La ley de gravitación universal establece que todas las masas del universo se atraen entre sí con una fuerza directamente proporcional al producto de sus masas e inversamente proporcional al cuadrado de la distancia que las separa. Isaac Newton formuló esta ley en el siglo XVII. La ley explica el movimiento orbital de la Luna y otros cuerpos celestes alrededor de la Tierra.