2. Taller de cuentos (II) “ No sacrifiquen la sinceridad literaria a nada. Ni a la política ni al triunfo. Escriban siempre para ese otro, silencioso e implacable, que llevamos dentro y al que no es posible engañar”. Juan Carlos Onetti
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16. Cuentos sobre el tren “ Gotas de lluvia bajan por mi ventanilla, al otro lado puedo verme de pequeño jugando en la estación del ferrocarril. Una voz anuncia la siguiente estación. Veo un paisaje. En el centro estoy yo, cargado de maletas, preparado para emprender un importante viaje. Mi familia se despide de mi con lágrimas en los ojos… Y aunque lo disimulo, también hay lágrimas en los míos. Siguiente estación: final de trayecto. Ahora te veo por aquella ventanilla por la que veía la tierra que dejé para encontrarte”. José Martín del Olmo
17. Cuentos sobre el tren “ La misma hora, el mismo tren, las mismas caras. Sube. Se sitúa junto a la puerta. Mira como cada mañana los rostros de sus compañeros de viaje y sonríe para sí. Él es feliz. Espera en el mismo andén de cada día, se sitúa exactamente en el lugar donde el tercer vagón descarga a sus pasajeros. Espera. Bajan. Suben. A ella le gusta ser la última. Él aspira su perfume como cada mañana. No sabe que ella ha dejado pasar dos trenes por verle. Ella, nerviosa, le mira. No sabe que él ha dejado pasar dos estaciones por respirarla. Carmen Iglesias Vázquez
18. Cuentos sobre el tren “ El tren llegó a la estación de destino pero no se detuvo. Como ya ocurriera en las 84 veces anteriores, los pasajeros gritaron e intentaron abrir las puertas. Una mujer miró fijamente un depósito de agua y gritó que estaban dando vueltas en círculo: los mismos árboles, el mismo río, las mismas montañas, la misma granja. Y luego el túnel, la estación, el cruce… El niño, irritado al verse descubierto, le pegó un manotazo a la locomotora y se fue a merendar. Todo había terminado” Francisco J. Serrano Sánchez
19. Cuentos sobre el tren “ Te sientas a mi lado cada mañana. Siempre el mismo tren: el de las 7:43. No lo pierdes nunca. Siempre con tacones, elegante, con clase. Tienes la voz más bonita de Madrid. Y la risa. Suena a patio de colegio, a caramelos de menta, a zapatos nuevos. Y hueles a Nenuco y pasta de dientes de marca. ¿Es posible que te guste? No lo sé. Pero sí sé que te gustan los perros. Y que eres preciosa. Aunque no te haya visto nunca. Lázaro sólo se deja acariciar por chicas guapas. Aída Ramos Martínez
20. Cuentos sobre el tren “ Me subo en Atocha, pillo asiento y el periódico del día que uno nunca sabe si fue tirado, olvidado o lo dejaron amablemente para quien venga sin él. El caso es que lo tengo, lo hojeo fingiendo interés, pero hoy quiero mirar a la gente, escuchar ese silencio espeso que solo ocurre en un tren. Miradas furtivas o fijas, de vergüenza o de miedo, de tristeza, de alegría, de sueño, de envidia, miradas cotillas, miradas huecas… Miradas que chillan realidades, que me cuentan secretos, que llenan de voces el vagón secreto. Vuelvo la vista al diario usado, regreso al silencio” Sofía García Rodríguez
21. Cuentos sobre el tren “ Delicias-Méndez Álvaro. Duración del viaje: dos minutos treinta. En la ventana fábricas abandonadas, naves industriales, bloques de edificios en ladrillo visto, chimeneas. Rachid, 34, obrero de la construcción, se sienta cansado después del trabajo. Deja su mochila en el suelo, cerca de su pierna. Matilde, 41, secretaria, mira asustada la mochila. Ramón, 67, jubilado mira alternativamente a Rachid y a la mochila. Nuria. 24, estudiante de económicas, desea llegar cuanto antes a la siguiente parada. Llegada a a Méndez Álvaro. Rachid coge la mochila, se va a casa, le queda otro trasbordo. Matilde, Ramón, Nuria se sienten un poco tontos.” Sergio C. Fanjul