Los artistas románticos del siglo XIX idealizaron la Europa feudal en sus pinturas y dibujos, representando escenas de la nobleza pero rara vez de los campesinos. Creían que el feudalismo fue una época feliz para los nobles y el clero aunque en realidad impuso una dura vida a la mayoría. Esta visión idealizada se mantuvo también en historietas sobre caballeros medievales.