La taxonomía forense estudia la transición de los restos biológicos desde la muerte hasta la fosilización. Examina las alteraciones que sufren los huesos y otros materiales debido a factores como la humedad, las plantas, el sol y los insectos. También analiza los cambios espontáneos o artificiales en los cadáveres, como la momificación, desecación o embalsamamiento. Aplica este conocimiento para identificar cambios taxonómicos, reconstruir escenas del crimen y detectar tumbas antiguas.