La educación intercultural bilingüe, un derecho para una sociedad democrática
1. NECESIDAD DE UNA EDUCACIÓN INTERCULTURAL BILINGÜE EN EL
SISTEMA EDUCATIVO
Msc. GINA ROSMERY PANCA APAZA
La mayor riqueza de las sociedades es la diversidad cultural que existe en cada
una de ellas. Además, no hay pueblos sin cultura y, por lo tanto, cada cultura
tiene elementos que la identifican. Todos estos elementos que conforman la
cultura con el transcurso del tiempo se van modificando, suprimiendo o se van
afirmando y esto hace que un pueblo sea diferente de otro, dándose así la
diferencia cultural y la diversidad.
En este sentido, la interculturalidad es el reconocimiento
de la diferencia cultural donde se dé el diálogo, la
comprensión y el respeto entre personas de diferentes
culturas. Al respecto, López dice: "algo destacable es que
la noción de interculturalidad apareció simultáneamente
en América Latina y en Europa, para plantear el desafío
del diálogo, de la comprensión y el respeto entre
individuos provenientes de culturas diferentes, aunque, como es obvio, desde
perspectivas e intereses diferentes" (López, 1999: 02). Es importante el
reconocimiento y el respeto de los derechos de todos los pueblos para el
reconocimiento de la multiculturalidad mundial y nacional, de tal manera que
contribuya a la formación de naciones de nuevo tipo: Naciones pluriétnicas,
multiculturales y plurilingües.
Se podría decir que la interculturalidad es una noción en proceso de
construcción con todos los matices y en el devenir histórico. “El concepto de
interculturalidad está en construcción, sobre todo, en lo tocante a su
“La interculturalidad
es el reconocimiento
de la diferencia
cultural donde se dé
el diálogo, la
comprensión y el
respeto entre
personas de
2. operacionalización y puesta en vigor" (López 1999: 13).
Para los pueblos originarios e indígenas, la educación intercultural bilingüe y su
respectivo desarrollo en el sistema educativo, son temas de mucha importancia
para la construcción de una sociedad más justa, equitativa y verdaderamente
democrática y participativa en este milenio.
La interculturalidad no sólo debe limitarse al reconocimiento de la diversidad y el
respeto a la cultura; sino que el tratamiento de relaciones económicas, sociales,
territoriales y políticas deben ser igualitarias.
La institución educativa tiene que ser el espacio dónde se
construya la práctica de estos derechos. La cultura no sólo se
restringe a las manifestaciones artísticas y folclóricas, la
cultura no es usar o dejar de usar la “ojota y el poncho”, se
debe entender por cultura todas las manifestaciones de los
pueblos, una estructura social, un espacio territorial que es
“pacha”, un conjunto de leyes comunitarias, símbolos, música,
religión, historia, formas de gobierno. Uno de los componentes más importantes
de una determinada cultura es el idioma.
Estas culturas en la actualidad no constituyen un espacio estancado, sino que
están en constante proceso de cambio tecnológico y de la vida misma, por ello,
para el logro de una
auténtica identidad
cultural, no se logrará
imponiendo la vuelta a su
pasado, ni conservando sus
tradiciones ni mucho
menos imponiendo modos
o valores alienantes y
culturales ajenos de
carácter consumista: la identidad cultural es espontánea y conciencial.
Es tan importante la enseñanza en lenguas originarias al igual que el castellano.
La
identidad
cultural es
espontánea
y
3. Durante más de 40 años, la enseñanza, sólo en castellano vertical, ha constituido
la enajenación de identidades cuyo resultado final es el aprendizaje memorista y
un castellano no bien hablado.
La educación intercultural bilingüe es un derecho que debe ser prioridad del
Estado, no sólo para mejorar la calidad educativa, sino para mejorar la calidad de
vida y la conformación de una sociedad verdaderamente democrática, para que
en el futuro ningún grupo social privilegiado ostente el poder político y
económico. Todos los pueblos y naciones tienen los mismos derechos.
Finalmente expresamos que, en la actualidad, seguimos viviendo injusticias,
explotación, dominación, racismo, etc., es decir, no se da ese reconocimiento del
otro (de la diferencia y existencia de los varios grupos étnicos) por parte de la
cultura dominante, no se quiere reconocer las diferencias culturales, porque en
las diferentes sociedades no sólo existe un grupo, sino varios grupos que habitan
o que conforman una sociedad y esos grupos tienen su lengua, su religión, sus
costumbres, etc., que merecen ser respetados, reconocidos y no ser sometidos a
una sola lengua, religión educación y otros que, en este caso, sería la de la cultura
occidental que siempre buscaron y buscan homogeneizar a todos de acuerdo con
su cultura.
AHINAN KANAN, TURAY ÑAÑAYKUNA.