como patrón diferenciador y sostiene que el binomio natural hombre-mujer es sólo una convención social y cultural que debe ser sustituida por la libre elección de género.
Este nuevo dogma, que cuando menos carece de base científica y ni siquiera goza de un mayoritario respaldo social, convierte a los gobiernos autonómicos en promotores de un modelo de pensamiento que sólo comparte un sector de la ciudadanía. La exigible neutralidad institucional, tan invocada en otros campos (por ejemplo en la defensa de la laicidad del Estado) se convierte aquí en papel mojado.
El proselitismo de las instituciones de todos en favor de las leyes de identidad de género es especialmente grave cuando afecta a la educación. Su impacto en los menores y en sus familias se sintetiza en estos cinco puntos:
1. Acaban con el derecho de los padres a educar a sus hijos según sus convicciones y creencias.
2. Liquidan la libertad de enseñanza.
3. Desorientan a los niños al imponerles la “diversidad sexual”.
4. Discriminan a la familia natural e imponen modelos familiares a padres, maestros y centros de enseñanza.
5. Privilegian con dinero público el adoctrinamiento sexual y entregan la educación de los niños a las organizaciones LGTB.
Cabe recordar que en 2009, y a cuenta de otro intento de adoctrinamiento, el de la asignatura de Educación para la Ciudadanía, el Tribunal Supremo dictó sentencia y declaró sobre este tipo de leyes:
«No autorizan a la Administración educativa, ni a los centros docentes, ni los concretos profesores a imponer o inculcar, ni siquiera de manera indirecta, puntos de vista determinados sobre cuestiones morales que en la sociedad española son controvertidas.»
DARWINISMO. EL FIN DE UN MITO – Rémy ChauvinRicardo Villa
El autor es un evolucionista convencido, profesor honorario de la Sorbona, es un biólogo mundialmente conocido, autor de unas cuarenta obras, entre las que destacan "Traité de biologie de l'abeille", "La biologie de l'esprit", "Le monde des fourmis", 1994, y "Le monde des oiseaux", 1996.
Esta obra tiene la gran virtud de tratar acerca de las tesis darwinistas y neodarwinistas con gran franqueza.
Analiza uno por uno los diversos argumentos esgrimidos por los gradualistas darwinistas y neodarwinistas en sus diversas secciones, que incluyen
«La Filosofía Profunda del Darwinismo», donde analiza el pensamiento de Dawkins, Dennett y Penrose;
«El Problema Lógico y Dialéctico», donde hace frente a la tautología que supone el planteamiento darwinista de la adaptación y supervivencia; analiza los planteamientos de la sociobiología, analizando el pensamiento de E. O. Wilson y otros, y desgrana el enfrentamiento entre S. J. Gould y su escuela del equilibrio puntuado con la escuela neodarwinista, dando un claro tratamiento acerca de la verdadera naturaleza del registro fósil.
Sigue la obra con un franco análisis de las realidades embriológicas y genéticas, así como del estado actual de las evidencias acerca de un pretendido origen de la vida al azar; discurre de manera penetrante acerca de la complejidad de las estructuras de la vida y ofrece sus propias especulaciones acerca de un desarrollo evolutivo no darwinista de la vida.
Los derechos de la niñez y la adolescencia en México, una revisión crítica - ...Ricardo Villa
RESUMEN
Se analizan los problemas relevantes de los niños y los adolescentes mexicanos desde la perspectiva de sus derechos garantizados tanto por las leyes nacionales como por las internacionales. Se concluye que en algunas situaciones límites no se respetan sus derechos, ni existen instituciones que los hagan respetar.
Planteamiento inicial
Cuando se habla o escribe de la niñez y la adolescencia en México, o en el mundo, parece que todos entendemos lo mismo pero, fuera de quienes nos dedicamos a la educación y tenemos constantemente frente a nosotros a cientos de preadolescentes, niños y adolescentes de manera cotidiana, parece que nadie sabe, al menos en México, lo que es o pudiera ser un niño o un adolescente.
TEORÍA SINTÉTICA: CRISIS Y REVOLUCIÓN - Máximo SandínRicardo Villa
Desde su mismo nacimiento, la teoría Darwinista adolecía de notorias lagunas que eran reconocidas por su autor. Tanto la observación de las especies naturales, como los datos del registro fósil, mostraban patentes discrepancias con dos de sus componentes centrales: la Selección Natural, y el cambio gradual, problemas que inquietaban profundamente a Darwin y a algunos de sus seguidores.
Pero estos problemas, claramente observables, fueron "resueltos" de una forma teórica por los modelos matemáticos de la Genética de Poblaciones, con lo que a mediados de este siglo, el Darwinismo se consolidó en forma de Teoría Sintética Moderna, modelo evolutivo aceptado mayoritariamente desde entonces por la comunidad científica.
Mientras tanto, observaciones contemporáneas provenientes del campo de la Embriología, sumaban nuevas discrepancias entre los datos observados y el Modelo Teórico.
Esta discrepancia ha llegado a su punto máximo a partir de los descubrimientos de la Genética Molecular, y especialmente de la Genética del Desarrollo. La implicación de elementos móviles, virus endógenos, secuencias repetidas, genes homeóticos.... en la transmisión de información genética, y la complejidad de su actuación durante el desarrollo embrionario, ha convertido dicha divergencia en abierta contradicción.
Estas evidencias contradictorias con su modelo teórico fundamental, han conducido a la Biología, a una situación que se corresponde con lo que Thomas Kuhn define como crisis en la Ciencia.[…]
[…]Estos argumentos resultan tan demoledores que parece inconcebible que no hayan sido suficientes para replantearse seriamente la hipótesis del cambio gradual en el proceso evolutivo. Y tanto más cuanto estas observaciones no hacen sino apoyar los datos provenientes del registro fósil, ya que, según Darwin, si las transformaciones de unas morfologías en otras se produjeran de forma gradual, “...la cantidad de eslabones intermedios y de transición entre todas las especies vivas y extinguidas ha de haber sido inconcebiblemente grande”. Y, evidentemente, esto no es así. De hecho, como él mismo reconocía, los más eminentes paleontólogos y los más grandes geólogos contemporáneos suyos, mantenían la inmutabilidad de las especies.
Es decir, una Teoría que trataba de explicar la variabilidad presente en la Naturaleza, parecía encontrar desde su nacimiento, serios problemas para ajustarse a ella, precisamente cuando se la observaba con detenimiento. Posiblemente, si los seguidores de Darwin en lugar de aferrarse a los conceptos que satisfacían sus prejuicios culturales, hubieran compartido con él sus dudas y su honestidad intelectual, el camino habría sido otro.[…]
IDEOLOGÍA DE GÉNERO Y NUEVO ORDEN MUNDIALRicardo Villa
La implantación de la ideología de género no es el fin, sino el medio para facilitar el objetivo último que es operar una “reingeniería social” que pueda dar paso al “nuevo orden mundial”, un orden centralizado, socialista y ateo.
Se integra por tendencias tan dispares como el iluminismo, el post modernismo, el psicologismo freudiano, el evolucionismo de Tylor, Morgan y Darwin (con todas las derivaciones de esa teoría: el progreso indefinido, el naturalismo anticreacionista, la selección natural…), el existencialismo de Sartre, los exponentes de la Escuela de Frankfurt (Adorno, Habermas, From, Heilderberg), pero sobre todo Jacques Derrida –padre del deconstruccionismo-, Antonio Gramsci –padre del marxismo cultural- y Friedrich Nietzche –padre del nihilismo-.
Está impulsada por los grandes organismos supranacionales, el Banco Mundial, la ONU con todas sus agencias especializadas, el Fondo Monetario Internacional, la OMS; por organizaciones mundialistas poderosas como el Club Bilderberg, la Comisión Trilateral, el Council on Foreign Relations, el Club de Roma, Skull and Bones, el Grupo de los 300, Green Peace; está patrocinada por el poderoso lobby de control poblacional antinatalista y ecologista, y por financieros prominentes como George Soros (Open Society Foundations), Rockefeller (Rockefeller Foundation), Jay Coleman (Deutsche Bank), Ted Turner (Turner Foundation), Jeffrey Siminoff (Morgan Stanley), Bill Gates (Gates Foundation), entre otros, además de un sinfín de importantes transnacionales.
En torno a la ideología de género – Benigno BlancoRicardo Villa
Para explicar qué es la ideología de género, me parece que es necesario empezar por distinguir claramente entre feminismo e ideología de género.
El feminismo es un movimiento histórico que, con sus aciertos y sus errores, sus estrategias ―con fines positivos y, en ocasiones, negativos―, pretendía algo que, en principio, es justo: lograr la igualdad de la mujer con el varón en la vida social, superando tantos prejuicios históricos que habían llevado a excluir a la mujer de la cultura, de la vida profesional, económica, etc.
La ideología de género es algo distinto, aunque surja en el seno del movimiento feminista. Es una ideología, es decir una cosmovisión que pretende dar razón de la historia y la sociedad y sus problemas, especialmente los de la mujer, sobre la base de unos principios elementales que permitirían diagnosticar la raíz de todos los conflictos y, en consecuencia, proponer la solución a todos ellos. Una ideología es siempre un reduccionismo intelectual asociado a una fe ciega en sus diagnósticos y que lleva consigo una agenda política de transformación de la sociedad. Toda ideología –y, por tanto, también la de género- supone una gran soberbia intelectual: la de quien cree que conoce toda la realidad y es capaz en consecuencia de dar con la clave última de todo lo malo que sucede y se siente legitimado para proponer “la” solución a nuestros problemas. El ideólogo se siente un dios omnisciente capaz de recrear el mundo feliz que el Dios verdadero no consiguió hacer. Por eso las ideologías son tan peligrosas y engendran tanto violencia y destrucción como nos enseña la historia del siglo XX.
En concreto, empieza a hablarse de género a finales de los años sesenta, en el ambiente intelectual que marcó el Mayo del 68 francés, que es un contexto de revuelta, que pone en duda todo lo pasado, de exaltación de la sexualidad y de un cierto anarquismo que se siente capaz de recrear las estructuras sociales sobre nuevas bases..
En este marco, una serie de feministas muy influidas por los planteamientos de la francesa Simone de Beauvoir ―que había sostenido la teoría, mítica dentro del movimiento feminista, de que la mujer no nace, sino que se hace, es decir, es un producto cultural― empezaron a rebelarse contra el feminismo anterior, argumentando que este se había equivocado de objetivo al plantearse como meta la igualación en derechos entre el varón y la mujer. Para esas nuevas feministas, que ya no hablan de sexo sino de género, la liberación de la mujer solo se alcanzará el día en que desaparezca de la vida social la propia distinción entre hombre y mujer; ya no se trata, en consecuencia, de conseguir para la mujer las cuotas de presencia social, política o económica que tienen los varones, sino de hacer desaparecer la distinción entre hombre y mujer.[…]
1. Supervivencia de los
Más Falsos
__________
LA CIENCIA SABE AHORA QUE MUCHOS DE LOS PILARES DE LA TEORÍA DARWINISTA SON
O BIEN FALSOS O ENGAÑOSOS. SIN EMBARGO, HAY TEXTOS DE BIOLOGÍA QUE SIGUEN
PRESENTÁNDOLOS COMO UNA EVIDENCIA TANGIBLE DE LA EVOLUCIÓN. ¿QUÉ IMPLICA
ESTO ACERCA DE SU CRITERIO CIENTÍFICO?
— JONATHAN WELLS
i durante mis años de estudio de
ciencia en Berkeley alguien me
hubiera preguntado si creía lo que
leía en mis libros de texto
científicos, hubiera respondido de una
forma muy similar a cualquiera de mis
compañeros de estudios; me hubiera
sentido perplejo de que siquiera se me
hiciese una pregunta así. Naturalmente,
uno podría encontrar pequeños errores,
erratas y cosas así. Y la ciencia está
siempre descubriendo cosas nuevas.
Pero yo creía —lo tenía como un
supuesto— que mis libros de texto
científicos contenían el mejor
conocimiento científico disponible en
aquel tiempo.
Solo fue cuando acababa mi doctorado
en biología celular y del desarrollo que
me di cuenta de lo que al principio
consideré como una extraña anomalía. El
libro de texto que yo usaba presentaba
de forma destacada unos dibujos de
embriones de vertebrados —peces,
gallinas, seres humanos, etc.— cuyas
semejanzas se presentaban como
evidencia de descendencia desde un
antecesor común. Desde luego, los
dibujos parecían muy semejantes. Pero
yo había estado estudiando embriones
durante algún tiempo, examinándolos al
microscopio. Y me di cuenta de que los
dibujos estaban sencillamente
equivocados.
Volví a comprobar todos mis otros libros
de texto. Todos ellos presentaban
dibujos similares, y todos ellos estaban
evidentemente equivocados. No solo
distorsionaban los embriones que
representaban, sino que omitían etapas
tempranas en las que los embriones
aparecen muy diferentes entre sí.
Lo mismo que en el caso de la mayoría
de los demás estudiantes de ciencia, y
como la mayoría de los científicos
mismos, lo dejé pasar. No afectaba a mi
trabajo de manera directa, y di por
supuesto que aunque los textos estaban
equivocados en esta cuestión por la
2. razón que fuese, se trataba de una
excepción a la regla. Pero en 1997 mi
interés en los dibujos de los embriones
se reavivó cuando el embriólogo
británico Michael Richardson y sus
colegas publicaron el resultado de su
estudio en el que comparaban los dibujos
de los libros de texto con embriones
reales. Tal como se citó al mismo
Richardson en la prestigiosa revista
Science: «parece que está resultando ser
uno de los más famosos fraudes de la
biología».
Peor todavía, no se trataba de un fraude
reciente. Ni tampoco era un
descubrimiento reciente. Los dibujos de
embriones que aparecen en casi cada
libro de texto de bachillerato y de
universidad son o bien reproducciones, o
se basan en una famosa serie de dibujos
realizados por el biólogo alemán del
siglo 19 y ferviente darwinista, Ernst
Haeckel, y los eruditos acerca de Darwin
y de la teoría evolucionista han sabido
que se trataba de falsificaciones durante
más de cien años. Pero por lo que
parece, ninguno de ellos consideró
oportuno corregir esta falsa información
presente en casi todas partes.
Todavía creyendo que se trataba de una
circunstancia excepcional, sentí
curiosidad por ver si podía encontrar
otros errores en los textos normativos de
biología que trataban de la evolución.
Pero mi investigación reveló algo
sorprendente: Bien lejos de ser
excepciones, estas descaradas
tergiversaciones son más frecuentemente
la regla. En mi reciente libro las designo
como «Iconos de la Evolución», porque
muchas de ellas están representadas por
las clásicas y constantemente repetidas
ilustraciones que, como los dibujos de
Haeckel, han servido demasiado bien
para su propósito pedagógico, el de fijar
una falsa información fundamental
acerca de la teoría evolucionista en la
mente del público.
Todos los recordamos de la clase de
biología: el experimento que creó «los
ladrillos de la vida» en un tubo; el
«árbol» de la evolución, arraigado en el
lodo primordial y ramificándose a una
vida animal y vegetal. Luego había las
estructuras óseas semejantes de,
digamos, el ala de un ave y la mano de
un hombre, las polillas del abedul y los
pinzones de Darwin. Y, naturalmente,
los embriones de Haeckel.
Lo que sucede es que todos estos
ejemplos, así como muchos otros que se
presentan como evidencia de evolución,
resultan incorrectos. No solo ligeramente
desviados. No solo ligeramente erróneos.
Por lo que respecta a la cuestión de la
evolución darwinista, los textos
contenían distorsiones desmesuradas e
incluso alguna evidencia inventada. Y no
estamos hablando solo de textos de
bachillerato que algunos pudieran
excusar (aunque no se debiera) por
adherirse a un estándar más bajo.
También resultan culpables algunos de
los libros de texto universitarios más
prestigiosos y de más circulación, como
Evolutionary Biology de Douglas
Futuyma, y la última edición del libro de
texto a nivel graduado Molecular
Biology of the Cell, que tiene como
coautor al presidente de la Academia
Nacional de las Ciencias, Bruce Alberts.
De hecho, cuando se eliminan las falsas
«evidencias», el alegato en favor de la
evolución darwinista, al menos en los
libros de texto, queda tan debilitado que
se hace casi invisible.
3. La vida en una botella
Cualquiera que en 1953 fuese lo
suficientemente mayor para comprender
la relevancia de la noticia recuerda lo
impresionante, y, para muchos, lo
inspiradora que fue. Los científicos
Stanley Miller y Harold Urey habían
tenido éxito en la creación de «los
ladrillos» de la vida en una redoma.
Imitando lo que creían que habían sido
las condiciones naturales de la atmósfera
de la tierra primitiva, y entonces
haciendo pasar una chispa eléctrica por
ella, Miller y Urey habían conseguido
unos aminoácidos simples. Como los
aminoácidos son los «ladrillos» de la
vida, se creía que era solo cuestión de
tiempo hasta que los mismos científicos
pudieran crear organismos vivos. En
aquel tiempo pareció ser una
espectacular confirmación de la teoría
evolucionista. La vida no era un
«milagro». No había necesidad de
ninguna actividad exterior o de
inteligencia divina. Sólo era necesario
juntar los gases necesarios, añadir
electricidad, y la vida tenía que aparecer.
Es un acontecimiento común. De esta
manera, Carl Sagan podía así predecir
confiadamente en la radio nacional que
los planetas en órbita alrededor de
aquellos «milesssss y milesssss de
millonessss» de estrellas en el espacio
tenían que estar abarrotados de vida.
Pero aparecieron problemas. Los
científicos nunca pudieron ir más allá de
los más simples aminoácidos en su
simulado ambiente primordial, y la
creación de las proteínas comenzó a
resultar no un pequeño paso, ni un par de
pasos, sino una gran sima, quizá
imposible de salvar.
Pero el golpe de gracia al experimento
de Miller-Urey llegó en la década de
1970, cuando los científicos comenzaron
a llegar a la conclusión de que la
atmósfera primitiva de la tierra no se
parecía en nada a la mezcla de gases
empleada por Miller y Urey. En lugar de
ser lo que los científicos designan como
«reductora», un medio rico en
hidrógeno, la atmósfera primitiva de la
tierra estaba probablemente compuesta
por gases liberados por volcanes. Acerca
de esta cuestión hay un consenso casi
general entre los geoquímicos. Pero
pongamos estos gases volcánicos en el
aparato de Miller y Urey, y el
experimento no funciona —en otras
4. palabras, no aparecen «ladrillos» de la
vida.
¿Qué dicen los libros de texto acerca de
este hecho tan incómodo? De modo
general, lo silencian y siguen usando el
experimento de Miller y Urey para
convencer a los estudiantes de que los
científicos han demostrado un
importante primer paso en el origen de la
vida. Entre estos libros de texto se
encuentran el ya mencionado Molecular
Biology of the Cell, del que uno de los
coautores es el presidente de la
Academia Nacional de las Ciencias,
Bruce Alberts. La mayoría de los libros
de texto dicen además a los estudiantes
que los investigadores acerca del origen
de la vida han hallado abundantes
evidencias adicionales para explicar
cómo la vida se originó
espontáneamente —en lugar de decir a
los estudiantes que los investigadores
mismos reconocen en la actualidad que
la explicación les sigue escapando.
Embriones falseados
Darwin pensaba que «de lejos la clase
singular de pruebas más enérgicas en
favor de» su teoría procedían de la
embriología. Pero Darwin no era
embriólogo, de modo que se apoyó en el
trabajo del biólogo alemán Ernest
Haeckel, que realizó unos dibujos de
embriones de diversas clases de
vertebrados para exponer que son
virtualmente idénticos en sus etapas más
tempranas, y que se diferencian de forma
ostensible solo al desarrollarse. Fue este
patrón el que Darwin encontró tan
convincente.
Esta puede que sea la más insigne de las
distorsiones, porque los biólogos han
sabido durante más de un siglo que los
embriones vertebrados nunca se parecen
tanto como Haeckel los dibujó. En
algunos casos, Haeckel usó el mismo
grabado de madera para imprimir
embriones que se suponía que
pertenecían a clases diferentes. En otros,
retocó sus dibujos para hacer que los
embriones se pareciesen más que en la
realidad. Los coetáneos de Haeckel lo
criticaron en repetidas ocasiones por
estas tergiversaciones, y fue objeto de
numerosas acusaciones de fraude a lo
largo de su vida. En 1997, el embriólogo
británico Michael Richardson y un
equipo internacional de expertos
compararon los dibujos de Haeckel con
fotografías de embriones reales de
vertebrados, y demostraron de manera
concluyente que los dibujos tergiversan
la realidad.
5. Los dibujos son engañosos de otra
manera. Darwin fundamentó sus
inferencias de descendencia común
sobre la creencia de que las etapas más
tempranas en el desarrollo de los
embriones son las más similares. Pero
los dibujos de Haeckel omiten por entero
las etapas más tempranas, que son muy
diferentes, y arrancan a partir de un
punto medio de mayor semejanza. El
embriólogo William Ballard escribió en
1976 que es «solo mediante trucos
semánticos y selección subjetiva de la
evidencia», y «torciendo los hechos de la
naturaleza» que alguien puede
argumentar que las etapas tempranas de
los vertebrados «son más semejantes que
sus formas adultas». Pero se puede
encontrar alguna versión de los dibujos
de Haeckel en la mayor parte de los
libros de texto de biología. Stephen Jay
Gould, uno de los proponentes más
visibles de la teoría evolucionista,
escribió recientemente que deberíamos
estar «asombrados y avergonzados por
todo el siglo de reciclado irreflexivo que
ha llevado a la persistencia de estos
dibujos en una gran cantidad, por no
decir que en una mayoría, de los libros
de texto modernos». (Más adelante
volveré a la cuestión de por qué es solo
ahora que el Sr. Gould, que ha conocido
estas falsedades durante décadas, ha
decidido desenmascararlas ante el gran
público.)
El árbol de la vida según
Darwin
Darwin escribió en El Origen de las
Especies: «Considero a todos los seres
no como creaciones especiales, sino
como los descendientes lineales de
algunos pocos seres» que vivieron en el
distante pasado. Él creía que las
diferencias entre las especies modernas
surgieron primariamente por selección
natural, o por supervivencia de los más
aptos, y describió todo el proceso como
«descendencia con modificación».
Naturalmente, nadie pone en duda que
tiene lugar una cierta cantidad de
descendencia con modificación dentro
de las especies. Pero la teoría de Darwin
pretende explicar el origen de nuevas
especies —de hecho, de todas las
especies, por cuanto las primeras células
emergieron del légamo primordial.
Esta teoría tiene la virtud de hacer una
predicción: Si todos los seres vivos son
descendientes por modificación gradual
procedentes de una o de unas pocas
formas originales, entonces la historia de
la vida tendría que asemejarse a un árbol
que se va ramificando.
Desafortunadamente, y a pesar de
declaraciones oficiales, esta predicción
ha resultado ser falsa en algunos
aspectos importantes.
El registro fósil muestra la aparición de
los grupos más generales de animales
plenamente formados alrededor del
mismo tiempo en una «explosión del
Cámbrico», en lugar de una divergencia
a partir de un antecesor común. Esto
Darwin lo sabía, y lo consideraba como
una grave objeción a su teoría. Pero él lo
atribuía a la imperfección del registro
fósil, y creía que una investigación
futura proporcionaría los antecesores que
faltaban.
Pero el transcurso de un siglo y medio de
una recolección continuada de fósiles
solo ha servido para agravar el
problema. En lugar de la aparición de
ligeras diferencias al principio y luego el
posterior surgimiento de diferencias
mayores, las mayores diferencias surgen
6. ya al mismo principio. Algunos expertos
en fósiles describen esto como
«evolución cabeza abajo», y observan
que contradice el patrón de «cabeza
arriba» predicho por la teoría de Darwin.
Sin embargo, la mayoría de los libros de
texto de biología actuales ni siquiera
hacen mención de la explosión del
Cámbrico, y mucho menos señalan al
reto que significa para el evolucionismo
darwinista.
Luego vino la evidencia procedente de la
biología molecular. En la década de
1970 los biólogos comenzaron a
contrastar el patrón del árbol ramificado
de Darwin comparando moléculas en
diversas especies. Cuanto más
semejantes sean las moléculas en dos
especies diferentes, tanto más
estrechamente relacionadas se las
supone. Al principio este método parecía
confirmar el árbol de la vida de Darwin.
Pero al realizar los científicos más y más
moléculas, descubrieron que diferentes
moléculas daban resultados en conflicto.
El patrón de ramificación del árbol que
se infiere mediante una molécula
contradice con frecuencia el patrón que
se obtiene con otra.
El biólogo molecular canadiense W.
Ford Doolittle no cree que el problema
vaya a desaparecer. Quizá los científicos
«no han alcanzado a encontrar el
“verdadero árbol”», escribió en 1999,
«no debido a que sus métodos sean
inadecuados o porque hayan escogido
los genes incorrectos, sino porque la
historia de la vida no se pueda
representar de forma adecuada como un
árbol». Sin embargo, los libros de texto
de biología siguen asegurando a los
estudiantes que el Árbol de la Vida de
Darwin es un hecho científico
abrumadoramente confirmado por la
evidencia. Pero a juzgar por la verdadera
evidencia fósil y molecular, es una
hipótesis no acreditada disfrazada de
hecho.
La estructura ramificada del «árbol de la
vida» de Darwin ha quedado seriamente
cuestionada por los datos del registro fósil y
de la moderna biología molecular.
(Ilustración de Biology, de Miller y Levine,
publicado por Prentice-Hall)
Todos se parecen: La
homología en los miembros
de los vertebrados
La mayoría de los libros de texto de
biología muestran dibujos de
extremidades de vertebrados que
exhiben semejanzas en sus estructuras
óseas. Los biólogos anteriores a Darwin
habían observado este tipo de semejanza
y la habían llamado «homología», y la
atribuían a una construcción sobre un
arquetipo o diseño común. Pero en El
Origen de las Especies Darwin
argumentó que la mejor explicación para
la homología es la descendencia con
modificación, y la consideró como
evidencia en favor de su teoría.
7. Los seguidores de Darwin se apoyan en
las homologías para ordenar a los fósiles
en árboles ramificados que
supuestamente exhiben relaciones de
antecesores y descendientes. En su libro
de 1990, Evolution and the Myth of
Creationism [La evolución y el mito del
creacionismo], el biólogo Tim Berra
comparó el registro fósil con una serie
de modelos de automóvil Corvette: «Si
uno compara un Corvette modelo 1953 y
un Corvette modelo 1954, poniéndolos
juntos, y luego un modelo 1954 y un
modelo 1955, y se sigue así, la evidencia
de la descendencia con modificación
resulta abrumadora»
Pero Berra se olvidó de un punto crucial,
y evidente: Los Corvettes, que se sepa,
no dan a luz a pequeños Corvettes. Lo
mismo que todos los demás automóviles,
están diseñados por personas que
trabajan para las compañías
automovilísticas. En otras palabras, hay
una inteligencia exterior. Así, aunque
Berra creía que estaba prestando apoyo a
la evolución darwinista en lugar de a la
explicación predarwinista, puso en
evidencia, involuntariamente, que la
evidencia de los fósiles es compatible
con ambas cosas. El catedrático de
derecho (y crítico del darwinismo)
Phillip E. Johnson lo designó como «La
Bobada de Berra».
La lección que debemos aprender de la
Bobada de Berra es que es preciso
especificar un mecanismo natural antes
de poder excluir científicamente la
construcción por designio como la causa
de la homología. Los biólogos
darwinistas han propuesto dos
mecanismos: vías de desarrollo y
programas genéticos. Según el primero,
las características homólogas surgen de
células y procesos semejantes en el
embrión; según el segundo, las
características homólogas están
programadas por genes semejantes.
Pero los biólogos han sabido durante
cien años que las estructuras homólogas
no las producen vías semejantes de
desarrollo. Y han sabido desde hace
treinta años que a menudo tampoco las
producen genes semejantes. De modo
que no hay ningún mecanismo
demostrado empíricamente para
establecer que las homologías se deban a
una descendencia común en lugar de a
un designio común.
En ausencia de mecanismo, los
darwinistas modernos han pasado a
definir la homología simplemente como
semejanza debido a una descendencia
común. Según Ernst Mayr, uno de los
principales arquitectos del moderno
neodarwinismo: «A partir de 1859 solo
ha habido una definición de homólogo
8. que tiene sentido en biología: Los
atributos de dos organismos son
homólogos cuando derivan de una
característica equivalente del antecesor
común».
En esto tenemos un caso clásico de
razonamiento en círculos. Darwin
consideraba la evolución como una
teoría, y la homología como evidencia
en favor de la misma. Los seguidores de
Darwin dan por supuesta la evolución
como si estuviese establecida de forma
independiente, y consideran la
homología como su resultado. Pero
entonces uno no puede usar la
homología como prueba en favor de la
evolución excepto razonando en
círculos: La semejanza debida a la
descendencia común demuestra la
descendencia común.
Los filósofos de la biología han estado
criticando este modo de hacer durante
décadas. Como escribió Ronald Brady
en 1985: «Al introducir nuestra
explicación en la definición de la
condición a explicar, no expresamos una
hipótesis científica sino una creencia.
Estamos tan convencidos de que nuestra
explicación es verdadera que ya no
vemos ninguna necesidad de distinguirla
de la situación que estábamos intentando
explicar. Las empresas dogmáticas de
esta clase han de dejar finalmente el
ámbito de la ciencia».
De nuevo, ¿cómo afrontan los libros de
texto esta controversia? Una vez más, la
pasan por alto. De hecho, dan a los
estudiantes la impresión de que tiene
sentido definir la homología en términos
de descendencia común y luego darle la
vuelta y usarla como evidencia en favor
de la descendencia común. Y a esto le
llaman «ciencia».
No hay nada que no se
pueda pegar con un poco de
cola:
Las polillas moteadas del
abedul
Darwin estaba convencido de que en el
curso de la evolución, «la Selección
Natural ha sido el medio más
importante, pero no exclusivo, de
modificación», pero no tenía evidencia
directa de esto. Lo mejor que pudo hacer
en El Origen de las Especies fue dar
«una o dos ilustraciones imaginarias».
Pero en la década de 1950, el médico
británico Bernard Kettlewell
proporcionó lo que parecía constituir una
prueba concluyente de la selección
natural. Durante el siglo precedente, las
polillas moteadas del abedul habían
cambiado de ser de un color
predominante claro a ser de color oscuro
de manera predominante. Se pensó que
el cambio había tenido lugar debido a
que las polillas oscuras se camuflan
mejor sobre troncos de árbol oscurecidos
por la contaminación, y que son por ello
menos susceptibles a ser devoradas por
las aves predadoras.
Para poner a prueba esta hipótesis de
forma experimental, Kettlewell liberó
polillas claras y oscuras en troncos de
árboles cercanos en bosques
contaminados y no contaminados, y
luego observó mientras los pájaros
devoraban las polillas más visibles.
Como era de esperar, los pájaros
comieron más polillas claras en el
bosque contaminado, y más polillas
oscuras en el bosque incontaminado. En
un artículo escrito para Scientific
9. American, Kettlewell designó esto como
«la evidencia que le faltaba a Darwin».
Las polillas moteadas pronto se
convirtieron en el clásico ejemplo de la
selección natural en acción, y la historia
sigue apareciendo en la mayor parte de
los libros de introducción a la biología,
acompañada de fotografías de las
polillas sobre los troncos de los árboles.
Pero en la década de 1980 unos
investigadores encontraron evidencia de
que la historia oficial era defectuosa —
incluyendo el hecho significativo de que
las polillas moteadas no se posan
normalmente sobre los troncos de los
árboles. Más bien, vuelan de noche y
aparentemente se ocultan bajo las ramas
superiores durante el día. Al liberar
polillas sobre troncos de árboles
cercanos a la luz del día, Kettlewell creó
una situación artificial que no existe en
la naturaleza. En la actualidad, muchos
biólogos consideran nulos sus
resultados, e incluso algunos incluso
ponen en duda si la selección natural fue
la responsable de los cambios
observados.
Así, ¿de dónde salieron todas aquellas
fotografías que aparecen en los libros de
texto de polillas moteadas sobre troncos?
Se trata de un montaje. Para facilitar las
cosas, algunos fotógrafos incluso
pegaron polillas muertas a los árboles.
Naturalmente, aquellos que realizaron
este montaje antes de la década de 1980
creían que estaban representando la
verdadera situación de forma precisa,
pero ahora sabemos que estaban en un
error. Sin embargo, una examen de
pasada a casi cualquier libro de texto de
biología actual revela que se siguen
empleando todavía como evidencia de
selección natural.
En 1999, un escritor canadiense de libros
de texto justificaba esta práctica: «Es
preciso considerar la audiencia. ¿Cuán
complicado lo quieres hacer para el
principiante?», en palabras de Bob
Ritter, citado en la publicación Alberta
Report Newsmagazine de abril de 1999.
Los estudiantes de instituto «tienen
todavía una mentalidad muy concreta en
la forma que aprenden», proseguía
Ritter. «Queremos comunicar la idea de
la adaptación selectiva. Más tarde
pueden considerar el trabajo de forma
crítica.»
Por lo que parece, esto de «más tarde»
puede llegar a ser mucho más tarde.
Cuando el Profesor Jerry Coyne de la
Universidad de Chicago se enteró de la
verdad en 1998, estaba bien adentrado
en su carrera como biólogo
evolucionista. Su experiencia ilustra
cuán insidiosos son realmente los iconos
de la evolución, por cuanto extravían
tanto a los expertos como a los
principiantes.
10. Picos y pájaros:
Los pinzones de Darwin
Un cuarto de siglo antes que Darwin
publicase El Origen de las Especies,
estaba formulando sus ideas como
naturalista a bordo del barco británico de
exploración H.M.S. Beagle. Cuando el
Beagle visitó las Islas Galápagos en
1835, Darwin recogió especímenes de la
fauna y flora autóctona, incluyendo
algunos pinzones.
Aunque los pinzones tuvieron en
realidad poco que ver con el desarrollo
de la teoría evolucionista de Darwin, han
atraído una considerable atención de
parte de los modernos biólogos
evolucionistas como evidencia adicional
de la selección natural. En la década de
1970, Peter y Rosemary Grant y sus
colegas observaron un aumento de un 5
por ciento en el tamaño de los picos
después de una intensa sequía, debido a
que los pinzones se quedaron solo con
semillas difíciles de partir. El cambio,
aunque significativo, era pequeño; sin
embargo, algunos darwinistas pretenden
que explica incluso el origen primero de
la especie de los pinzones.
Un opúsculo publicado en 1999 por la
Academia Nacional de Ciencias de los
Estados Unidos describe los pinzones de
Darwin como «un ejemplo
particularmente convincente» del origen
de las especies. El opúsculo cita el
trabajo de Gran y explica cómo «un solo
año de sequía en las islas puede llevar a
cambios evolutivos en los pinzones».
Dicho opúsculo calcula también que «si
se dan sequías alrededor de cada 10 años
en las islas, podría surgir una nueva
especie de pinzón en unos meros 200
años».
Pero este opúsculo silencia que los picos
de los pinzones revirtieron a la
normalidad después que volvieron las
lluvias. No hubo una evolución neta. De
hecho, hay diversas especies de pinzones
que actualmente parecen estar
mezclándose mediante hibridación, en
lugar de divergiendo por selección
natural tal como lo demanda la teoría de
Darwin.
La supresión de la evidencia para dar la
impresión de que los pinzones de
Darwin confirman la teoría evolucionista
bordea la mala práctica científica. Según
el biólogo de Harvard Louis Guenin
(escribiendo en Nature en 1999), las
leyes sobre títulos garantizados de los
Estados Unidos nos proporcionan
«nuestra fuente más rica de directrices
experimentales» para definir qué
constituye mala práctica científica. Pero
un corredor de bolsa que diga a sus
clientes que se puede esperar de unas
acciones determinadas que doblen de
valor en veinte años porque subieron un
5 por ciento en 1998, a la vez que oculta
el hecho de que las mismas acciones
descendieron en un 5 por ciento en 1999,
podría ser acusado de fraude con toda
11. razón. Como escribió el catedrático de
derecho de Berkeley Phillip E. Johnson
en The Wall Street Journal en 1999:
«Cuando nuestros científicos líderes
tienen que recurrir a la especie de
distorsión que llevaría a un corredor de
bolsa a la cárcel, es que están en un
verdadero aprieto.»
De los simios a los humanos
La teoría darwinista se manifiesta
realmente de forma abierta cuando se
aplica a los orígenes de la humanidad.
Aunque apenas si mencionó este tema en
El Origen de las Especies,
posteriormente Darwin escribió con
profusión acerca de esto en El Linaje del
Hombre. «Mi propósito», explicaba él,
«es demostrar que no existe ninguna
diferencia fundamental entre el hombre
y los animales superiores respecto a sus
facultades mentales» — incluso en lo
tocante a la moralidad y a la religión.
Según Darwin, la tendencia de un perro
a imaginar una agencia oculta en cosas
movidas por el viento «se transmitiría
fácilmente a la creencia en la existencia
de uno o más dioses».
Naturalmente, ya mucho antes de
Darwin existía el conocimiento de que el
cuerpo humano forma parte de la
naturaleza. Pero Darwin iba mucho más
lejos. Lo mismo que los filósofos
materialistas desde la antigua Grecia,
Darwin creía que los seres humanos no
son nada más que animales.
Pero Darwin necesitaba evidencia para
confirmar su conjetura. Aunque los
Neanderthales ya habían sido
descubiertos, no se consideraban
entonces como ancestros humanos, de
modo que Darwin no tenía evidencia
fósil a favor de su punto de vista. No fue
sino hasta 1912 que el paleontólogo
amateur Charles Dawson anunció que
había hallado aquello que los darwinistas
estaban buscando, en una cantera de
grava en Piltdown, Inglaterra.
Dawson había encontrado parte de un
cráneo humano y parte de un maxilar
inferior de forma simiesca con dos
dientes. No fue sino hasta cuarenta años
más tarde que un equipo de científicos
demostró que el cráneo de Piltdown,
aunque quizá de miles de años de
antigüedad, pertenecía a un ser humano
moderno, mientras que el fragmento de
la mandíbula era más reciente y
pertenecía a un orangután moderno. La
mandíbula había sufrido un tratamiento
químico para hacerla parecer fósil, y sus
dientes habían sido limados de forma
deliberada para hacerlos parecer
humanos. El hombre de Piltdown era un
fraude.
La mayoría de los textos modernos de
biología ni tan siquiera mencionan
Piltdown. Cuando los críticos del
darwinismo suscitan el tema, se les dice
generalmente que este incidente
sencillamente demuestra la capacidad de
autocorrección de la ciencia. Y así lo fue
en este caso —aunque la corrección se
tomó más de cuarenta años. Pero la
lección más interesante que se puede
aprender de Piltdown es que los
científicos, lo mismo que cualquier otra
persona, pueden ser engañados a ver lo
que quieren ver.
La misma subjetividad que preparó el
camino para Piltdown sigue infestando
las investigaciones acerca de los
orígenes humanos. Según la
paleoantropóloga Misia Landau, las
teorías de los orígenes humanos
«exceden con mucho a lo que se puede
12. inferir del estudio de los fósiles solos y
de hecho imponen una pesada carga de
interpretación sobre el registro fósil —
carga que queda aliviada al colocar los
fósiles en estructuras narrativas
preexistentes». En 1996, el conservador
del Museo Americano de Historia
Natural, Ian Tattersall, reconoció que
«en paleoantropología, las pautas que
percibimos son probablemente tanto el
resultado de nuestras actitudes
inconscientes como de la evidencia
misma». El antropólogo Geoffrey Clark,
de la Universidad Estatal de Arizona, se
hizo eco de esta postura cuando escribió:
«Seleccionamos entre conjuntos
alternativos de conclusiones de las
investigaciones siguiendo nuestros
prejuicios y conceptos previamente
asumidos». Clark sugería que «la
paleoantropología tiene la forma pero no
el fondo de la ciencia».
Los estudiantes de biología y el público
en general son raras veces informados de
la profunda incertidumbre acerca de los
orígenes humanos que aparece reflejada
en estas declaraciones de expertos
científicos. En lugar de esto, se les
alimenta con las últimas especulaciones
como si fuesen realidades. Y la
especulación va generalmente ilustrada
con fantasiosos dibujos de hombres de
las cavernas, o con fotografías de actores
humanos muy maquillados.
¿Qué está pasando aquí?
La mayoría de nosotros supone que lo
que oímos de parte de científicos es
relativamente digno de confianza. Los
políticos podrían distorsionar o empujar
la verdad para respaldar un plan
preconcebido, pero los científicos, se nos
dice, tratan acerca de hechos. Sí, pueden
equivocarse en ocasiones, pero la belleza
de la ciencia es que se puede someter a
prueba empírica. Si una teoría está
equivocada, esto lo descubrirán otros
científicos que realicen experimentos
independientes bien para reproducir o
para refutar sus resultados. De esta
manera se examinan constantemente los
datos y las hipótesis se transforman en
teorías ampliamente aceptadas. De modo
que, ¿cómo explicamos una distorsión
tan extendida y duradera de los datos
específicos que se emplean para
respaldar la teoría evolucionista?
Quizá el evolucionismo darwinista ha
adoptado una significación en nuestra
cultura que tiene poco que ver con su
mérito científico, sea éste cual sea. Una
indicación de ello se observó en la
reacción casi universal y hostil contra la
resolución de la Junta Escolar de Kansas
de dar lugar a la disidencia en la
enseñanza estándar de la evolución
(mucha de la cual, como acabamos de
ver, es sencillamente errónea).
Según los medios de comunicación, solo
los fundamentalistas religiosos ponen en
duda el evolucionismo darwinista. Los
que critican a Darwin, según se nos dice,
quieren retrotraer a bombazos la ciencia
hasta la Edad de Piedra y sustituirla con
la Biblia. El creciente cuerpo de
evidencia que contradice a las
pretensiones darwinistas es ignorado
olímpicamente. Cuando el bioquímico
Michael Behe observó en el diario The
New York Times el año pasado que la
«evidencia» embriológica en favor de la
evolución era un fraude, el darwinista de
Harvard Stephen Jay Gould admitió que
había conocido esto durante décadas
(como se ha observado con anterioridad
en el presente artículo), pero acusó a
Behe de ser un «creacionista» por
manifestarlo públicamente.