El documento compara los modelos de comunicación agresivo y asertivo entre padres y maestros, y recomienda el modelo asertivo para lograr colaboración mutua en beneficio del estudiante. Describe las características de cada modelo, señalando que el agresivo conduce a culpabilización mientras que el asertivo fomenta la escucha activa, empatía y acuerdos para apoyar el aprendizaje del niño.