El documento describe las características de un buen líder y el proceso de liderazgo. Enumera cualidades como la sabiduría, la justicia y la humildad que todo líder debe poseer. También identifica características negativas como la soberbia y la falta de visión que pueden impedir el liderazgo efectivo. Explica que el proceso de liderazgo implica establecer metas adecuadas, identificar las necesidades de los empleados y ofrecer recompensas vinculadas al cumplimiento de las metas.
3. ““NO ES LÍDER QUIÉN QUIERE SINO QUIÉN PUEDE”NO ES LÍDER QUIÉN QUIERE SINO QUIÉN PUEDE”
4.
5. • Sabiduría
• Prudencia
• Justicia
• Fortaleza
• Perseverancia
• Persuasión o retórica
• Alegría
• Espíritu de servicio y sacrificio
• Magnanimidad
• Humildad
• Solidaridad o caridad
Toda persona puede,
en principio,
desarrollar en algún
grado estas
características,
acercándose al perfil
ideal de un líder.
8. PROCESO DE LIDERAZGOPROCESO DE LIDERAZGO
Empleados y organización
alcanzan mejor sus metas
Existe desempeño eficiente
Los empleados están
satisfechos y motivados y
aceptan al líder
El líder ofrece ayuda en la
trayectoria del empleado
hacia las metas
El líder relaciona
recompensas con
metas
Se establecen
metas
adecuadas
El líder identifica
las necesidades
de los empleados
9. Tener una historia y una visión común
Alinear las estrellas y las cosas se irán
dando
Lo más importante es ser uno, tener
ambición, aspiraciones, dedicación,
estudiar los temas y cada uno irá
encontrando su camino.
La virtud está en tener diversidad de
opiniones y saberlas respetar y entender.
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13. DIMANICA
La Gráfica de la Vida:
Objetivo:
Profundizar la comunicación en el grupo a través de una revisión de la propia vida, y da dar a
conocer a los otros, quién soy yo.
Motivación:
Antes de comunicar al quién soy, necesito reflexionar.
En las palabras, signos, y gestos, que expresan la vida de una persona, está presente ella misma.
Desarrollo:
Trabajo personal (20 minutos): cada participante toma una hoja, y hace en ella dos rayas
perpendiculares (como para hacer una gráfica).
En la línea vertical se colocará una escala de grados que comience en 0 en el vértice y llegue
hasta 100.
En la línea horizontal, se colocarán las distintas edades que se quiere representar (cada uno elige
el tiempo de su vida que quiere representar: toda la vida, el último año, los últimos diez años, etc.)
Cada cual elabora luego la línea de su vida de acuerdo a los problemas, éxitos, decisiones, etc.,
que le han tocado vivir, teniendo en cuenta la edad que tenía en cada acontecimiento y la
intensidad con que cree haberlo vivido.
Con esos datos va señalando distintos puntos con lo que se va construyendo la “gráfica de la
vida”.
Trabajo en grupos (45 minutos): Los participantes comentan las gráficas, en grupos de 8
personas, motivados previamente por el deseo de darse a conocer, de valorar al otro en su vida, y
de respetar y conservar profundamente las vivencias.
Antes de terminar el trabajo, el grupo dedica 15 minutos para evaluar la dinámica, conversando
sobre en qué medida les ayudó a conocerse, se han sentido “más cerca”, etc.
Se finaliza comentando las evaluaciones.
19. reunirse en grupos y expresar sus
objetivos, sueños e ideales que se quieran
lograr, cada una de las integrantes, a
través de dibujos, después exponer lo que
significa cada dibujo hecho por las
participantes.
MUSEO DE ARTE
Notas del editor
Sabiduría El líder ha de tener ideas claras, convicciones profundas y principios sólidos en los cuales asentar sus decisiones y conductas. Sin estas cualidades todas las otras carecen totalmente de sentido. • Prudencia Sin prudencia no se puede dirigir al bien; no es posible ser autoridad ni líder. Esta constituye, por tanto, la característica fundamental de todo auténtico líder. Y, si bien en parte no despreciable su posesión es fruto de la experiencia de vida, todo líder debe preocuparse por cultivarla evaluando permanentemente el acierto o desacierto de las propias decisiones y acciones. • Justicia Quien es justo procura permanentemente el bien de los demás y el propio, ordenándolos al bien común, es decir, al bien social conjunto. El hombre justo jerarquiza y ordena bienes y sabe anteponer debidamente el bien común sobre los bienes personales y, asimismo, el bien de los demás frente a los intereses propios. • Fortaleza Es una virtud moral clave para el líder. Consta básicamente de dos dimensiones: la capacidad de resistir y la capacidad de emprender. Al respecto, no cabe duda alguna de que estas características son absolutamente definitorias al momento de efectuar el perfil que debe poseer un líder. La capacidad de resistir la adversidad, las contradicciones y la oposición de los demás a sus propósitos es vital para quien conduce a grupos de personas hacia un objetivo común. De similar modo, también lo es la capacidad de resistir el fracaso en algunos de los intentos por alcanzar el fin propuesto. Por otra parte, casi por definición podríamos decir, no hay liderazgo posible y real que no requiera de una importante dosis de capacidad emprendedora. El líder es, de hecho, un emprendedor permanente en la tarea de conducir a sus dirigidos hacia el fin común. • Perseverancia Si bien la perseverancia constituye una virtud que puede considerarse parte de la fortaleza, vale la pena una referencia especial a ella debido a la gran importancia que tiene dentro del conjunto de cualidades de un líder. Sin perseverancia, que implica tener la capacidad de re-emprender el camino una y otra vez si fuera necesario, es imposible un auténtico liderazgo; esto es, aquel que no se confunde con el mero oportunismo o con los intentos de caudillismo aislados y débiles ante las dificultades. • Empatía o compasión La compasión o empatía, como se puede apreciar, conlleva la voluntad y la capacidad de comunicarse. El líder, como es sabido, es un buen comunicador. Y esta es otra de sus características salientes. La compasión o empatía, como se puede apreciar, conlleva la voluntad y la capacidad de comunicarse. El líder, como es sabido, es un buen comunicador. Y esta es otra de sus características salientes. Persuasión o retórica Hemos señalado que el líder es una autoridad poseedora de una especial cualidad retórica o persuasiva. Esta representa una de sus características más sobresalientes. Y consiste básicamente en saber comunicar el bien, en hacerlo objetivo común del cuerpo social dirigido. A través de una adecuada retórica logra el líder suscitar la adhesión de sus seguidores. Por medio de ella, estos últimos hacen suyo el propósito que anima al primero y unen sus voluntades en la común tarea de hacerlo realidad. Alegría Entendemos aquí por alegría ese ánimo o apetito natural del deseo de vivir que vinculado a la esperanza es característico del líder. Este derrocha deseos de vivir, de crecer, de desarrollarse y de desarrollar, de ir siempre en búsqueda de más; básicamente de más humanidad, o de una humanidad más plena. Por ello, la esperanza es cualidad que le distingue y que va aneja con la expresión positiva de su propia vitalidad y de sus ideales superiores. Espíritu de servicio y sacrificio Ya se ha dicho que el espíritu de servicio define al auténtico liderazgo y lo distingue del que no lo es. Espíritu que se orienta intencionalmente a la búsqueda del bien de los demás. Este lleva aparejado inevitablemente la privación y la renuncia -a sí mismo, especialmente-, es decir, trae consigo el sacrificio. Es por ello que al líder no sólo lo distingue un profundo espíritu de servicio a los demás sino que también un acendrado espíritu de sacrificio por los demás. Magnanimidad Como se ha visto, el líder debe poseer un espíritu generoso o magnánimo, bien dispuesto para afrontar tareas ingentes y desafíos no menos grandes. Sin un espíritu magnánimo resulta imposible la tarea de un líder. Particularmente, para dar cumplimiento a su propósito de servir y a la consecuente necesidad de sacrificarse en aras de tal anhelo. Humildad El humilde se conoce a si mismo tal como es y, así, reconoce su propia pequeñez, sus debilidades y falencias. Desde este punto de partida, está siempre dispuesto a aceptar la ayuda, que le permite soslayar y superar esas flaquezas. Pero, por sobre todo, está siempre bien dispuesto a aceptar las debilidades de los demás y a ayudarles a superarlas. Quien cultiva la virtud de la humildad se encuentra en inmejorables condiciones para privilegiar una actitud cooperativa -y no sólo competitiva- hacia las otras personas y, en último término, se halla especialmente dotado para desarrollar una disposición de servicio hacia ellas. Solidaridad o caridad La solidaridad, la caridad o el amor que, por cierto, resultan impensables sin la humildad, constituyen la quintaesencia la característica más notable de un gran líder. Si repasamos nuestro argumento podemos apreciar que la cualidad más importante de un gran líder es su capacidad de amar a los demás -a cada cual del modo que corresponde. Amor que lo impulsa a servir, que lo lleva a la entrega total en pos del bien ajeno, que lo mueve a desplegar una permanente conducta de donación personal. En esencia, el mejor líder es el que tiene la capacidad de amar hasta el extremo, incluso con desprendimiento del bien personal más preciado, esto es, de la propia vida. Y de ello, la historia nos muestra claros ejemplos.