El documento describe las habilidades requeridas para el desempeño de una profesión. Entre las habilidades clave se mencionan el liderazgo, la capacidad de relacionarse con especialistas de diferentes áreas, organizar sesiones de trabajo en equipo, tomar decisiones, ser colaborador, tener vocación de servicio, comunicarse bien con las personas y motivarlas.

1. V
5.1 Habilidades
El perfil profesional de una profesión es la descripción de competencias y
capacidades requeridas para el desempeño de una ocupación, así como sus
condiciones de desarrollo profesional. Está compuesto por la declaración de la
competencia general, la descripción de unidades de competencia, las
realizaciones profesionales y los criterios de realización o ejecución,
independientemente del área profesional y/o ámbito de desempeño en el que
desarrolle sus funciones.
- Habilidades de liderazgo.
- Habilidades para relacionarse con los especialistas de todas las áreas de Salud,
de la política, economía, etc.
- Habilidad para organizar y manejar una sesión de trabajo, tanto en equipo como
colaborativo.
- Habilidad para interactuar con personas y problemas y/o oportunidades.
- Habilidad para la toma de decisiones.
- Ser colaborador: saber colaborar con los demás es algo imprescindible en este
campo, y saber adaptarse a los métodos de otro.
- Mística y vocación de servicio: en cada hombre ha de reconocer a una persona
con su destino propio, cuya dignidad y valor trasciende toda consideración
económica y toda contingencia histórica.
- Don de gentes: es importante que el trabajador social reúna aquellas
condiciones psicológicas que comúnmente se denomina “don de gentes”:
amabilidad y simpatía hacia otras personas, buen humor y capacidad para saber
escuchar, palabra fácil y convincente, facilidad de comunicación con las otras
personas, en suma: habilidad para crear una relación personal de confianza y
comprensión.

2. V
- Habilidad para motiva: un optimismo contagioso es una cualidad que ayuda
mucho para este tipo de trabajo, pues despierta en sí mismo y en los otros deseos
para actuar. Ya lo decía Salomón en los proverbios: “el corazón alegre produce
buena disposición”