Existe una revolución tecnológica con información abundante y rápida que genera nuevos escenarios socioeconómicos y culturales. Esto crea una sociedad en red sin barreras espacio-tiempo pero también puede generar deshumanización y brechas digitales. Se requiere formación continua y flexible que desarrolle competencias TIC, aprendizaje colaborativo y uso de herramientas didácticas para aprovechar los cambios en la construcción del conocimiento.