La oración de santa Luisa de Marillac por el P. Corpus Juan Delgado CM
Viaje por el estrecho sendero
1. NotasBiográficasde ElenaG. De White
Cap. 30 -Viajandoporel caminoangosto-
MientrasestabaenBattle Creek,enagostode 1868, soñé que estabacon un gran grupode
personas.Una porciónde estaasambleacomenzóunviaje.Teníamoscarruajes pesadamente
cargados.Mientras viajábamos,el caminoparecíaascender.A unladode este caminohabía un
profundoprecipicio;del otroladohabíaun muro blanco,altoy liso,comoel que hayen las
habitacionesrevocadas.
A medidaque proseguíamosel viaje,el caminose hacíamás angostoy más alto.En algunos
lugaresparecía tan estrechoque llegamosalaconclusiónde que nopodíamosviajarmás en
carros cargados. De manera que soltamosloscaballos,tomamosunaporcióndel equipaje de los
carros, la colocamossobre ellos,yproseguimos,cabalgando.
Al continuar,lasendasiguióangostándose.Nosvimosobligadosapegarnoslomáscerca posible
del muro,para evitarcaer del estrechocaminoal profundoprecipicio.Al haceresto,el bagaje que
estabasobre loscaballosraspabael muro y hacía que nosladeáramoshaciael precipicio.
Temíamoscaer, y serhechosañicossobre lasrocas. Sacamos entoncesel equipaje de encimade
loscaballos,yéste cayó enel precipicio.Continuamosacaballoyal llegaraloslugaresmás
estrechosenel caminoteníamosmuchotemorde perderel equilibrioycaer.En talesocasiones,
una manoparecía tomar las riendasyguiarnosporel caminopeligroso.
Comola sendase hacía más estrechaaún,decidimosque nopodíamosviajarseguroscabalgando;
dejamosloscaballosycontinuamosapie,de a uno,cada cual siguiendolospasosdel anterior.En
este puntoparecierondescolgarse unascuerdaspequeñasdel altomuroblanco.Lastomamoscon
ansiedad,paraque nosayudaran a guardar el equilibrioporlasenda.A medidaque viajábamos,la
cuerdase movía con nosotros.Porfinel senderose hizotanangostoque llegamosalaconclusión
de que podíamosviajarcon más seguridadsinzapatosni medias.Noslosquitamosyviajamos
descalzos.
Entoncespensamosenaquellosque nose habíanacostumbradoa soportar privacionesydurezas.
¿Dónde estabanahora?No se hallabanenel grupo.Cada vezque el caminocambiaba,algunos
quedabanatrás,y permanecíansolamente losque estabanacostumbradosasoportarvicisitudes.
Las privacionesdel caminosolamentehacíanque estaspersonasestuvieranmásansiosasde
proseguirhastael fin.
Nuestropeligrode caerdel senderoaumentaba.Nospegamosalaparedblanca y sinembargono
podíamoscolocar nuestrospiescompletamente enel sendero,porqueerademasiadoangosto.
Entoncessuspendimostodonuestropesode lascuerdasexclamando:"¡Nossostienendesde
arriba!¡Nos sostienendesdearriba!"Lasmismaspalabrasfueronpronunciadasportodoslos
miembrosdel grupoque marchabapor el estrechosendero.Al escucharel ruidode laalegríay la
rebeliónque parecíaprovenirdel abismoque estabadebajo,nosestremecíamos.Oíamos
juramentosprofanos,chistesvulgaresycantosbajosy viles.Oíamoscantosde guerra y cantosde
baile.Oíamosinstrumentosmusicalesyrisotadasruidosas,mezcladasconmaldicionesyclamores
de angustiay de amargo lamento.Entoncesaumentabamásque nuncanuestraansiedadpor
mantenernosenel estrechoydifícil sendero.Granparte del tiemponosveíamosobligadosa
suspendernoscompletamente de lascuerdas,que aumentabanentamañoamedidaque
progresábamos.
2. Yo noté que el hermosoy blancomuroestabamanchadode sangre.Producíaun sentimientode
lástimaverla paredasí manchada.Eete sentimientosinembargo,durósólounmomento,pues
prontopensé que todoera comodebía ser.Los que seguíandetrássabían que otros habían
pasadopor la sendaestrechaydifícil antesque ellos,yconcluíanque si a otros lesfue posible
proseguirsumarcha hacia adelante,ellospodríanhacerlomismo.Ycuando lasangre comenzaraa
manar de sus doloridospies,nodesmayaríancondesánimo;sinoque,viendolasangre sobre la
pared,sabrían que otroshabían resistidolamismadificultad.
Por finllegamos aungran precipicio,enel cual terminabanuestrocamino.Nohabíanadaahora
para guiar nuestrospies,nadasobre locual dejarlosdescansar.Nuestraenteraconfianzadebía
estaren lascuerdas,que habían aumentadoentamañohasta sertan gruesascomo nuestros
cuerpos.En este puntonosacosó durante untiempolaperplejidadylaangustia.Conmedrosos
susurrosinquiríamos:"¿A qué estáadheridalacuerda?"Mi esposoestabaprecisamente delante
de mí. Grandes gotasde sudorcaían de su frente;teníalas venasdel cuelloyde lassienes
engrosadashastael doble de sutamaño habitual,ygemidoscontenidosyagonizantesse
escapabande sus labios.El sudorme chorreabapor la cara y sentítanta angustiacomonunca
antes.Estábamosfrente auna terrible lucha.Si aquífracasábamos,todaslas dificultadesde
nuestroviaje habríansidoenvano.
Delante de nosotros,del otroladodel precipicio,se extendíauncampohermosode pastoverde,
de unos 15 cm. de alto.No podíaver el sol,perorayosde luzbrillantesysuaves,que se parecíanal
oro y la platafinos,descansabansobre ese campo.Nadaque hubieravistosobre latierrapodía
compararse enbellezaygloriaconeste campo.¿Perotendríamoséxitoenllegarhastaél?Estaera
la ansiosapregunta.Si lacuerdase rompía,estábamosperdidos.
De nuevo,ensusurrosde angustia,fueronpronunciadaslaspalabras:"¿Qué sostiene las
cuerdas?"Por unmomentodudábamosaventurarnos.Entoncesexclamamos:"Nuestraúnica
esperanzaesconfiartotalmente enlacuerda.De ellahemosdependidoentodoeste difícil
camino.Nonos fallaráahora".Todavía estábamosdudandoconangustia.En este momento
escuchamoslaspalabras:"Diossostiene lacuerda.Nodebemostemer".Laspalabraseran
repetidasporaquellosque estabandetrásde nosotros,yjuntoconellas:"El no nosfaltaráahora.
Hasta aquí nos ha conducidoconseguridad".
Mi esposoentoncesse arrojóporencimadel terrible abismohastael campohermosoque se veía
más allá.Inmediatamenteyoloseguí.¡Oh,qué sentimientode alivioygratitudaDios
experimentamos!Oívoceselevadasentriunfante alabanzaaDios.¡Yo estabafeliz,perfectamente
feliz.