El documento resume las perspectivas de la ciencia, la filosofía y la teología sobre el origen del universo. La ciencia indica que el universo tuvo un comienzo en el Big Bang hace 13.700 millones de años. La filosofía argumenta que debe haber un creador no material que causó la existencia. Finalmente, la teología sostiene que Dios, como creador omnipotente, creó el universo por amor para compartir la felicidad con los seres humanos.