La alfalfa es una planta perenne leguminosa que se siembra a finales del verano y otoño. Puede sembrarse pura a una densidad de 8 a 10 kilos por hectárea o en mezcla a una densidad de 2 a 6 kilos. Crece bien en suelos húmedos, templados o fríos y se cosecha en otoño y primavera.