El teatro del absurdo surgió en Francia en 1964 en un contexto de malestar social por la guerra de Vietnam y los movimientos pacifistas. Rechazaba las formas teatrales establecidas en busca de algo nuevo y un lenguaje escénico innovador. Presentaba un mundo de pesadilla y reflexión sobre el lenguaje absurdo e incongruente en lugar de personajes bien caracterizados o una estructura construida. Autores clave fueron Alfred Jarry con su obra Ubú Rey y Antoin Artaud con su libro El teatro y su doble.

1. Izaskun Fernández del Pozo
1ºE Bach
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2.  Este movimiento nació en Francia en 1964
 Estaba presente la guerra de Vietnam y había
malestar social por la guerra creándose
movimientos pacifistas
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3.  Surge paralelamente a la antinovela o novela
nueva, se niegan las formas establecidas y se busca
algo nuevo y un lenguaje escénico. Sus precedentes
se hallan en las tendencias innovadoras en el teatro
desde inicios del siglo XX.
 Abunda el negativismo y el abandono; abandono
de la intriga convencional, de la psicología como
resorte escénico y de todo realismo
 En lugar de personajes bien caracterizados, de una
estructura construida y de diálogos brillantes, el
nuevo teatro nos presentan el reflejo de un mundo
de pesadilla y una reflexión sobre el lenguaje de
absurdo e incongruencia.
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4.  Alfred Jarry- Ubú Rey
 «Por fin estoy al abrigo. Estoy sola aquí. No es ningún
inconveniente. Pero que carrera desenfrenada:
atravesar toda Polonia en cuatro días. Todas las
desgracias me han caído de golpe. Inmediatamente
después de la marcha de ese gran borrico voy a la
cripta a enriquecerme. Poco después estoy a punto de
que me liquide el Bougrelas ese, y esos cosacos. Pierdo
a mi caballero, el Palotino Girón que estaba tan
enamorado de mis encantos que se extasiaba de placer
al verme, e incluso, me ha asegurado, al no verme, lo
que es el colmo de la ternura. Se habría dejado partir en
dos por mí, el pobre muchacho.»
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5.  Antoin Artaud- El teatro y su
doble
«Hay en todo este teatro una embriaguez profunda, que
nos restituye los elementos mismos del éxtasis, y con el
éxtasis encontramos otra vez el seco hervor de la fricción
mineral de las plantas, de los vestigios y ruinas de los
árboles de rostro iluminado.
Toda la bestialidad, la animalidad, quedan reducidas a
su gesto descarnado: ruidos multitudinarios de la tierra
que se hiende, la savia de los árboles, el bostezo de los
animales.
Los pies de los bailarines, al apartar los ropajes,
disuelven pensamientos y sensaciones, permitiéndoles
recobrar su estado puro.¨»
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