El documento describe a la iglesia como un equipo unido cuyos miembros deben trabajar juntos para lograr un objetivo común. Resalta que la unidad y el respeto mutuo son fundamentales para el éxito del equipo, mientras que el individualismo, la indiferencia y la falta de respeto pueden dañarlo. Exhorta a los miembros de la iglesia a amarse y apoyarse unos a otros a pesar de las diferencias.