Este documento describe un proyecto llamado Anti-Drug Flier que consiste en un volante con sensores que analizan el sudor de las manos del conductor para detectar si ha consumido alcohol o drogas antes de conducir. Si detecta sustancias, bloquea el motor del vehículo para evitar que conduzca bajo los efectos de estas sustancias. El coste aproximado es de 299,99 euros.