Este documento resume las enseñanzas de Romanos sobre no juzgar a otros cristianos por sus opiniones o prácticas religiosas. Explica que algunos cristianos eran "débiles en la fe" y se sentían obligados a seguir ciertas reglas, mientras que otros eran "fuertes" y no las seguían, juzgando a los débiles. Pablo les dice que no se juzguen unos a otros y respeten las diferencias, para mantener la unidad en la iglesia.