1. Iglesia Bautista “Visión de Reino”
Ministerio VI.A, 17 Agosto de 2008
Apologética
Tem a 1, por Eric Dinamarca
La Biblia, Su veracidad, su concordancia, su coherencia
¿Qué hace a la Biblia tan especial?
Para todo cristiano, sólo la Biblia es la Palabra de Dios Revelada. Toda nuestra fe se basa en el
hecho de que Dios nos dejó un testamento con su voluntad para nuestras vidas. Si la Biblia no es la
Palabra de Dios, o si está llena de errores, toda nuestra doctrina y nuestras creencias se desmoronan.
Aunque fue escrita por hombres, al autor original fue Dios Todopoderoso. Esta afirmación no fue
hecha ni inventada por la Iglesia, sino que es lo que la Biblia afirma de sí misma. “La Palabra del
Señor permanece para siempre” (1 Pedro 1:25) “Toda la Escritura es inspirada por Dios” (2 Timoteo
3:16) “Porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios
hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo (2 Pedro 1:21)
El solo hecho que la Biblia afirme que es la Palabra de Dios no prueba que lo sea, pues hay otros
libros que afirman lo mismo. La diferencia está en que las Escrituras contienen evidencias
indisputables que son la Palabra de Dios.
• La Biblia es Única
Es el libro diferente de todos los otros, en las maneras siguientes:
1. Única en su continuidad:
§ Escrito en un período de 1600 años
§ Escrito a lo largo de 60 generaciones
§ Escrito por más de 40 autores de todas las clases sociales, incluyendo reyes,
campesinos, filósofos, pescadores, poetas, estadistas, eruditos, etc.:
• Moisés, líder político, adiestrado en las universidades de Egipto
• Pedro, un pescador
• Amós, un pastor
• Josué, un general
• Nehemías, un copero
• Daniel, un primer ministro
• Lucas, un médico
• Salomón, un rey
• Mateo, un cobrador de impuestos
• Pablo, un rabino
§ Escrito en diferentes lugares:
• Moisés, en el desierto
• Jeremías en una celda carcelaria
• Daniel en la ladera de un cerro y en un palacio
• Pablo dentro de los muros de la prisión
• Lucas, mientras viajaba
• Juan en la isla de Patmos
§ Escrito en diferentes épocas:
• David en tiempos de guerra
• Salomón, en tiempos de paz
§ Escrito bajo diferentes estados de ánimo:
• Algunos escribieron desde las cumbres del gozo y otros escribieron
desde las profundidades de la tristeza y la desesperación
§ Escrito en tres Continentes: África, Asia y Europa
§ Escrito en tres idiomas:
• Hebreo: Era el idioma del Antiguo Testamento
• Arameo: Era la “lengua franca” del Cercano Oriente hasta el tiempo
de Alejandro el Grande
• Griego: Idioma del Nuevo Testamento. Era el idioma internacional en
los tiempos de Cristo.
2. Única en su circulación. La Biblia ha sido leída por más gente y publicada en más
idiomas que cualquier otro libro. Se han producido más copias de ella en su totalidad y
más porciones y selecciones que de cualquier otro libro en la historia. Algunos
argumentarán que en cierto mes o año se vendieron más copias de algún otro libro. Sin
embargo, por sobre todo, no hay absolutamente ningún libro que alcance o comience
siquiera a compararse circulación con las Escrituras. El primer libro formal que se publicó
fue la Vulgata Latina.
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2. Iglesia Bautista “Visión de Reino”
Ministerio VI.A, 17 Agosto de 2008
3. Única en su Traducción
4. Única en su Supervivencia
§ Supervivencia a través del tiempo
§ Supervivencia a través de la persecución
§ Supervivencia en medio de la crítica.
5. Única en sus enseñanzas
§ Profecía
§ Historia
§ Personalidades. Muestra a los hombres tal cual son; con fortalezas y
debilidades.
6. Única en su influencia sobre la literatura circundante
Inspiración de la Biblia
La inspiración de la Biblia es de vital importancia para nosotros los cristianos. Algunos creen que la
Biblia es inspirada del mismo modo que toda la gran literatura. --Estimula el corazón humano para que
alcance nuevas cimas –dicen. Sin embargo, esto no le da a la Biblia su carácter único, Muchas otras
obras literarias, incluyendo las de Shakespeare, Milton, Homero, Dickens, y Cervantes, han producido
resultados semejantes, En otras palabras, ven la Biblia solamente como una obra maestra literaria de
la humanidad, y no de origen divino.
Si la Biblia no es inspirada por Dios, entonces toda nuestra creencia depende de pensamientos y
juicios de hombres que creían en un Ser Superior, y que plasmaron lo que ellos creían. Si la Biblia es
inspirada en parte por Dios, entonces, la problemática se desprende del hecho de poder establecer
claramente qué parte es humana y qué parte es divina, sin embargo, ambas posturas chocan de
manera frontal con el siguiente versículo “Toda la Escritura es inspirada por Dios” (2 Timoteo 3:16).
No queda, entonces, más opción que justifique nuestra fe, que el hecho de que la Biblia, ES LA
PALABRA INSPIRADA POR DIOS, NO EN FORMA PARCIAL, SINO EN SU TOTALIDAD.
Recordando 2 Timoteo 3:16, “Inspirada” es una traducción de la palabra griega zeópneustos, que
significa “procedente del aliento de Dios”. Así que el origen de la Escritura es Dios, no el hombre;
procede del “aliento” de Dios.
El versículo 2 Pedro 1:21, dice así “Porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que
los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo.” Esto también confirma
que los escritores fueron movidos por Dios a registrar todo lo que Él deseó comunicar. No empleó
Dios un Sistema de dictado mecánico, como algunos dicen. Antes bien, usó a cada uno de los
escritores, según su propia personalidad, para realizar una obra divina con autoridad.
¿Hasta qué punto es inspirada la Biblia?
La Biblia es inspirada en su Plenitud. Es importante destacar que, en este concepto absoluto de
inspiración involucra sólo al original, es decir, a todos aquellos escritos que fueron dados directamente
a sus autores. No a sus copias ni reproducciones. Sin embargo, para fines prácticos, sí son
inspirados, puesto que, con el gran número de manuscritos disponibles para escrutinio hoy en día, la
ciencia de la crítica textual puede darnos un texto, podemos estar seguros de que al leer la Biblia,
recibimos la Palabra de Dios inspirada. (1 Juan 5:7, el caso de este versículo que no se encuentra en
la Biblia, y lo sabemos por la existencia de las copias de los manuscritos originales, gracias a los
cuales, sabemos que este es un agregado que, sin embargo, no afecta en ningún modo, el sentido de
la Escritura)
Charles Wesley, uno de los fundadores del Metodismo, escribió: “La Biblia debe ser invención de
hombres buenos, o ángeles, hombres malos o demonios, o de Dios. Por consiguiente:
1. No podría ser invención de hombres buenos ni de ángeles, pues ellos ni querrían ni
podrían hacer un libro, y mentir todo el tiempo mientras los escribían, diciendo: “Así dice el
Señor”, pues era algo de su propia invención.
2. No podría ser invención de hombres malos ni de demonios, pues ellos no harían un
libro que señale todos los deberes, prohíba toda clase de pecado, y condene sus propias
almas por toda la eternidad en el infierno
3. Por tanto, saco en conclusión que la Biblia debe ser dada por inspiración divina”
Hoy podemos darnos cuenta que la Palabra de Dios, es decir, la Biblia, es única, y es totalmente
inspirada por Dios. Lo importante es que debemos sellar en nuestros corazones, el saber que fue Dios
mismo el que, utilizando a hombres y mujeres, nos legó el conocimiento de su voluntad, de su plan y
de su esencia. Esta bendita Palabra de Dios, nos muestra que es ella la que limpia e ilumina nuestro
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3. Iglesia Bautista “Visión de Reino”
Ministerio VI.A, 17 Agosto de 2008
camino (Salmos 119:9 “¿Con qué limpiará el joven su camino? Con guardar tu Palabra”. Salmo
119:105 dice “Lámpara es a mis pies, tu Palabra, y Lumbrera a mi camino”)
Conocer la Palabra de Dios, entender que toda ella proviene del corazón de Dios, y al igual que
Josué, meditar en ella de día y de noche (Josué 1:8), nos dará el fundamento principal e inamovible
de nuestra fe. Seremos casas edificadas sobre la roca (Mateo 7:24-29), con un fundamento firme, y
con la seguridad de que aunque soplen los vientos, y golpeen las aguas, no sucumbiremos.
Que Dios afirme nuestros pasos, que nuestra sed de amarle y de conocerle no mengüe, sino por el
contrario, que cada día digamos como el salmista, que tenemos día y noche sed de ti y sólo de ti,
Señor (Salmo 42:1)
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