2. Objetivo especifico
Investigar la tecnología del derecho
Formular la tecnología del derecho
Objetivo general
Determinar la tecnología del derecho
3. Tecnología del derecho
hoy podemos decir sinmiedo a equivocarnos que en los últimos años la profesión
del abogado ha ido cambiando.
El letrado de antaño, que hoy debe rondar los 65 años, buscaba el saber, leía -y
aún lee- los tratados y otras grandes obras del Derecho, hasta llenar su biblioteca
con "saber".
Luego, las nuevas generaciones de profesionales del Derecho, más jóvenes y
que hoy podrían estar entre los 35 y 45 años, priorizaron el saber hacer; o sea,
el saber aplicado a la profesión.
honor a su trascendencia, digamos que el Lex Doctor fue una evolución
importante en la manera de ejercer la profesión; pero de ninguna manera fue una
revolución.
Internet y los dispositivos móviles han puesto el conocimiento al alcance de casi
todos nosotros en todo momento: los newsletters nos acercan las novedades de
la jornada anterior con información precisa y seleccionada y la tenemos a
disposición para cuando la necesitemos.
Entonces es claro porqué los abogados de entre 25 y 35 años de edad valoran
primordialmente el hacer como factor distintivo, más que cualquier tipo de saber;
lo importante es apropiarse de la técnica -aquella tekné que aprendimos en la
Universidad-.
Y así es como de a poco el abogado dejó de ser el abogado-consultor-culto y
pasó a ser un proveedor-de-servicios. Lo más importante es la eficiencia. "No
importa lo que yo sepa; lo que importa es lo que yo haga". No voy a ser tan
injusto de no aclarar que este fenómeno se repite en muchas profesiones, pero
-para acotar el campo de estudio a nuestra competencia- sólo vamos a ver cómo
incumbe en el ejercicio del Derecho.
Es justamente en ese cambio de rol del profesional donde la tecnología entró a
jugar un papel importante en el Derecho.
Tanto en la búsqueda de información como en su organización, en su
almacenamiento o en su guardado, en la manera de compartirla, en su
administración y en todas las funcionalidades que hoy la IT puede prestar a un
usuario que busque eficiencia y productividad.
Si pensamos en las bibliotecas propias de un estudio jurídico, por ejemplo,
recordamos que hasta hace pocos años el tamaño de esos estantes llenos de
obras representaba en gran medida el tamaño del saber de un estudio; y eso
pesaba. Aún existen esas grandes colecciones editoriales, símbolo del poder del
estudio, pero hoy pocos clientes se interesan por ver los miles de tomos que
acumuló a lo largo de los años el estudio que los representa.
Incluso, los estudios ya prefieren ahorrar costos -y espacio- y tener modernos
sistemas de almacenamiento digital de información. Este cambio radical en la
4. manera de trabajar vino -por supuesto- de la mano de la tecnología; así que ya
vemos cómo esta profesión puede ser conservadora, pero sabe adoptar nuevas
herramientas y aprovechar al máximo sus ventajas.
Igual sucedió con Tribunales. Aquel abogado que se pasaba gran parte de su
tiempo en el Palacio de Justicia evolucionó en un profesional que hoy puede ver
varias causas online, que cuenta con informes de seguimientos de causas y que
cada vez tiene menos necesidad de ir personalmente a Plaza Lavalle -y
esperamos que le tecnología apoye esta tendencia-.
En tanto, si nos referimos al desarrollo de las aplicaciones Mobile, es claro que
todavía queda mucho por hacer en el área de Derecho, tanto desde lo
propiamente legal - el poder probatorio de un vídeo captado con un celular es
bastante endeble en cualquier causa- como desde las funcionalidades que la
movilidad puede aportar a un profesional del Derecho.
Esperando al Mesías En lo que respecta a software para Derecho, en los últimos
quince años sólo se ha desarrollado un programa interesante: el Lex Doctor, un
sistema de almacenamiento y de seguimiento de causas. Pero desde entonces
no se ha avanzado mucho más. Haciendo
Sin embargo, la solución a esta carencia es tan sólo una cuestión de tiempo. Así
como en otras industrias y actividades la tecnología ha cambiado el trabajo diario
y los resultados de los negocios en muchos casos, en el Derecho es seguro que
el cambio llegará, aunque a paso más lento, quizá por lo conservador del sector.
En IJ Internacional Legal Group estamos convencidos de que hay mucho camino
por recorrer aún y mucho por hacer para aprovechar la tecnología como
herramienta profesional y para difundir de manera explosiva el uso de la
tecnológica entre quienes trabajan y se dedican al desarrollo de tareas ligadas
con el Derecho. Apostamos a una revolución tecnológica en el Derecho.
Entre los varios y variados temas sobre los que polemizan los abogados no suele
discutirse la falta de tecnología; siempre pensaron que no era necesaria. Esta
situación cambió; lentamente, pero a paso cierto. La tecnología permite a los
profesionales del Derecho hoy, por ejemplo, realizar eficazmente el seguimiento
de las causas judiciales, asignándoles un código para poder revisarlo
diariamente a través de Internet
Quienes inviertan sus recursos en el desarrollo de aplicaciones tecnológicas que
mejoren la eficacia de sus proyectos liderarán la oferta de productos que
potencien la dimensión de los profesionales del Derecho del Siglo XXI.
5. Herramienta(software) 3 mínimos y su descripciónpara las áreas de
tu formación
Editores de texto: Un editor de texto es un programa informático que permite
crear y modificar archivos digitales compuestos únicamente por textos sin formato,
conocidos comúnmente como archivos de texto o “texto plano”.
Compiladores: Un compilador es un programa informático que traduce
un programa que ha sido escrito en un lenguaje de programación a un
lenguaje común,1 usualmente lenguaje de máquina, aunque también
puede ser traducido a un código intermedio (bytecode) o a texto.
Intérpretes: En ciencias de la computación, intérprete o interpretador es
un programa informático capaz de analizar y ejecutar otros programas.