El nacimiento del primer hijo supone una gran revolución que cambia totalmente la vida de la pareja al pasar de dos a tres miembros y convertirse en una familia, con nuevas prioridades. Desde que la pareja se entera del embarazo, experimentan una mezcla de ilusión y temor ante la nueva responsabilidad de ser padres por primera vez, lo que implica preparar el hogar y aprender a criar al bebé.