El documento resume la evolución de la población española entre mediados del siglo XIX y 2008, señalando que ha pasado de unos 17 millones a más de 40 millones de habitantes. Explica que el crecimiento no ha sido constante, sino que ha variado en función del crecimiento natural y la migración en cada periodo: fue bajo hasta principios del siglo XX, alto entre 1900-1975, muy bajo entre 1975-2001 y acelerado desde 2001 debido principalmente a la inmigración.