2. TEMA 2 -LA CONSTRUCCIÓN DEL ESTADO LIBERAL (1833-1868)
1. 1)-LAS REGENCIAS Y EL PROBLEMA CARLISTA (1833/43)
A)-LA OPOSICIÓN AL LIBERALISMO: LAS GUERRAS CARLISTAS.
1-Causas de la guerra y bandos enfrentados:
Inmediatamente después de conocerse la muerte de Fernando VII, en septiembre de 1833, se iniciaron
levantamientos armados a favor del pretendiente Carlos María Isidro,
hermano del rey. Comenzaba una larga guerra civil que iba a durar siete años.
El conflicto sucesorio escondía un enfrentamiento ideológico que dividió al
país.
En el bando isabelino o cristino se agruparon las altas jerarquías del
ejército, la Iglesia y el Estado, la incipiente burguesía pero también el alto
clero o la alta nobleza…todos los que se van beneficiando con algunas
medidas liberales (desamortización) y a ellos se unieron los liberales, que
vieron en la defensa de los derechos dinásticos de la niña Isabel la posibilidad
del triunfo de sus ideales. Francia, Portugal y el Reino Unido apoyan
discretamente a este bando (países liberales)
En el bando carlista se agruparon todos los
que se oponían a la revolución liberal: pequeños
nobles rurales, parte del bajo clero y muchos
campesinos de determinadas zonas del país, muy influenciados por los sermones
de sus párrocos y para los que el liberalismo venía a suponer simplemente un
aumento de impuestos o la pérdida de tierras debido a la desamortización. Todos
estos grupos identificaron sus intereses con la defensa de los derechos al trono de
Carlos y los ideales del absolutismo más puro.
El carlismo, movimiento que apoyaba los derechos de Carlos de Borbón, tuvo
fuerte influencia en Navarra, País Vasco y el Maestrazgo (zonas de Castellón y
Teruel). Esta distribución geográfica debe de contemplarse en el contexto de un
conflicto campo-ciudad. En la zona vasco-navarra, las ciudades (Bilbao,
Pamplona o San Sebastián) fueron liberales en todo el conflicto. Sus apoyos internacionales serán las
monarquías absolutas; Prusia, Austria, Rusia, o el Papado.
El programa ideológico-político del carlismo se podía sintetizar en el lema “Dios, Patria, Fueros, Rey”.
Estos son los principales elementos de su programa político:
● Oposición radical a las reformas liberales. Inmovilismo
● Defensa de la monarquía absoluta
● Tradicionalismo católico y defensa de los intereses de la Iglesia
● Defensa de los fueros vasco-navarros, de sus tradicionales privilegios, amenazados por las
reformas igualitarias y centralistas de los liberales:
✔ Instituciones propias de autogobierno y justicia
✔ Exenciones fiscales
✔ Exenciones de quintas
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3. 2-Primera guerra carlista (1833-1840):
Los Carlistas, desde sus bases del norte, intentan provocar sin éxito la insurrección general del país, sobre
todo con varias expediciones (expedición de Gómez-1836- y Expedición Real(1837))que recorren España
buscando apoyo, sin éxito; fracasa también el general carlista Zumalacárregui en el sitio de Bilbao(que
concluye con su muerte),
Desde 1837 se suceden los éxitos liberales, liderados por Espartero. Se llega al fin al Convenio de
Vergara (1839): abrazo entre los generales Maroto y Espartero, que supone la sumisión carlista (aunque el
general Cabrera “aguanta” hasta 1840 en el Maestrazgo); por el acuerdo, se reconocen los grados del ejército
carlista y se hizo una ambigua promesa de respeto de los fueros vasco-navarros. En realidad, se mantuvieron
algunos de los privilegios forales y se eliminaron otros.
3-El Carlismo tras 1840:
-2ª guerra carlista(1848) -Tras el fracaso de la boda de Isabel II y Carlos VI; fue poco intensa, y centrada en
Cataluña.
-3ª guerra 1872-1876: en contra de Amadeo I y la República; se desarrolla en el país vasco-navarro y en
Cataluña, con expediciones carlistas por la Meseta.; vueltos los Borbones (1874), el pretendiente Carlos VII
marcha a Francia.
4-Consecuencias de las guerras carlistas: el protagonismo político de los militares
Las guerras carlistas convirtieron al ejército y a sus generales en la mayor garantía de la pervivencia en el
trono de Isabel II. Los generales y el ejército se van a convertir desde entonces en elemento político básico
para obligar a la reina a cambios de gobierno. Los jefes de los partidos eran generales del ejército, y la
oficialidad también estaba dividida en ideologías. La consecuencia es que una de las características básicas
del ejército español hasta 1876 será su fuerte presencia en la vida política, tanto en el gobierno como a
través de la conspiración en los típicos (ya desde Fernando VII) “pronunciamientos”. No es que gobierne el
ejército, pero los generales tiene ese protagonismo y esa fuerza para convertirse en jefes políticos de los
partidos.
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4. B)-LAS REGENCIAS: ELTRIUNFO DEL LIBERALISMO
1-La regencia de Mª Cristina de Borbón 1833-1840
a)-El intento de transición al liberalismo: el Estatuto Real.
Los liberales y los seguidores de la Regente se terminan identificando; pese a que la Regente no se
identificaba con su ideario, los liberales se configuraron como la única fuerza capaz
de mantenerla en el trono. Así, María Cristina llamó a Martínez de la Rosa, un liberal
moderado, a formar gobierno. Emprendió una serie de reformas muy moderadas.
Entre ellas destacó el Estatuto Real en 1834.
El Estatuto Real (1834): es una Carta Otorgada muy moderada; la soberanía recae
en el rey; no tiene declaración de derechos. Establecía dos Cámaras, una de ellas
(Cámara de Próceres) aristocrática y no elegible, y la otra (Cámara de los
Procuradores) por un sufragio muy restringido a las grandes fortunas. Además, sus
funciones eran muy limitadas y el rey tenía amplios poderes (derecho absoluto de veto
a las leyes).
Se realizan algunas reformas (creación de la actual división provincial-Javier de
Burgos; reposición de la Milicia Nacional).
b) La escisión de los liberales
La insuficiencia de las reformas de Martínez de la Rosa, en un contexto de guerra
civil contra los carlistas, llevó a que los liberales terminaran por escindirse en dos
grupos: moderados y progresistas. La guerra civil culminó la división del liberalismo
español, iniciada en el Trienio Liberal.
Los liberales progresistas, antiguos exaltados, mantendrán hasta 1868 este ideario:
● Limitación del poder de la Corona
● Ampliación del sistema de libertades
● Defensores de reformas radicales como la desamortización de los bienes eclesiásticos y de los
ayuntamientos.
● Ampliación del cuerpo electoral. Defienden un voto censitario, pero más amplio.
● Elección popular de alcaldes y concejales en los ayuntamientos.
● Liberalismo económico y reducción de la protección arancelaria.
● Constitución de un cuerpo armado, la Milicia Nacional, como garante de las libertades, formada por
los ciudadanos con derecho a voto.
Los progresistas concentraron su apoyo social en las clases medias
urbanas: artesanos, tenderos, empleados...
Sus principales dirigentes: Espartero, Mendizábal, Madoz, Olózaga y Prim.
En el reinado de Isabel II estuvieron en el poder breves períodos: 1835-1844
y 1854-56 (Bienio progresista). La concreción de su programa fue la
Constitución de 1837.
Hacia 1849 sufrieron una escisión por su izquierda, naciendo el Partido
Demócrata, que defendía el sufragio universal, la asistencia social estatal y
mayor libertad.
Los liberales moderados, antiguos doceañistas en el Trienio, plantearon un
programa mucho más conservador:
● Orden y autoridad: fortalecimiento del poder del rey y restricción de
libertades.
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5. ● Rechazo de las reformas que pusieran en cuestión sus propiedades, veían el exceso de libertad como
un peligro al poder ser utilizada por las clases populares. No obstante, tras las desamortizaciones
realizadas por los progresistas, no trataron de devolver sus propiedades al clero.
● Sufragio censitario más restringido.
● Designación de los ayuntamientos por el gobierno central.
● Supresión de la Milicia Nacional.
Este programa se concretó en la Constitución de 1845, Ley de Ayuntamientos
de 1845 y Ley Electoral de 1846, muy censitaria.
Su apoyo social residía en las clases altas del país: terratenientes, grandes
industriales, burguesía financiera y comercial.
Sus principales dirigentes fueron Martínez de la Rosa, Narváez, Bravo
Murillo…
c) La revolución progresista: La constitución de 1837 y la Desamortización de
Mendizábal:
En plena ofensiva carlista, y ante la moderación extrema del Estatuto Real, los
liberales progresistas, que controlan la Milicia Nacional, protagonizan revueltas
liberales(1835), solicitando cambios más radicales; Mendizábal (progresista) es nombrado Presidente, pero al
año siguiente es forzado a dimitir por la reina.
Este hecho provoca el Pronunciamiento de la Granja o “Sargentada” (1836): los progresistas (Calatrava y
Mendizábal) vuelven al poder, y se repone la Constitución de 1812 mientras se hace otra.
🡪Nace la Constitución de 1837:
*Aunque progresista, intenta conciliar con los liberales moderados.
*Soberanía nacional, pero la Corona tiene mucho poder; en la práctica, soberanía compartida (Cortes/rey)
*División de poderes (pero en la práctica, el legislativo recae en las Cortes y el rey)
*Cortes bicamerales, con un Senado muy conservador
*Grandes poderes del rey: ejecutivo, iniciativa legislativa, elige senadores, disuelve las Cortes, tiene
derecho de veto a las leyes ilimitado
*Tiene una importante Declaración de Derechos.(imprenta; y aunque se subvenciona al clero no se
prohíben otras religiones,)
En 1837, fuera de la Constitución que no determinaba el tipo de sufragio, se aprobó una ley electoral que
estableció el voto censitario masculino. Tenían derecho de voto:
● Los mayores contribuyentes (cuota impositiva de al menos 200.000 reales)
● Varones de determinado nivel intelectual: miembros de las Reales Academias, profesores de la
enseñanza pública, doctores, licenciados, curas párrocos (“capacidades”)
En total unos 240.000 varones de más de 25 años 1/58 de la población… aún así, el fraude electoral era la
norma .
🡪Liberalización económica: desaparecen señoríos y mayorazgo, Mesta y gremios.
🡪Se retoman medidas de desamortización olvidadas desde 1823: (Doc. 3)
Juan Álvarez de Mendizábal, inició la desamortización de los bienes y tierras eclesiásticas amortizadas en
1836, centrándose en los bienes del clero regular.
La desamortización consistió básicamente en la expropiación de los bienes desamortizados y su
nacionalización y posterior venta en pública subasta al mejor postor.
La desamortización tuvo tres objetivos:
● El objetivo principal fue financiero. Buscar ingresos para pagar la deuda pública del Estado; además
se conseguirían fondos para la guerra carlista.
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6. ● Había también un objetivo político: ampliar la base social del liberalismo con los compradores de
bienes desamortizados. Además, buena parte del clero regular apoyaba a los carlistas.
● Finalmente, se planteó por algunos un objetivo social(que no se impondrá): crear una clase media
agraria de campesinos propietarios.
Los resultados no fueron todo lo positivos que se podría haber esperado:
● No solucionó el grave problema de la deuda pública, pues se daba demasiadas facilidades a los
compradores, pagando lo adquirido en subasta con títulos de deuda devaluada.
● En el terreno político, el liberalismo ganó adeptos( crea una base social de apoyo a los liberales(los
burgueses y nobles que compran en la subasta) pero también se creó un foso que perduró largo
tiempo entre el liberalismo y la opinión pública católica.
● En el terreno social, la mayor parte de los bienes desamortizados fueron comprados por nobles y
burgueses urbanos adinerados. Los campesinos pobres no pudieron pujar en las subastas.
● La desamortización no sirvió para mitigar la desigualdad social, de hecho, muchos campesinos
pobres vieron como los nuevos propietarios burgueses subieron los alquileres que antes la Iglesia no
subía.
Los resultados de la desamortización explican por qué la nobleza, en general, apoyó al liberalismo, y porque
muchos campesinos se hicieron antiliberales (carlistas)..
La Iglesia vio desmanteladas las bases económicas de su poder. Pero salió ganando pues el Estado se
comprometió a subvencionar económicamente al clero. El primer ejemplo presupuestario fue la Dotación de
Culto y Clero de 1841.
Los progresistas tienen problemas para consolidarse (no hay que olvidar que la regente, en realidad, es
por decirlo de algún modo, una absolutista no-carlista); los moderados recuperan terreno en las elecciones de
1838 y la regente finalmente los llama al gobierno; cuando tratan de cambiar la ley de Ayuntamientos en 1840
(para desalojar a los progresistas de los gobiernos municipales), los progresistas recurren al pronunciamiento
militar (golpe de estado de Espartero).
2-La regencia de Espartero: 1840-1843:
Espartero desplazó a la reina Mª Cristina, colocándose como
Regente, e impone un régimen de liberalismo autoritario (con
aires dictatoriales).
Aparecen de rivales de Espartero dentro del ejército (Narváez,
Serrano…) y se le van a oponer incluso de muchos políticos
progresistas, que rechazan su autoritarismo.
Medidas de Espartero:
*Desamortización del clero secular (1841)---problemas con el
Papa.
*Librecambismo con Inglaterra: provoca problemas con
Francia, y sobre todo la oposición de la burguesía catalana
(desprotección ante los productos textiles ingleses)-
Se producen por ello revueltas---Espartero reacciona
bombardeando Barcelona—Desprestigio del regente que
desemboca en una insurrección general (verano del
43)—posteriormente, los moderados(Narváez) conspiran, y
desplazan a los progresistas.
Isabel II es declarada mayor de edad con sólo trece años.
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7. 2)- LA DÉCADA MODERADA (1844-1854)
a)-Ramón Mª Narváez y la estabilidad política: la Constitución de 1845
Isabel II mostró desde un principio su preferencia por los moderados, dejando fuera del juego político al
partido progresista. Se abría un largo período de predominio moderado. Los progresistas optaron. o por el
retraimiento, negándose a participar en unas consultas electorales claramente amañadas, o por la
preparación de pronunciamientos apoyados por insurrecciones populares.
Triunfa así el liberalismo doctrinario, moderado o conservador, el más
antidemocrático, que frena toda reforma (se considera que los cambios que eran
necesarios ya estaban hechos, y se tiene pánico de la revolución) y valora la
estabilidad política y el orden por encima de la libertad; dominio de la oligarquía,
sobre todo la burguesía terrateniente fruto de la fusión de la vieja nobleza y de los
nuevos propietarios burgueses nacidos de la desamortización; falseamiento
electoral, corrupción, centralismo son otras características.
En mayo de 1844 se formó un gabinete presidido por el General Ramón Mª de
Narváez, la gran figura de los moderados. En esta etapa se va a construir una
estructura de estado liberal en España duradera, al servicio de determinados
grupos sociales y bajo los principios del centralismo y la uniformización. Estas
fueron las principales medidas que se adoptaron durante la siguiente década:
● Creación en 1844 de la Guardia Civil, fuerza armada ”profesional”🡪al
servicio del gobierno-encargada de aplicar la ley y orden esencialmente en
el medio rural. Como medida complementaria se suprimió la Milicia Nacional,.
● Ley de Ayuntamientos de 1845, que refuerza el centralismo: el gobierno nombra a los alcaldes. Se
crea el cargo de gobernador civil, provincial; y el gobierno y éste nombran a los alcaldes(no habrá
autonomía local)
● Reforma del sistema fiscal de 1845, elaborada por Alejandro Mon. Se estableció un nuevo sistema
fiscal más racional, eficaz y moderno, que puso fin al enrevesado sistema impositivo del Antiguo
Régimen. Habrá Presupuesto estatal anual. Pero se potencian los impuestos indirectos(los
“consumos”), que pagan todos por igual y perjudica a los más pobres. Seguirán los problemas de
déficit del Estado, buscando recursos con sucesivas emisiones de Deuda Pública.
● Racionalización legislativa propia del liberalismo: Código Penal de 1851, y proyecto de Código Civil.
● Reflejo del centralismo uniformizador es también la adopción exclusiva de las competencias
educativas por el Estado central.
● Ley Electoral de 1846 que configura un verdadero régimen oligárquico. Se estableció un sufragio
muy restringido (exige contribución de al menos 400.000 reales) que limitó el cuerpo electoral a
97.000 varones mayores de más de 25 años, lo que suponía el 0.8% del total de la población.
● Concordato de 1851. Acuerdo con la Santa Sede por el que el Papa reconoció a Isabel II como reina
y aceptó la pérdida de los bienes eclesiásticos ya desamortizados. A cambio el Estado subvenciona a
la Iglesia(“dotación del culto y clero”) y la entrega el control de la enseñanza y a encargarla labores de
censura.
b)-La Constitución de 1845: modifica la del 37, con elementos que la hacen muy conservadora
-Ideas básicas de la Constitución:
*Soberanía compartida entre las Cortes y el rey—gran poder de éste.
*Derechos muy limitados (se mantienen los de la Constitución de 1837, pero las leyes posteriores que los
desarrollan serán muy restrictivas con las libertades): sufragio muy censitario (1% de la población), no
hay libertad de imprenta ni religiosa (Catolicismo, oficial🡪Estado Confesional)
*Separación de poderes, limitada (mucho poder legislativo del rey); Legislativo bicameral (con un Senado
de aristócratas, no electivo sino nombrado por la Corona entre personalidades relevantes)
c)-La oposición al moderantismo
La vida política en la década moderada no se centra en las Cortes. Ante los poderes otorgados a la Corona
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8. para quitar y poner al gobierno, la importancia del Legislativo fue irrelevante. La lucha política se centra en la
Corte, con la organización de grupos de presión (“camarillas”) que buscan controlar la voluntad de la reina.
Destacan la camarilla de la reina madre y la del rey consorte (Francisco de Asís); ambas buscan una vuelta a
un absolutismo en lo posible, por lo que muestran preferencias por los más conservadores entre los
moderados, desplazando incluso a Narváez (1851). La constitución permite suspender las Cortes si no se
pliegan al gobierno; este, cada vez más, gobierna por decreto, lo que aleja al régimen de los principios
liberales.
Fuera del “sistema” queda el carlismo, que protagonizo en 1848 la 2ª guerra carlista en Cataluña (“guerra
dels matiners”), muy breve. Aunque se estima que en unas elecciones libres, el carlismo tendría la mitad de
los votos, sería el partido más votado.
Los “puritanos” son el ala izquierda de los moderados, y se escandalizan ante el autoritarismo de
Narváez (y más aún de sus sucesores) y la corrupción. Buscan ser más respetuosos con las leyes, aunque
sean las leyes “moderadas”.
Los progresistas son el núcleo básico de la oposición; de ellos, además, surge ahora (1849) un grupo a
su izquierda, los Demócratas (que defienden el liberalismo democrático, partidario de más libertades y del
sufragio universal, y la mayor intervención del Estado en la sociedad).
Además, los moderados se han fraccionado en bandos, por diferencias ideológicas y personales, y por
intereses económicos en medio de una enorme corrupción.
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9. Desde 1851, los gobiernos ultraconservadores de Bravo Murillo y del conde de San Luis intentaban
reformar la Constitución para fortalecer más aún al poder ejecutivo y los poderes de la reina, frente al
Parlamento, frecuentemente suspendido. La censura de prensa se incrementa. El desprestigio de la reina
aumenta, por dejar que su escandalosa vida privada (desde su desgraciado matrimonio de 1847) incida en las
decisiones de gobierno, y por el escandaloso enriquecimiento de la familia de la reina-madre. La grave crisis
de la Hacienda disgusta a la burguesía y la crisis acerca al pueblo al hambre. Todo incrementa el número de
descontentos (se incluye a la mayoría de los moderados) y llevará finalmente a la revolución, que si no
destrona a la dinastía es por la oposición de Francia e Inglaterra, y por el temor de moderados y progresistas
al cambio socio-político que pudiera suponer una república
3)-EL BIENIO PROGRESISTA Y LA VUELTA AL MODERANTISMO. CASTILLA LA MANCHA CON ISABEL
II
A-BIENIO PROGRESISTA (1854-1856)
a)-La revolución de 1854:
Se produce un pronunciamiento de moderados izquierdistas (puritanos),
protagonizado por las tropas del general O’Donnell (la Vicalvarada). A esta acción de
los militares, que queda indecisa, la sigue el Manifiesto de Manzanares (Doc. 4),
documento acordado entre puritanos y progresistas con el fin de conseguir además el
apoyo de los demócratas, lo que arrastró a rebeliones más populares, formándose
juntas revolucionarias en las ciudades en apoyo de los “pronunciados”.
La reina llama finalmente a gobernar a Espartero (progresistas) al que apoyan los
antiguos puritanos (O`Donnell): se margina así a los demócratas y a las juntas
populares, que han participado activamente en la revolución. La reina-madre es
procesada, a la vez que abandona España, pero Isabel II salva el trono.
b)-El gobierno de Espartero: las reformas progresistas
En realidad, su gobierno significó la contención de las reivindicaciones más democráticas y populares de la
revolución de 1854. Se restauraron las leyes e instituciones progresistas: libertad de imprenta, milicia
nacional, ley electoral y de Ayuntamientos progresista...
Se reúnen Cortes que inician un proyecto de Constitución, llamada nonata (no nacida) de 1856, que
no llegó a promulgarse; similar a la de 1837, progresista.
Se dicta la Desamortización general (1855) de Pascual Madoz -ministro de Hacienda: afectó a lo que
quedaba de las tierras de la Iglesia, y a las tierras estatales y municipales; de nuevo, sistema de subasta,
para favorecer a la burguesía. Supuso la liquidación definitiva de la propiedad amortizada en España.
Sus resultados tampoco fueron muy positivos:
● Arruinó a los ayuntamientos, que, entre otras cosas, estaban al cargo de la instrucción pública
● No solucionó el sempiterno problema de la deuda pública.
● Perjudicó a los vecinos más pobres que se vieron privados del aprovechamiento libre de las tierras
comunales.
Se impulsó una legislación económica: la ley de Concesiones Ferroviarias (1855), o la Ley Bancaria, para
crear un mercado nacional; van a permitir un gran impulso a la construcción de la red ferroviaria, y se va a
abrir definitivamente el campo del desarrollo de la banca privada en España.
c)-El gobierno de Espartero: los conflictos sociales
La débil industrialización española explica la debilidad del movimiento obrero hasta el Sexenio
Democrático, muy centrado además en Cataluña.
No obstante, ya en los años 30 habían nacido algunas asociaciones, como las “sociedades de auxilio
mutuo”; se produjeron protestas de carácter ludita, duramente reprimidas.
Las huelgas se multiplican en el Bienio y llevan a la huelga general de julio de 1855; junto a diversos
motines de subsistencia entre el pueblo debidas a la carestía, facilitan la caída de Espartero. Pero sobre
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10. todo, la división en los progresistas (unos se acercan a la unión liberal, otros a los demócratas) y la posición
de Espartero, cada vez más “moderado” frenando la revolución, van a facilitar el acceso al poder de
O´Donnell.
O'Donnell había creado la Unión Liberal, un partido de “centro” entre moderados y progresistas. Forzando
la dimisión de Espartero, la reina nombra a O’Donnell jefe de gobierno, que acaba con la resistencia de la
Milicia Nacional (julio de 1856), dominada por los demócratas, y disuelve las Cortes de mayoría progresista.
El claro apoyo de la Francia de Napoleón III a O’Donnell fue también decisivo; quien se levantó en Vicálvaro
para derrocar a la reina es ahora su firme defensor
B)-LA VUELTA AL MODERANTISMO (1856-1868):
a)-El gobierno de la Unión Liberal:
O’Donnell inicia su gobierno “centrista”; repone la Constitución del 45. Sin embargo, los deseos de la
reina, una vez salvado el trono, siguen siendo de preferencia por los más moderados. La excusa será el
deseo de O’Donnell de continuar la desamortización; ante la oposición de la reina debe dimitir (octubre). Esto
trajo la vuelta de Narváez y los moderados al poder.
Hasta 1868, los factores más destacados que inciden en el juego político son:
● Las divisiones en el partido moderado, con diversas tendencias políticas y luchas personalistas por
el poder.
● La preferencia de la reina por las soluciones más moderadas, aunque a veces la prudencia la
empuje a llamar a los unionistas (O´Donnell) a gobernar.
● La propia personalidad de la reina y su tendencia a estar por encima de la ley y de la constitución,
gobernando a capricho y, en el fondo, dominada por su camarilla religiosa y familiar, de tendencia
ultracatólica y absolutista
Cansada de Narváez, y ante el temor al carlismo que gana adeptos entre los ultraconservadores, la reina
se apoya en los “vicalvaristas”, los unionistas de O’Donnell.
Por ello, en 1858 vuelve, pues, O´Donnell al poder (hasta 1863). Esta época de largo gobierno de las
Unión Liberal (O´Donnell) estuvo marcada por la euforia económica ("boom" de los ferrocarriles) seguida
de la inevitable corrupción; y por el intervencionismo exterior: guerra de África, contra Marruecos
(1859-1860), intento fallido de recuperar Santo Domingo, expedición a México, guerra contra Perú y Chile...
Son campañas “de prestigio”, para ganar popularidad entre los españoles. Sin embargo, O’Donnell va a
evolucionar hacia el autoritarismo, la moderación y la adhesión sin condiciones a la reina, para disgusto de los
“izquierdistas” de la Unión. Ante la debilidad final de O’Donnell, la reina lo destituye (1863). Parecía que la
reina iba a llamar a Prim, líder de los progresistas moderados; pero no será así y el progresismo se siente
burlado. Desde entonces va a seguir una política de “retraimiento” electoral (no participar), que le llevará a
posturas revolucionarias, concordando con demócratas y republicanos
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11. b)-La alternancia entre moderados y unionistas y el
definitivo desprestigio de la reina:
Con Narváez, en 1864, se inicia un periodo de
inestabilidad política(los moderados siguen muy
fraccionados) agravado además por la crisis económica
y hacendística. La revuelta universitaria de la Noche de
San Daniel, violentamente reprimida, hace caer a
Narváez.
La reina confía otra vez el gobierno a O’Donnell
(1865), para que frene los levantamientos progresistas.
Pero los progresistas ya no se fían de O’Donnell
Se suceden insurrecciones (sublevación de los
sargentos del cuartel de San Gil, de junio de 1866) que
llevan a una dura represión. O’Donnell es despedido y se
marcha a Francia. La Unión Liberal inicia así su giro
antidinástico.
La reina vuelve a confiar en Narváez. Progresistas, demócratas y republicanos firman el Pacto de Ostende
(Bélgica)-agosto de 1866- para de derrocar a la reina. Suspendidas las Cortes y las libertades, la protesta de
los diputados unionistas(diciembre del 66) lleva a su represión y exilio. La crisis financiera se acompaña de
crisis industrial y agraria. Y cuando muere O’Donnell (1867), los generales unionistas, encabezados por
Serrano, se unen a la conspiración de Ostende.
Para todos, el problema es Isabel II (cada vez más desprestigiada por su vida privada y por escándalos
económicos) y su entorno, la camarilla ultracatólica (sor Patrocinio, el padre Claret) y absolutista, que la
empuja al capricho y a resistirse a ser una reina constitucional. El desprecio a la reina es casi general.
En abril de 1868 muere Narváez. Le sucede González Bravo, con respaldo de los ultracatólicos. Al
gobierno solo le queda resistir y utilizar la represión.
Finalmente la sublevación estalló en septiembre de 1868. Iniciada por el unionista almirante Topete en
Cádiz, al pronunciamiento militar (Manifiesto “España con Honra”-Doc.5) se le unieron rápidamente
sublevaciones populares en diversas zonas del país. Isabel II huyó a Francia. La llamada "Revolución
Gloriosa" había triunfado con gran facilidad en el país.ç
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12. C-CASTILLA- LA MANCHA CON ISABEL II:
Como en toda España, significó la implantación del régimen liberal y
burgués.
A nivel administrativo, la región de Castilla la Nueva incluía desde
antiguo las provincias de Madrid, Toledo, La Mancha, Cuenca y
Guadalajara. En 1833, la división provincial de Javier de Burgos
transformó la provincia de La Mancha en Ciudad Real. Los aspectos de
más incidencia fueron las guerras carlistas y las desamortizaciones.
Las guerras carlistas:
La implantación del carlismo destacó en las áreas montañosas, sobre
todo en la Serranía de Cuenca, Montes de Toledo y Sierra Morena. Desde
esos núcleos, funcionaron como de guerrilla. Llegaron a tomar Cuenca en
la 3ª guerra carlista (1874)
Las Desamortizaciones:
La desamortización eclesiástica de Mendizábal (1836) afectó mucho a la región, con mucha propiedad
eclesiástica, sobre todo en Toledo (el obispado más rico de España)
También la Desamortización Civil de Madoz (1855), afectó más a Toledo, por la riqueza de sus municipios
en bienes municipales.
Los resultados fueron negativos como en España: no aparece una clase media propietaria, pues los
compradores constituyeron latifundios con escasas inversiones.
La industrialización apenas llegó a nuestra región. Siguieron actividades mineras aisladas (minería del
mercurio en Almadén), controladas por capitales extranjeros.
El ferrocarril sí llegó a Castilla la Mancha, como lugar obligado de paso a la Periferia. En 1854 se abre el
nudo ferroviario de Alcázar de San Juan, para conectar Madrid con el Mediterráneo. Guadalajara recibe en
1859 el tren que se está tendiendo hasta Zaragoza y Barcelona desde Madrid. El resto habrá de esperar.
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