El documento describe las invasiones germánicas del Imperio Romano desde el siglo III d.C. en adelante. Los hunos, un pueblo nómada de Mongolia, invadieron Europa y fueron liderados por Atila. Esto provocó que otros pueblos germánicos como los alamanes, anglos, sajones y francos se movieran e invadieran el territorio del imperio. Estas invasiones contribuyeron al declive del Imperio Romano de Occidente y al establecimiento de una sociedad rural en Europa.