La autora siempre sintió una inclinación por la música desde pequeña. Aunque inicialmente se unió al equipo de voleibol y baloncesto en la escuela debido a los horarios de ensayo de la banda, descubrió su pasión por la música en la secundaria al unirse a la banda de la escuela y aprender a tocar instrumentos como la tarola. A pesar de la desaprobación inicial de su familia, nunca dejó la música porque la ayudaba a olvidar sus problemas y relajarse. Permaneció cinco años en