1. Hola Bienvenidos a este nuevo suple-
mento mensual de Maga-Zine, concebido
desde el anhelo de transmitir la magnifi-
cencia del espiritu de todas las cosas de
esta asombrosa creacion... hablando en-
tre galaxias y estrellas con mi buen amigo
Gonzalo Ledesma con quien nos une un
sin fin de vivencias y experiencias, dimos
a luz esta idea..que hoy es una realidad..
Desde este humilde lugar abordaremos
tematicas espirituales, sin dogmatismo
religioso, desde un nuevo paradigma que
creemos ya es hora el humano lo viven-
cie..
Ciencia y espiritu unidos.. tan sólo para
descubrir el inevitable poder interior que
poseemos, para transformarmos ...para
dar ese salto cuantico que nos espera..
una octava mas en la evolucion...
Compartiremos tambien articulos intere-
santes , videos, seminarios y conferren-
cias que estan en internet para que pue-
das disfrutarlos desde este lugar.
Si vibras en esta sintonía te invito a que
compartas tu vision en este espacio, tan
solo escribime a mi
e mail: veronica-cavallaro@hotmail.com
y solicitame unirte a este proyecto.
El tiempo es arte, somos sonido , colores
y geometría.. soles jugando a humanos..
con la mirada en el cielo y los pies sobre
la Tierra..
La frecuencia de la tierra, quien nos nutre
desde el principio de los tiempos, nos lla-
ma a este proceso evolutivo al cual ya , no
podemos hacer oidos sordos..
Es por eso que desde este lugar hacemos
tributo a la MADRE Y A SU LLAMADO.
Gracias por compratir tu tiempo!
Veronica Cavallaro
2. Los sonidos del Universo
Estrellas percusionistas, supernovas gritonas,
Agujeros negros entonando un si bemol...
Hoy los astrofísicos también afinan el oído
para escrutar el fragor -y las melodías- del
espacio exterior.
“En el espacio nadie puede oír tus gritos”.
Con este inquietante eslogan se publicitó el
clásico del cine de ciencia-ficción Alien.
Sus creadores dieron en el clavo: el sonido
necesita de un medio material para propa-
garse, y en el vacío espacial no hay nada a
lo que pueda agarrarse.
Por este motivo, casi todas las películas del
género -excepto 2001: una Odisea del espa-
cio- cometen el error de obsequiarnos con
explosiones y potentes rugidos de los moto-
res de hiperpropulsión.
Sin embargo, el silencio no reina en todo el
universo. La sonda Huygens, que se lanzó el
14 de enero de 2005 hacia la superficie de
Titán -el satélite de Saturno-, llevaba un par
de diminutos micrófonos. Debido a que tiene
una atmósfera densa, continentes y un mar
de metano, Titán es un lugar bastante ruido-
so. Los micrófonos de la sonda grabaron el
ruido del viento a lo largo de las dos horas y
media que duró el descenso. A pesar de la
fortísima deceleración a la que se vio some-
tida -15 veces la de la gravedad terrestre-, la
Huygens sobrevivió al impacto con el suelo
y transmitió datos e imágenes de la superfi-
cie durante más de una hora. Así, pudo verse
un paisaje anaranjado sembrado de rocas,
posiblemente hechas de agua sólida y, cu-
briéndolo todo, una neblina de etano o me-
tano. El micrófono tenía que registrar el soni-
do de un trueno alienígena. No hubo suerte.
Esta no es la primera vez que enviamos un
micrófono a otro planeta. En 1999, la NASA
quiso hacer realidad el que sería el último
sueño del astrofísico y divulgador Carl Sa-
gan, que no era otro que grabar los sonidos
de la superficie marciana. Para ello, instala-
ron un micrófono en la Mars Polar Lander,
pero diez minutos antes del amartizaje se
perdió el contacto con la sonda. A pesar de
ello, la NASA no ha tirado la toalla y espera
grabar en las futuras misiones que tiene pro-
gramadas al planeta rojo el ulular del viento o
los silbidos ametralladores de sus tormentas
de arena. Obviamente, nadie pensó en dotar
de micrófonos a la misión Apolo 11, salvo los
necesarios para que Neil Armstrong pudie-
ra pronunciar su famosa frase tras pisar el
firme lunar. No hay que olvidar que nuestro
satélite carece de atmósfera.
Venus es otro cantar, pues su denso envolto-
rio atmosférico lo convierte en un buen can-
didato sonoro, pero ninguna sonda ha intro-
ducido un micrófono en ese infierno, donde
la temperatura es tan alta que funde el plo-
mo. Los rusos afirman que en la década de
1980 llevaron uno que registró descargas
eléctricas, pero nunca mostraron las graba-
ciones. Metidos a productores musicales, los
astrofísicos no lo tienen complicado, ya que
todos los planetas -y muchas lunas- del sis-
tema solar cuentan con envoltura gaseosa,
aunque la de Mercurio es muy débil. Pero
un mismo ruido se oiría de forma distinta en
función del sitio donde estuviéramos. La ve-
locidad del sonido es diferente en cada pla-
neta, y depende tanto de la composición de
la atmósfera como de su temperatura. En la
Tierra, el sonido se propaga a 340 metros
por segundo en condiciones normales. Esto
quiere decir que si un rayo golpea el suelo a
10 kilómetros de nosotros, lo escuchamos 29
segundos después. En la superficie marcia-
na tardaríamos 44 segundos en oírlo, pues
allí el sonido se propaga un 30% más des-
pacio. En Venus, cuya atmósfera es mucho
más densa, escucharíamos el trueno 24 se-
gundos después de ver el rayo. Y para rapi-
dez, la de Júpiter y Saturno, donde llegaría
a nuestras orejas en sólo 12 y 13 segundos,
respectivamente.
Si quisiéramos hablar en Marte -siempre y
cuando pudiésemos respirar su letal atmós-
fera de dióxido de carbono-, lo tendríamos
bastante complicado. Aun el grito más po-
tente quedaría reducido a un leve susurro
debido a su baja densidad atmosférica. De
hecho, nuestra voz sonaría como si sufrié-
ramos laringitis. Eso sí, los sonidos no nos
parecerían tan diferentes como en la Tierra,
y podríamos reconocer un gran número de
ellos. La situación en Venus sería totalmen-
te distinta. Con una presión atmosférica 90
veces superior a la terrestre -similar a la que
encontramos a un kilómetro por debajo de
la superficie del mar- el casi imperceptible
murmullo de una biblioteca se convertiría en
el ruido de fondo de una oficina. La próxima
vez que encienda su equipo estéreo, muerda
la mesa donde esté apoyado. Si se tapa los
oídos, escuchará la música a través de los
huesos. Algo parecido es lo que Nicholas C.
Makris, profesor de ingeniería oceánica del
MIT, ha propuesto para estudiar la superficie
de Europa -una luna de Júpiter- que posible-
mente tiene entre 10 y 100 kilómetros de hie-
lo y bajo la cual se extiende un inmenso mar
de agua salada. Su idea es una variante de
las técnicas acústicas que se emplean para
estudiar el hielo que cubre parte del océano
Ártico. El método consiste en introducir mi-
crófonos sensibles a las vibraciones debidas
a los esfuerzos, compresiones y fracturas del
hielo, que en teoría producirían un ruido de
frecuencias entre 0,1 y 100 Hz.
RADIO COSMOS FM
Titán sound_on
Debido a que la sonda Huygens estaba dise-
ñada para estar sobre la superficie de Titán
dos horas y media, todas las transmisiones
de datos debían hacerse en tiempo real. Y
esto era un problema para la transmisión de
los sonidos puros. La anchura de banda uti-
lizada fue de 480 bits por segundo, mientras
que la utilizada por nosotros para descargar
archivos de internet es más de 260 veces
mayor. Así que el micrófono convirtió los so-
nidos en sonogramas, diagramas donde se
representa el tiempo frente a la potencia y la
frecuencia de las señales. Después se con-
vierten en sonidos que podemos escuchar
en esta web: http://www.planetary.org/ex-
plore/topics/saturn/titan_sounds.html
El sistema solar sound_on
La nave Cassini, al acercarse a Júpiter, ha
detectado ondas en el tenue gas de partícu-
las cargadas que llena el sistema solar. Es-
tas ondas son de baja radiofrecuencia y se
han convertido en ondas sonoras para po-
der escucharlas.
http://www.jpl.nasa.gov/jupiterflyby/science/rpws.
html
Júpiter sound_on
La magnetosfera del gigante gaseoso pro-
duce ondas radio que son capturadas por
los radiotelescopios. Convenientemente tra-
tadas, podemos escuchar cómo suena la
música de este planeta.
http://www.thursdaysclassroom.com/16sep99/
sounds4.html
Marte sound_on
¿Cómo sonaría el tosido de una persona en
el planeta rojo? Así:
http://sprg.ssl.berkeley.edu/marsmic/sound.html
Sol sound_on
Para escuchar el continuo bullir de la super-
ficie del Sol y sus oscilaciones, basta con ir a:
http://solar-center.stanford.edu/singing/singing.html
Púlsares sound_on
Imaginen una estrella de cuatro veces la
masa de nuestro Sol pero toda ella apeloto-
nada en el interior de una esfera de sólo tres
kilómetros de diámetro. ¿Lo tienen? Ahora
pónganla a rotar sobre sí misma de forma
que en un segundo gire mil veces. La luz
de una estrella en condiciones tan extraor-
3. dinarias como esta no sale de su superficie
en todas direcciones, como sucede con el
Sol o con una bombilla, sino en dos direccio-
nes privilegiadas, coincidentes con los polos
magnéticos de la estrella. Lo que tenemos es
una especie faro galáctico en el rango de las
ondas de radio. Al observarlo veremos una
estrella que se enciende y se apaga unas qui-
nientas veces por segundo. De ahí que se las
conozca con el nombre de pulsar, del inglés
estrella pulsante. En esta dirección podremos
escuchar cómo sonarían los púlsares más
brillantes el cielo:
http://www.jb.man.ac.uk/~pulsar/Education/Sounds/
sounds.html
Algo parecido sucede en la Tierra. Tras ana-
lizar 10 años de datos sísmicos, el grupo de
investigación liderado por Kiwamu Nishida,
un geofísico de la Universidad de Tokio, ha
encontrado unas vibraciones inaudibles que
recorren la baja atmósfera y provocan unas
débiles ondas sísmicas dentro de la Tierra
“que la hacen cantar como un canario”, se-
gún Nishida. Si pudiéramos escucharlo, este
murmullo acallaría el ruido de cien talk-shows
televisivos. ¿Pero de dónde vienen esas on-
das?
No se sabe con seguridad. Quizá tengan su
origen en variaciones de la presión atmosfé-
rica.
El Universo es un inmenso órgano
Tras siglos de descubrimientos, los científi-
cos le han dado la razón a Platón, al menos
en parte. El filósofo griego afirmaba que los
planetas se movían sobre unas esferas que
emitían una música continua.
Ahora los cosmólogos han llegado a la con-
clusión de que el universo es como un inmen-
so órgano. Aparentemente, las galaxias se
distribuyen como la materia de una esponja,
dejando inmensos vacíos entre unas y otras.
En 2002 el astrofísico Jaan Einasto, del Obser-
vatorio Tartu en Toravere (Estonia), descubrió
que galaxias y vacíos se repiten cada 390 mi-
llones de años-luz y dan lugar a una estructu-
ra celular. Fue un hallazgo impactante. ¿Por
qué existe ese orden? Una posible interpreta-
ción es que “el universo primitivo estaba lleno
de ondas sonoras que comprimían y rarifica-
ban la materia y la luz del mismo modo que
sucede con el aire dentro de una flauta o una
trompeta”, según explica el cosmólogo italia-
no Paolo de Bernardis.
Si esta suposición es cierta, significa que los
microscópicos murmullos generados cuan-
do el universo tenía 300.000 años de edad hi-
cieron que la materia se condensara y diera
lugar a las semillas a partir de las cuales, mu-
chos millones de años después, se formarían
las galaxias.
Si comparamos el universo con un tubo de
órgano, podemos decir que las estrellas se
parecen a campanas.
Por su superficie viajan ondas sonoras con
las que los astrónomos intuyen lo que sucede
en su interior. Esta peculiar rama de la astro-
física moderna se conoce con el nombre de
astrosismología.
La primera estrella donde se descubrieron
estas débiles oscilaciones fue nuestro Sol. En
la década de 1960 los telescopios solares re-
velaron que su superficie está recorrida por
ondas acústicas parecidas a las de los terre-
motos, y estas vibraciones están relaciona-
das con las reacciones superenergéticas que
tienen lugar en el interior de la estrella
.La energía producida en el horno nuclear del
Sol se transmite a la superficie por convec-
ción, el mismo mecanismo que hace que el
agua comience a bullir cuando se hierve en
un puchero: la materia caliente sube mientras
que la fría baja.
En el Sol las burbujas de gas ascienden a la
superficie a una velocidad cercana a la del
sonido. Por desgracia, no somos capaces de
oír su borboteo porque no se propaga por
el espacio. Y aunque estas ondas se trans-
mitieran, no podríamos escuchar nada, pues
su frecuencia se encuentra por debajo del
umbral del oído humano. Lo que los científi-
cos hacen es analizar cómo vibra esta cam-
pana cósmica, que proporciona una valiosa
información sobre las condiciones físicas del
corazón solar.
El Sol no es el único astro cantarín; en el
resto de las estrellas también se genera el
mismo tipo de oscilaciones. El problema es
que son muy débiles y resulta difícil detec-
tarlas. Fue en 2001, gracias a los astrónomos
suizos François Bouchy y Fabien Carrier, del
Observatorio de Ginebra (Suiza), cuando se
observó por primera vez el tañer de otra es-
trella.
Fue Alfa Centauri A, a sólo 4 años-luz de no-
sotros y visible a simple vista desde el he-
misferio Sur. Sus medidas han demostrado
que esta estrella, muy parecida a la nuestra,
pulsa con un ciclo de 7 minutos. El paso del
tiempo no sólo lo marca nuestro reloj.
Descubrimientos como estos han propi-
ciado un curioso hermanamiento entre as-
trofísicos y músicos. ¿Por qué no convertir
estos sonidos en melodías? Ese es el em-
peño de los integrantes del Stellar Music
Project o del propio Brian May, fundador
del grupo Queen, que abandonó su docto-
rado en astrofísica hace 35 años para lide-
rar la mítica formación de rock.
Por si fuera poco, incluso la muerte de una
estrella tiene su propia marcha fúnebre. En
2006, un grupo de investigación formado por
astrofísicos del Observatorio Steward de la
Universidad de Arizona, la Universidad He-
brea y el Instituto Max Planck de Potsdam
(Alemania), descubrió que el sonido es el
motor de las explosiones de supernova. Gra-
cias a sus reacciones nucleares internas, en
una estrella de este tipo se generan elemen-
tos químicos: oxígeno, nitrógeno, carbono,
hierro...
El final de su vida se acerca cuando en su
interior se forma el hierro, ya que en las reac-
ciones de fusión nuclear con átomos de este
metal no se libera energía, sino que se con-
sume. En esta situación, sin nada que sopor-
te su propio peso, la estrella se desploma y
se convierte en una supernova. La explosión
es impresionante.
Durante un par de segundos, este cuerpo
celeste brilla tanto como mil millones de es-
trellas.
Pues bien, el equipo de astrofísicos ha desa-
rrollado un modelo de ordenador que simula
los últimos segundos de la vida de las super-
novas, desde el colapso del núcleo hasta la
explosión.
Y han descubierto que el sonido rige su úl-
timo estertor. Los cálculos indican que las
estrellas moribundas pulsan a frecuencias
sonoras audibles durante una fracción de se-
gundo antes de reventar. “El núcleo más in-
terno empieza a vibrar vigorosamente y, tras
700 milisegundos, la oscilación se hace tan
intensa que empieza a generar ondas sono-
ras de frecuencias entre 200 y 400 Hz, situa-
das en una octava media de la escala. Estas
ondas refuerzan la onda de choque creada
por el colapso de la estrella, que acaba por
explotar”, explica uno de los investigadores,
Adam Burrows.
Definitivamente, aunque en el espacio no se
puedan escuchar nuestros gritos, el sonido
gobierna muchos de los procesos más in-
creíbles del universo.
Autor:
Miguel Ángel Sabadell
extraido de:
http://www.muyinteresante.es/ciencia/
articulo/los-sonidos-del-universo
4. “El universo suena y cada persona
tiene un sonido”:
Universo y Resonancias”
En esta ocasión es Néstor Eidler, músi-
co y pedagogo vibracional. La noticia ha
aparecido en la contra de la Vanguardia
y habla muy claro:
“El universo suena y cada persona tiene
un sonido”
Resonancias:
“El universo es una caja de música”, ex-
plica Eidler,
“pues está construida en proporciones
equivalentes a los intervalos de la octava
musical”.
Dijo Einstein, violinista y matemático:
“Sólo quiero conocer a Dios; lo demás son
detalles”. Y se puso a tañer con fórmulas
la música del universo. En esa línea está
Néstor Eidler, al que han llamado “mé-
dico de médicos”: imparte técnicas que
permiten tocar mejor porque, de hecho,
se sanan de bloqueos y disfunciones.
Eidler insiste en que toca el alma a través
de cuerpo y alma (“la espiritualidad pasa
por el cuerpo”), y en que todos podemos
resonar con el Todo. Eidler es concertino
de la Orquestra del Gran Teatre del Liceu
nestoreidler.blogspot.com
Reproducimos seguidamente parte de la
entrevista realizada a este gran maestro:
¿El universo es sonido?
¡Sí! Y la vida, vibración. Toda vibración es
sónica. ¡El universo suena!
¿A qué suena?
Oígalo en esta grabación…
Oigo una melodía armoniosa…
Son las vibraciones captadas por la son-
da Voyager en el espacio entre Júpiter y
Saturno: es la resonancia del viento solar
en la ionosfera de los planetas…
El universo suena, pues…
¡Está oyéndolo! Pitágoras (siglo VI a.C.)
habló de la “música de las esferas”: Pitá-
goras debía de tener afinada la percep-
ción de esta realidad cósmica vibrante que hoy la tecnociencia nos confirma.
¿Con qué implicaciones?
Los compositores de música más inspirados (Bach, Mozart, Beethoven…) quizá son
personas capaces de conectar con los inmanentes y eternos sonidos del cosmos.
¿No crean? ¿Sólo transcriben?
La música no la inventó el hombre: ¡existe desde siempre! Toda música está aquí:
se trata de captarla y plasmarla.
Ir a la noticia original en la Vanguardia
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StarViewerTeam International 2011.
Articulo Extraido de:
https://starviewerteam.com/2011/04/14/el-universo-suena-y-cada-persona-tie-
ne-un-sonido-universo-y-resonancias/
5. Camino del Inka. Arte Espiritual Andino
Sobre la Nación Q’ero
Según el maestro Don Juan Núñez del Prado
toda la sabiduría y la tradición andina fue guar-
dada en Queros y fueron los queros los que en
1954 fueron descubiertos por su padre. Quero,
Qʼero o Q’iru (quechua sureño: q’iru, ‘madera’)
es una comunidad quechua en la Provincia de
Paucartambo en el Departamento del Cuzco en
el Perú. Qʼero es muy conocido por sus mitos
andinos recopilados en 1955 por Oscar Núñez
del Prado de la Universidad Nacional de San
Antonio Abad del Cusco, entre ellos el mito de
Inkarrí.
La nación Qʼero es uno de los pueblos antiguos
del Tawantisuyo o Imperio Inkaico, que viven en
la región del Antisuyo. Sus descendientes se en-
cuentran en los alrededores del monte Ausan-
gate en la vía conocida como Interoceánica Sur
que actualmente está siendo asfaltada. El pue-
blo principal de esa zona es Marcapata en la
Provincia de Quispicanchi.
El 21 de noviembre del 2007, la cultura del pueblo
de Qʼero fue declarada patrimonio cultural de
la nación peruana; ésta declaratoria manifiesta
que la comunidad de Qʼero ha conservado su
identidad a través del tiempo enriqueciendo el
acervo cultural del Perú.
En 1954 los antropólogos Oscar Núñez del Pra-
do y Efraín Morote, organizaron una expedición
en un área relativamente aislada del país, la na-
ción Qʼero. Al entrevistar a los miembros de la
comunidad tienen una serie de información muy
interesante acerca de la preservación de la me-
moria colectiva indígena respecto a la primera
versión del “mito de Inkari” sobre el fundamento
de la civilización inka por el mismo Inkari y su
socio Qollari, el mito parece ser totalmente con-
sistentes con los reportados en los cronistas del
siglo XVI que se describen los rasgos culturales
de la época Inkas.
Se conoce como Inkarri al personaje central de
un mito andino pos hispánico, surgido en los An-
des peruanos. El mito de Inkarri narra con com-
plejo simbolismo la visión andina de la invasión
y conquista españolas del Perú. Plantea la espe-
ranza en la reconstitución del Tawantisuyo des-
truido políticamente en el siglo XVI.
Muchas personas creen que el mito augura que
las partes de Inkarri se juntarán y formarán a
Inkarri, siendo él el nuevo emperador y cabeza
del Tawantisuyo.
Una de las versiones más conocidas en la ac-
tualidad de este mito lleva el nombre de “The
Return dell’Inka”, que refleja una expectativa
mesiánica presente en todo el mundo andino,
como se descubrió posteriormente por otros an-
tropólogos en la segunda mitad del siglo pasa-
do. Además Morote y Núñez del Prado encontra-
ron que esta comunidad había mantenido el uso
de los “quipus” registros hechos con cuerdas y
nudos que mantenían algún tipo de contabili-
dad, la administración del Imperio Inka, y de la
misma manera de tejer y vestir a su Inkas del
siglo XVI.
Por último, los mismos Q’eros se consideraban
descendientes de los Inkas. Toda esta informa-
ción, así como los realizados por Rowe, mues-
tran una continuidad cultural entre los Inkas del
siglo XVI y los indígenas contemporáneos, ba-
sado en el mantenimiento de los aspectos tradi-
cionales de la cultura Inka y, más propiamente,
la espiritual. Cuando una continuidad cultural
se manifiesta tan claramente, cuando una tra-
dición espiritual y cultural se mantiene viva, es
lógico decir que la civilización se ha mantenido
hasta nuestros días. Se puede encontrar este
material detallado en la publicación “Qʼero, y el
último ayllu inka”, publicado por el Instituto Na-
cional de Cultura del Perú.
Cosmovisión Andina
Los andinos viven en un mundo animado. “En
los Andes, no hay distinción entre lo físico y
lo espiritual. Todo es sagrado, porque todo es
parte de Kausay Pacha, el universo consiste en
energía viviente. Esta es la idea fundamental de
la cosmovisión andina, es decir, la forma en que
la cultura andina ve y percibe el cosmos, un cos-
mos vivo, palpitante, que fluye como un río de
aguas diáfanas que caen de un glaciar eterno…
Todos los aspectos de la creación se ve en los
Andes como una forma diferente de energía vi-
viente. El sol, un árbol, una montaña, un lago, un
animal o cualquier otra presencia en el cosmos
se perciben como una forma de energía. Obvia-
mente el mismo ser humano se ve como una
forma de energía viva. Si prestamos atención a
los hallazgos de otras tradiciones espirituales
sobre la esencia del cosmos, encontramos que
hay palabras que pueden denominar el mismo
fenómeno de la realidad, que indican el elemen-
to esencial del propio cosmos. En el Oriente se
trata de Ki, Chi o Prana, para indicar la esencia
vital de la realidad, el factor básico, es decir, la
energía que sostiene el universo. Me parece que
en Occidente existe la misma idea. En el cristia-
nismo se habla de “el poder del Espíritu Santo”
como el factor vivificante del universo. Ki, Chi,
Prana, Espíritu Santo, Kausay son palabras que
identifican a un fenómeno de la realidad.
La Pachamama Andes se percibe como un ser
vivo, KAUSAY PURITY consiste en vivir esa ener-
gía que impregna todo el universo, que es abun-
dante para toda la humanidad y la Madre Tierra
misma, así como cosmos, distribuye y se irra-
dian con generosidad” (R. Sarti)
Desde el punto de vista de la cosmovisión an-
dina, la razón de nuestra vida y el objetivo de la
misma es WIÑAY (evolución). Esta evolución es
integral y es en todos los planos de la existen-
cia. Según la tradición andina cada uno de no-
sotros somos portadores de una semilla de luz,
INKA MUJU (semilla de inka) que puede ser de-
sarrollada con el propósito de alcanzar niveles
de conciencia de iluminación espiritual y esto es
solo posible en la medida que logremos cami-
nar por el sendero de la energía viviente. Todo
ser humano sin exclusión, posee la potenciali-
dad de crecer espiritualmente, llegando a ser un
SAPA INKA. Inka Muju (semilla de inka) es la me-
táfora que representa el poder que tenemos de
hacer crecer la luz desde nuestro interior, desde
las propias raíces y atributos, desarrollándonos
en un árbol magnifico frondoso y portador de
semillas de paz, luz y amor. En el camino de la
evolución de la conciencia humana se adquiere
capacidades y niveles de desarrollo físico, emo-
cional, mental y espiritual.
Los fundamentos de esta tradición se basa en
una antigua forma de referirse al cosmos como
un conjunto de energía vital, la energía que está
en la disponibilidad de los seres humanos y que
estos pueden utilizar para desarrollar lo que en
los Andes se llama la semilla del Inka y que, en
términos occidentales, puede ser descrito como
las virtudes originales, o el talento divino de
cada individuo.
Para los maestros andinos ellos tienen la res-
ponsabilidad de instruir a los iniciados de la
tradición en el sendero de la energía viviente y
la sabiduría andina no prepara chamanes si no
paqos. Paqo es ser heredero de la tradición y
tomar este camino porque se quiere crecer, ya
que la evolución espiritual es una elección. La
carrera de un paqo es prepararse y ganar samy
(energía fina) a fin de poder para desarrollarte
en los niveles de conciencia.
Los Q´eros son un conducto entre el cielo y la
tierra. Son gente que tiene contacto y median
entre el mundo invisible y el visible. No son gen-
tes de preceptos ni de conceptos, son gente de
percepción.
Extraido de:
http://www.nousescuela.com/camino-del-inka
6.
7. RESILENCIA
Resilience es una palabra inglesa, de difícil
traducción al castellano, que se viene utili-
zando con creciente profusión. Su significa-
do es algo así como resistencia o elastici-
dad. Se utiliza en ingeniería para referirse a
la resistencia o elasticidad de los metales.
En su sentido actual, la resiliencia es la ca-
pacidad que tiene una persona para enfren-
tarse con éxito a unas condiciones de vida
sumamente adversas (pobreza, guerras, or-
fandad, crisis, etc.).
La resiliencia como realidad humana se re-
monta a los orígenes de la humanidad. Des-
de los albores de la civilización, la resisten-
cia a la adversidad ha sido un factor que ha
impulsado a las personas a seguir adelante
a pesar de los obstáculos y dificultades, po-
sibilitando el desarrollo y devenir histórico.
Los que trabajan con niños saben que algu-
nos tienen resiliencia y otros no. Lo cual ha
dado lugar a líneas de investigación sobre la
resiliencia infantil y sus repercusiones en la
vida adulta.
Una persona con resiliencia es como un
corcho, como decía José Manuel Esteve, ha
quien quiero rendir un homenaje en este tex-
to. ¿Qué le pasa al corcho? Que no se hun-
de. La persona con resiliencia no se hunde
ante las adversidades y las crisis.
La tolerancia a la frustración es una de las
características de las personas con resilien-
cia. La diferencia entre una persona que
tiene un alto nivel de tolerancia a la frustra-
ción y la que lo tiene bajo puede depender
de como responde a esta pregunta: ¿lo voy
a poder soportar? La persona con un nivel
bajo piensa: “Esto no hay quien lo aguante.
No lo puedo soportar”. Y se hunde. La per-
sona con un nivel alto piensa: “Esto no me
gusta ni lo he buscado. Pero creo que si me
lo propongo voy a poder superarlo”. Y encaja
el golpe y sigue adelante.
Existen muchos factores sociales de riesgo:
crisis económica, desprestigio de la política,
crisis de valores, desempleo, pobreza, etc. Si
nos encontramos en alguna de estas situa-
ciones, ¿estamos en condiciones de supe-
rarlo?
Que la respuesta sea afirmativa o negativa
depende de muchos factores. Que una per-
sona se sienta capaz de superarlos y lo su-
pere es un indicador de resiliencia.
Diversas investigaciones han aportado evi-
dencias de que las personas con resilien-
cia, incluso en las situaciones más adversas
tienden a poseer ciertas habilidades emocio-
nales básicas: sociabilidad, auto-confianza,
optimismo, resistencia al fracaso y a la frus-
tración, la habilidad de superar rápidamente
los contratiempos y una “naturaleza fácil”.
Tienen una “naturaleza fácil” aquellas perso-
nas con las cuales es fácil relacionarse; son
sociables y flexibles. Hay personas que pare-
ce que transmiten energía positiva, que estar
con ella es reconfortante, a pesar de las ad-
versidades. Todo esto tiene mucho que ver
con la inteligencia emocional.
En tiempos de crisis se impone formar (o en-
trenar) personas para que sean mas resilien-
tes. Lo cual significa educar en competencias
emocionales que permitan reconvertir la ad-
versidad en perspectivas de futuro caracte-
rizadas por la esperanza, ilusión, optimismo,
compasión y amor, … a pesar de todo.
La resiliencia es caminar a través de
la adversidad y salir reforzados.
Caer siete veces y levantarse ocho.
Autor:
Rafael Bisquerra.
Extraido de:
http://www.rafaelbisquerra.com/es/blo-
g/261-resiliencia-tiempos-crisis.html
8.
9. Hay geometría en el murmullo de las cuer-
das.
Hay música en los espacios entre las esfe-
ras.”
LA M Ú S I C A DE LAS ESFERAS
Este concepto arranca de las experiencias
acústicas de Pitágoras (s.VI a. C.). Este enig-
mático filósofo griego fue el primero en per-
catarse de que los intervalos musicales con-
sonantes(octava, quinta justa, cuarta justa)
podrían expresarse mediante pro p o rcio-
nes matemáticas sencillas (2:1, 3:2, 4:3, res-
pectivamente). Esta afirmación proviene de
la evidencia experimental de que el sonido
producido por una cuerda vibrante de longi-
tud “L” y el de otra de longitud “2L” forman un
intervalo de octava; los sonidos de cuerdas
de longitudes “L” y“3/2L” formarán una quin-
ta justa y así sucesivamente.
Estas observaciones causaron una autén-
tica conmoción entre los pitagóricos, dado
que era la primera vez que un fenómeno
de la naturaleza, como era en este caso la
perc e p c i ó n de consonancia interválica,
era explicado mediante una ley matemática
simple. Ello constataba que el mundo podía
ser descrito sólo mediante pro p o rciones y
relaciones geométricas.
Rápidamente los pitagóricos proponen co-
rolarios a otros fenómenos de la naturaleza
que posean una analogía formal con el de
la vibración de las cuerdas. Así, si los movi-
mientos periódicos o repetitivos de una éstas
producen sonidos, los cuales están regidos
por proporciones simples cuando son con-
sonantes, los movimientos de los planetas, al
ser también periódicos habrán de emitir a su
vez sus sonidos correspondientes. Además,
como el cosmos es estable, el movimiento
mutuo de los planetas habrá de ser expresa-
do mediante relaciones matemáticas senci-
llas y, por tanto, los sonidos que emiten for-
marán intervalos consonantes.
En resumen, las experiencias acústicas pi-
tagóricas indujeron la idea de una música
teórica, no audible, que los planetas debían
emitir por el hecho de que la periodicidad
de su movimiento es análoga a la de los ele-
mentos vibrantes de instrumentos musica-
les. Además, las relaciones interválicas entre
los sonidos hipotéticos de los planetas no
podían ser otra cosa que consonantes como
prueba irrefutable del carácter inmutable y
divino del cosmos.
KEPLER Y L A P O L I F O N Í A P L A N E TA
R I A
Kepler intenta conciliar de una forma ya ana-
crónica para su tiempo el movimiento pla-
netario, que ha establecido magistralmente
con sus tres leyes, con la vieja idea de los
intervalos musicales emitidos por los astros
en su movimiento. En su tratado De Harmo-
nices Mundi realizó denodados esfuerzos
para encontrar unas relaciones numéricas
entre parámetros cinemáticos de los astros
que sean interpretables como pro p o rcio-
nes adscritas a ciertos intervalos musicales.
Hay un claro contraste entre la modernidad
científica que muestra en la exposición de
sus tres leyes, que con una concisión admi-
rable resumen el saber astronomico de su
momento, con la forma en que fuerza los re-
sultados astronómicos para encontrar una
interpretación musical exenta de ningún tipo
de prueba experimental.
Excedería la extensión de este estudio una
presentación prolija de todos los cálculos
matemáticos que Kepler realizó para esta-
blecer su modelo particular de la armonía
de las esferas. Jamie James en su libro The
Music of the sphere s da cuenta de sus in-
fructuosos intentos por encontrar un orden
sonoro en el universo.
En el quinto libro [de De Harmonice Mundi]
Kepler trata de probar la relación entre las
proporciones musicales y el movimiento de
los planetas: la música de las esferas. Des-
pués de su propio descubrimiento de las ór-
bitas elípticas de los planetas, las tradiciona-
les órbitas circulares dejaron de ser válidas.
Intentó un sinfín de esquemas para reconci-
liar las proporciones musicales y las medi-
das de las revoluciones planetarias que te-
nía a su disposición; intentó construir series
basadas en los periodos de revolución de los
planetas, en sus volúmenes relativos ,en sus
afelios y perihelios, en sus velocidades extre-
mas. Intentó comparar la longitud de tiempo
que un planeta necesitaba par atravesar un
arco de su órbita en el afelio con el tiempo
requerido para cubrir la misma distancia en
el perihelio, pero tampoco funcionaba.
Finalmente, obtendría las anheladas pro p
o rciones musicales dividiendo los despla-
zamiento angulares que un planeta experi-
menta en el lapso de tiempo de un día en lo
puntos extremos de su órbita (afelio y peri-
helio).
Kepler va más allá en su interpretación musi-
cal del cosmos y no se conforma con asignar
unas proporciones sonoras simbólicas, sino
que mediante más cálculos llega a asignar
una auténtica escala a cada planeta confi-
nada a los límites del intervalo musical que
lleva asignado.
La nota más grave será emitida por el astro
en el momento en que se mueve a menor
velocidad, es decir, en el afelio, y la más agu-
da será producida, por tanto, cuando pase
por el perihelio.
La Figura muestra en notación musical anti-
gua las melodías asociadas a cada uno de
los seis planetas. A pesar de que escribe es-
tas melodías planetarias como escalas de
tonos y semitonos, en realidad las concebía
de forma continua, como una especie de
glissandos entre las notas extremas asocia-
das a cada astro.
“En la Facutlad de Artes de la
Universidad de Tubinga, Kepler
estudió astrología junto con la
astronomía, tal como hacía todo
estudiante universitario de esa
época.”
10. En los papeles que se conservan de Ke-
pler, se encuentran alrededor de 1,000 ho-
róscopos, levantados para unas 800 per-
sonas (y algunos basados en eventos)
La sola profusión de horóscopos que le-
vantó Kepler con gran interés (y muchos
sin ninguna recompensa económica,
como los propios y los de su familia exten-
dida) desmienten la repetida afirmación
de la historiografía cientificista tradicional:
“Kepler practicaba la astrología solo por
razones económicas. Sin lugar a dudas su
corazón no estaba en ello.”
Bien, hasta el próximo articulo
Espero hayas disfrutado esta nota,
ya que fue realizada con mucho amor.
Las imágenes son de Internet ,
si alguna tiene derechos o inconvenien-
tes por favor avisarme
a claradianamoreno@gmail.com
y será inmediatamente retirada.
Te envío un fuerte abrazo , deja tus co-
mentarios.
Clarita
Extraido de :
http://elmistico.org/musica/musi-
ca-de-las-esferas/